La estoria de Guillermo Largaespada, hijo de ROLLO, fundador de Normandía

Por Patrick LOISEAU

Este escrito es el resultado de una tesis de maestría en Letras Modernas, opción de humanidades, llevado a cabo en la Universidad de Rennes 2 y finalizado en 2012, por mí mismo.

Si bien toma prestado de la historia, a través de un cierto número de archivos históricos, este trabajo de investigación toma prestado aún más de la leyenda y las fuentes literarias que hicieron posible sacar al segundo duque de Normandía, vikingo e hijo del vikingo Rollo, fundador de Normandía en 911, del anonimato. En efecto, este trabajo académico es el primero en abordar un personaje poco conocido, a veces confundido con su homónimo, pero de fundamental importancia.

La elección del título, «La estoria de Guillermo Largaespada» se explica por las siguientes consideraciones: se trata de hablar de historia, pero de significar, con esta elección, que será cuestión de entrar en el interior de esta historia para darle en la medida de lo posible su significado medieval, y por lo tanto no ser solo el observador actual de una secuencia atemporal. Además, no se tratará de la historia, sino de la historia contada.

En siete capítulos se presentarán todas las dimensiones inherentes a este tipo de publicaciones, en particular las fuentes, las brechas entre la historia y los textos, la leyenda del personaje, la dimensión humana, los misterios por resolver...

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 13 mar 2021
• ISBN: 9781071591840

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Patrick LOISEAU

La estoria de Guillermo Largaespada, hijo de ROLLO, fundador de Normandía

- © La maison du lérot - 2019

A Renée Guivarc'H, mi madre, descendiente de Guillermo Largaespada, enamorada del dialecto occitano de Lauragais, que se fue para siempre a principios de 2011.

- índice de materias -

PREFACIO

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO 1 - Guillermo Largaespada, PRÍNCIPE VIKINGO, SEGUNDO «DUQUE» DE NORMANDÍA: presentación histórica

1.1. Guillermo Largaespada

1.2. Neustria occidental y la invasión normanda

1.3. Nacimiento de Normandía

1.4. Vikingos y normandos

CAPÍTULO 2 - FUENTES HISTÓRICAS

2.1. LÍMITES OBJETIVOS

2.1.1. Sobre la dificultad de escribir historia en la época de Rollo y Guillermo

2.1.2. La escritura en el siglo X

2.2. HISTORIA VERDADERA E HISTORIA CONTADA

2.3. ¿DE QUÉ FUENTES ESTAMOS HABLANDO?

2.4. FLODOARDO Y DUDO DE SAN QUINTÍN: LA CUMBRE DE LA PIRÁMIDE

2.4.1. Flodoardo (894-966)

2.4.2. Dudo de San Quintín (v. 960-ap. 1026), el hagiógrafo

2.5. OTROS HISTORIÓGRAFOS

2.5.1. Richer de Reims

2.5.2. Guillermo de Jumièges

2.5.3. Orderico Vital (1075-1142), el hagiógrafo

2.5.4. Roberto de Torigni (h. 1110-1186)

2.5.5. Wace (h. 1106, ap. 1174)

2.5.6. Guillermo de Saint-Pair

2.5.7. Benito de Sainte-Maure

CAPÍTULO 3. LOS ESCRITOS QUE CREARON LA HISTORIA DE LOS DUQUES DE NORMANDÍA

3.1. Los Annales, de Flodoardo

3.2. De moribus et actis primorum Normanniae ducum, de Dudo de San Quintín

3.3. La Histoire de Richer

3.4. Gesta Normannorum Ducum, de Guillermo de Jumièges

3.5. Historia ecclesiastica, de Orderico Vital

3.6. Le Roman de Rou, de Wace y Le Roman du Mont Saint-Michel, de Guillermo de Saint-Pair

3.6.1. Le Roman de Rou, de Wace

3.6.2. Le Roman du Mont Saint-Michel, de Guillermo de Saint-Pair

3.7. Chronique des ducs de Normandie, de Benito de Sainte-Maure

3.8. El lamento de Guillermo Largaespada

3.9. La Chronique rimée, de Philippe Mouskes

CAPÍTULO 4 - PRINCIPALES ELEMENTOS DE LA VIDA DE GUILLERMO LARGAESPADA: el Guillermo actuante

4.1. El séquito de Guillermo

4.2. Guillermo y las mujeres

4.3. Guillermo y los bretones

4.4. Guillermo Largaespada logró derrotar la rebelión

4.5. Guillermo y la llamada de la vida contemplativa

4.6. Guillermo y el asunto Montreuil

4.7. La emboscada de Picquigny

CAPÍTULO 5 - RETRATOS DE GUILLERMO LARGAESPADA: la leyenda

5.1. La apología de un buen príncipe

5.2. GLE el santo

5.3. GLE el mártir

5.4. El Guillermo bueno y «humano»

5.5. GLE el magnífico

5.6. Guillermo el conocido como «Largaespada»...

5.7. Dios y diablo

CAPÍTULO 6. VARIACIONES Y DESVIACIONES EN LA ESTORIA : estorias y disimetrías

6.1. EL CONCEPTO DE «DESVIACIONES»

6.2. Las puntadas desviadas del tejido

6.2.1. Origen de Guillermo Largaespada

6.2.2. Restauración de monasterios

6.2.3. La causa de su asesinato

6.3. La estoria retejida

6.4. El tricol de la estoria

CAPÍTULO 7. LA MIRADA DE NUESTROS CONTEMPORÁNEOS: nuevos caminos en la estoria de Guillermo

