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Cristianismo light: Pare de beber un evangelio aguado
Cristianismo light: Pare de beber un evangelio aguado
Cristianismo light: Pare de beber un evangelio aguado
Libro electrónico234 páginas4 horas

Cristianismo light: Pare de beber un evangelio aguado

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Necesitamos algo más que una fe diluida y descafeinada.  NECESITAMOS LO AUTENTICO.



Casi todos los alimentos y bebidas de hoy tienen una versión "light"; las papas fritas, la crema batida, el jarabe de arce, las gaseosas, las bebidas... Incluso puede que haya escuchado campañas publicitarias sobre algunos de estos donde aluden a un sabor "mas suave y liviano". 



Muchos de nosotros hemos adoptado esta misma actitud, algunas veces sin darnos cuenta, y lo aplicamos a nuestra fe.  Queremos las bendiciones, pero sin la obediencia.  La comodidad sin el sacrificio.  La felicidad sin el arrepentimiento.  Como resultado de esto, hemos aguado, descafeinado y diluido el mensaje del evangelio hasta llevarlo a no tener ningún efecto en nuestras vidas o la vida de otros.



En Cristianismo Light, Glen Beteau nos hace un llamado al mensaje del evangelio completo; Jesús no vino para mejorar nuestras vidas normales, egoístas y pecaminosas.  Vino para transformar radicalmente lo que conocemos.  Este camino estrecho, el camino de la obediencia inspirada en la gracia, es el único camino para encontrar al verdadero Jesús, un verdadero significado, una esperanza real y una vida en la cual vivamos auténticamente.




IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento11 jul 2013
ISBN9781621362005
Cristianismo light: Pare de beber un evangelio aguado

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    Cristianismo light - Glen Berteau

    Dios es todo menos light, pero por alguna razón intentamos empacarlo y clasificarlo como si fuera una cerveza dietética. Si está buscando aburrirse, este no es el libro ideal para usted. Pero si está harto de la paja y desea algo más, abróchese el cinturón para emprender una aventura al estilo Berteau que lo dejará satisfecho.

    —JOHN BEVERE

    AUTOR Y FUNDADOR DE MESSENGER

    INTERNATIONAL

    COLORADO/AUSTRALIA/REINO UNIDO

    Cuando uno conoce a Glen Berteau, se siente intensidad, fuego, apremio y enfoque. Usted lo conocerá en Cristianismo light. Sin pedir su permiso, él lo cambiará completamente. Glen no está buscando aceptación ni aprobación al hacerle las preguntas que nadie le ha hecho. Puede dejar el libro, apagar las luces y recostarse sobre la almohada; pero no podrá dormir. Este libro no incluye somníferos. Léalo bajo su propio riesgo, solamente si desea crecer. Este libro es pesado aunque el título diga light.

    —DR. SAMUEL R. CHAND

    AUTOR DE CRACKING YOUR CHURCH’S CULTURE

    CODE [DESCIFRE EL CÓDIGO DE LA CULTURA

    DE SU IGLESIA]

    WWW.SAMCHAND.COM

    Si a usted le gusta Glen Berteau, le encantará este libro. El libro Cristianismo light de Glen es una llamada de alerta contundente, sin restricciones y sin alteraciones para la Iglesia moderna. Glen aplica su punto de vista único y refrescante de la Escritura, con ejemplos personales de la vida real, para que esta sea una lectura útil así como fácil. ¡Incita a la reflexión, convence y es lo mejor de Glen Berteau!

    —DENNY DURON

    PASTOR PRINCIPAL DE SHREVEPORT COMMUNITY

    CHURCH

    ¡Este libro hace sonar la alerta para despertar! ¡Con su dedo sobre el pulso de la iglesia de hoy, mi querido amigo y mentor, el pastor Glen Berteau, ha escrito un clásico moderno! ¡Cristianismo light seguramente cambia la conversación de un ensimismamiento cristiano a lo que significa morir al yo, anhelar la intimidad con un Dios amoroso y poderoso, y vivir un caminar cristiano puro! En este mensaje directo y poderoso de despertar, el lector será sujeto no solamente a un deseo profundo por la renovación espiritual, ¡sino que será también una evaluación del statu quo del cristiano contemporáneo! ¡Este libro contiene un mensaje de esperanza para el cristiano de hoy y hace sonar la alarma del cambio necesario! El mundo ha estado esperando este mensaje de verdad. ¿Cuál es el mensaje? ¡Menos de mí y más de Dios!

    —PATRICK SCHATZLINE

    EVANGELISTA Y PRESIDENTE DE MERCY SEAT

    MINISTRIES

    Glen Berteau es un prodigio: un orador efectivo y todavía más elocuente como escritor. Nunca he conocido a nadie que pueda decir algo de manera inolvidable, como lo hace Glen. Esta obra acerca de la versión light del cristianismo es una versión pesada de literatura, inflexible y con una gran convicción. Usted no pasará a la última página de este libro preguntándose de qué se trató. Yo conozco a Glen desde sus días de fútbol americano universitario, cuando le llamaban Boom Boom, porque cada vez que anotaba, se oían varios estruendos de cañón. No se equivoque. El cañón está haciendo estruendo ahora en este mensaje directo y sin filtros, para despertar al Cuerpo de Cristo.