7.1. Estudio de Jules Lair de un poema inédito del siglo X

7.2. La opinión de Du Motey y Auguste Le Prévost

7.3. Opinión de Bauduin y Neveux

7.4. La visión de Laurence Mathez-Maille:

7.5. La hipótesis de la Vita Guillelmi, de Jacques Le Maho, fuente anterior a todas las demás...

7.6. La leyenda de Roberto el Endiablado

CONCLUSIÓN

BIBLIOGRAFÍA

APÉNDICES

Anexo 1. De Moribus et Actis Primorum Normanniae Ducum de Dudo - (Tercer libro - Edición publicada por Jules Lair, Caen, 1865) ______133

Anexo 2. Extracto de las Grandes Chroniques de France (publicado por Paulin Paris, París, 1836)

Anexo 3. Extracto de Histoire des ducs de Normandie et des rois d’Angleterre (Ed. Francisque Michel, Caen, 1840)

Anexo 4. Extracto de Le Roman du Mont Saint-Michel por Guillermo de Saint-Pair (Ed. Francisque Michel, Caen, 1856.)

Annexe 5 : El «Complainte sur l’assassinat de Guillaume Longue Épée»

5.1. El texto recogido por par M. G. PARIS anterior a la corrección de Jules LAIR

5.2. _El texto después de la corrección de J. Lair (manuscritos de Clermont-Ferrand y de Florencia)

Anexo 6: Chronique rimée de Philippe Mouskes : extractos, según el tratado de St-Clair-sur-Epte en 911 hasta la muerte de Guillermo Largaespada en 942 (vv. 13 737 -14 412).

PREFACIO

«La narración del pasado es memoria; el presente del presente es la visión (contuitus); el presente del futuro es expectativa[1] ».

Hacer una investigación, en esencia, es abrir y abrirse. Es querer sondear todo un universo. Es ir al mismo tiempo hacia lo inexplorado, lo insondable; es descubrir caminos, es abrir puertas que a veces se abren por centésima, milésima vez, a veces crujen por haber sido abiertas tan raramente; es también encontrar claves tan parecidas y diferentes como lo son los días de nuestra existencia. Es pisar el suelo tras las huellas del otro o las nuestras, es descubrir las sombras y el rocío de las cosas después de haber creído que lo único esencial es la luz del día. Es enfrentarse a la manecilla del tiempo y luego al tiempo mismo. Es descubrirse a uno mismo ya no estático, letárgico y debilitado, sino activo, endiabladamente móvil y repentinamente capaz de todas las posibilidades. Es, en última instancia, diría yo, la aventura con uno mismo.

Son estas dimensiones, estos componentes, lo que me interesa en la vida. Me preocupan, incluso. Se trata de pasar de la nada a todo, de la increíble «ausencia de» a lo creíble de todas las presencias que se anuncian, provenientes tanto de dentro de nosotros como de fuera.

Se trata de transportarse uno mismo. De vivirse. De seducirse a uno mismo. De creerse. Se trata de creer en ello, se trata de creer en sí mismo. Finalmente, la batalla con lo imposible que se vuelve posible, o probable, ya no es tan mala.

Este es el verdadero significado de la escritura; cuando está «armada», es poesía. Pero es ante todo la lectura, yo diría el descubrimiento de la lectura, lo que le ha dado su forma, su música, su ímpetu de vida.

Y luego, en un recoveco de un cuento de hadas o una historia contada por una madre, aparece un Robin Hood moderno, o un vaquero o un indio, o la bruja malvada y todos sus hechizos que hay que deshacer, combatir, como todavía lo hacemos hoy en 2012 en nuestra vida diaria. Está ahí: de repente, tenemos cuatro, ocho o diez años y nos convertimos en un reflejo, un tutor de este personaje que nos agarraba los pies en los cuentos que escuchamos; incluso nos convertimos en él, aquel, dejamos de ser una hormiga entre las hormigas o una mota de polvo entre las cenizas del oscurantismo nihilista; nos convertimos en Arturo o Robin o Lancelot o qué sé yo, un Rolando de Roncesvalles, un Vercingetórix, un caballero de gran corazón apasionado de las mujeres bellas y los torneos. Entonces, es en este momento que a veces me detengo y me encuentro a mí mismo e, incluso, para mi relativo asombro, cada vez con más frecuencia.

Y este tratado, que no debería tener relación con la voz ni las historias de mi madre, sin embargo me permite volver a él para anclar en mí blasones y escudos, francés antiguo y caballería, en fin, mucho romance y sueños en este mundo sumergido en revoluciones perezosas que nunca dejan de anunciarse y que, a pesar de nuestros deseos, nunca toman forma.

Pero ¿por qué este personaje, en este estudio? ¿Por qué Guillermo Largaespada? Es cierto que podría haberse llamado Rollo el Vikingo, su padre, o Roberto de Normandía, conocido como el Magnífico, también conocido como el Endiablado –un apodo sagrado que habría que descifrar– su bisnieto, o incluso Matilde de Inglaterra, descendiente de la séptima generación, o Guillermo II de Penhoët, conocido como el Cojo, de la 17.ª generación, o incluso el cruzado Yvon de Kérouzéré, caballero bretón de la misma estirpe. Es cierto que esta estirpe también es mía y que quería explorar un poco los territorios de mis antepasados bretones y normandos...

Pero este no fue el único parámetro, a los 57 años cumplidos, para retomar mis estudios con una maestría en Letras...

Porque letras, en mi vida, las hay; existen, viven su buena vida en mi propia existencia: amo el francés; me refiero a la lengua francesa, su historia, los pequeños y grandes hechos que dieron lugar a su origen y desarrollo, su anclaje en la filosofía y las ciencias naturales, su paso obligado pero descuidado por la diplomacia internacional, su capacidad para dar a luz versos y rimas, para restaurar la tragedia o el humor, su inigualable producción de escollos y trampas escolares, difícil y prometedora a la vez, llena de sentidos y senss, con dos eses.

He leído, he escrito aún más, y no me canso de ello. Porque el lenguaje también es placer. La Escritura es ante todo revelación, tanto literal como figurativamente. La literatura es entonces la guinda del pastel, con la condición de que sea accesible, por supuesto... Y es allí donde camina de la mano de la Historia misma, tan penetrante en todo, pero tan difícil de captar cuando es necesario establecer la verdad sobre los hechos y sobre la red de eslabones a partir de los cuales se construyó su malla.

Letras e Historia. Con letras mayúsculas.

Ya no está tan lejos de las letras que me gustaba recibir cuando era un joven cadete, lejos de mi madre, quien me escribía estas letras y que lo hacía con una escritura tan hermosa para contarme lo que me parecían hermosísimas historias... Con minúsculas.

Desde la pequeña historia, desarrollada en la esquina de la pequeña calle que cualquiera podía haber vivido un día en un lugar casi olvidado y casi insignificante, a la gran Historia, en definitiva, solo hay una única letra, una hache minúscula, que se vuelve mayúscula por el simple deseo que de repente tuvimos, en un solo segundo explosivo, de existir de verdad: me refiero al final de las formas que pudimos llevar mucho más allá de nosotros mismos.

Yo, juego y apuesta; este es sin duda el motivo principal de esta investigación... Si esto es cierto, tanto mejor, porque la fuerza no debería faltar.

INTRODUCCIÓN

––––––––

Vamos a contar la historia de Guillermo, primero de este nombre y duque de Normandía, hijo de Rollo. Hemos titulado deliberadamente nuestro tratado «Estoria de Guillermo Largaespada». Queremos hablar de historia aquí, pero queremos, desde el principio, significar con esta elección que será cuestión de entrar en esta historia, de preservar hasta donde sea posible su significado medieval, y por tanto no solo ser el observador actual de una secuencia atemporal. Además, no será una cuestión de historia sino de la historia contada.

Todavía hemos de ponernos de acuerdo sobre la palabra «historia».

En el capítulo I, titulado «¿Qué es la historia?», Bernard Guenée, en Histoire et culture historique dans l'occident medieval[2], nos advertía de que «algunos autores pueden haber tenido una tendencia bastante natural a entender por «historia» no el relato de los acontecimientos, sino los acontecimientos mismos»[3]. Así, nos advertía del contenido polisémico de la palabra «historia». Un título así, si no se hace explícito, podría provocar confusión y divagaciones intelectuales, y el propósito solo podría distorsionarse.

Por eso queremos establecer, desde un principio, el significado y alcance de este título.

«El francés moderno amalgama en la misma palabra, historia, los hechos mismos y su narrativa. Pero el alemán moderno distingue claramente lo que sucedió (das Geschehen) de la historia que se hace de ella (die Geschichte)»[4]. Sobre la base de esta distinción básica, hemos decidido, por tanto, discutir en este tratado la Geschichte de Guillermo Largaespada. Para sostener este punto diremos que se trata de afirmar la preponderancia de la historia sobre la gesta.

Nuestro objetivo será, pues, delimitar el campo de los escritos que han contribuido a abordar el microcosmos Guillermo Largaespada. Intentaremos unir todo lo que toca más de cerca a la persona misma de Guillermo Largaespada.

Sin embargo, teniendo en cuenta su dimensión histórica real, en particular en la constitución de la Normandía ducal, será necesario, si no queremos caer en una perorata puramente literaria, tomar la precaución de trazar el