    —DAVE ROEVER

    EVANGELISTA, FORT WORTH, TEXAS

    Tras haber construido un megaministerio y criado a su familia, Glen Berteau ha declarado que llegó la hora. Usted está a punto de leer algo que le dejará las cosas en claro. Este autor revelará la verdad real. La pregunta es: ¿puede usted con la verdad? La verdad no es para nada light.

    —DR. STEVE MUNSEY

    PASTOR PRINCIPAL DE FAMILY CHRISTIAN

    CENTER

    MUNSTER, IN

    GLEN BERTEAU

    La mayoría de los productos de Casa Creación están disponibles a un precio con descuento en cantidades de mayoreo para promociones de ventas, ofertas especiales, levantar fondos y atender necesidades educativas. Para más información, escriba a Casa Creación, 600 Rinehart Road, Lake Mary, Florida, 32746; o llame al teléfono (407) 333-7117 en Estados Unidos.

    Cristianismo light por Glen Berteau

    Publicado por Casa Creación

    Una compañía de Charisma Media

    600 Rinehart Road

    Lake Mary, Florida 32746

    www.casacreacion.com

    No se autoriza la reproducción de este libro ni de partes del mismo en forma alguna, ni tampoco que sea archivado en un sistema o transmitido de manera alguna ni por ningún medio—electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro—sin permiso previo escrito de la casa editora, con excepción de lo previsto por las leyes de derechos de autor en los Estados Unidos de América.

    Todo el texto bíblico ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010.

    Usado con permiso de Tyndale House Publishers, Inc.,

    351 Executive Dr., Carol Stream, IL 60188, Estados Unidos de América. Todos los derechos reservados.

    Copyright © 2013 por Casa Creación

    Todos los derechos reservados.

    Publicado originalmente en EE. UU. bajo el título:

    Christianity Lite

    Copyright © 2013 by Glen Berteau

    Published by Charisma House, A Charisma Media Company,

    Lake Mary, FL 32746

    Traducido por: pica6.com (con la colaboración de Danaé G.

    Sánchez Rivera y Salvador Eguiarte D. G.)

    Director de diseño: Bill Johnson

    Visite la página web del autor: www.glenberteau.com

    Library of Congress Control Number: 2013935874

    ISBN: 978-1-62136-187-9

    E-book ISBN: 978-1-62136-200-5

    Nota de la editorial:

    Aunque el autor hizo todo lo posible por proveer teléfonos y páginas de internet correctas al momento de la publicación de este libro, ni la editorial ni el autor se responsabilizan por errores o cambios que puedan surgir luego de haberse publicado.


    En la cultura de hoy mucha gente desea más de mí, y menos de Dios.

    Necesitamos más que una versión aguada y descafeinada del discipulado.

    Necesitamos lo verdadero.


    CONTENIDO

    1 Más de mí, menos de Dios

    2 Son salvos, pero no tienen poder

    3 Son salvos, pero no oran

    4 Son salvos, pero no pagan el precio

    5 Son salvos, pero nadie los ofende

    6 Son salvos, pero no sirven

    7 Son salvos, pero no comparten

    8 Escogidos para cambiar el mundo

    Apéndice: Cómo utilizar Cristianismo light en clases y grupos

    Notas

    uno

    MÁS DE MÍ, MENOS DE DIOS

    En el principio, el Hombre creó a Dios; y a la imagen del Hombre él lo creó.¹

    —JETHRO TULL, GRUPO BRITÁNICO DE ROCK DE LAS DÉCADAS DE 1970 Y 1980

    BENDICIONES, PERO SIN obediencia. Comodidad, pero sin sacrificio. Felicidad, pero sin arrepentimiento.

    Muchos de los líderes de la actualidad comunican mensajes agradables, positivos e inspiradores. De hecho, ¡sus servicios están rebosando de personas que desean escuchar estas promesas! Su mensaje, sin embargo, es solamente la mitad del evangelio, y la mitad del evangelio no es nada de evangelio. A la distancia parece que es un cristianismo verdadero, pero no lo es. Es débil y sin poder. Es atractivo, pero no puede llevar a cabo el propósito supremo que Dios tiene de transformar vidas. Es divertido asistir a una iglesia donde todo es positivo, pero esta es una versión light de la fe cristiana. Se enfoca en las grandiosas y brillantes promesas de bendición, pero pasa por alto los requerimientos de valentía, obediencia y sacrificio.

    No hace mucho tiempo, un pastor me pidió que asistiera a su iglesia a predicar. Me trasladé en avión a su ciudad y me reuní con él el sábado en la tarde. Él me dijo que estaba utilizando una nueva estrategia de ministerio para ayudar a que su iglesia creciera. Me explicó con seguridad: ¡Expandimos nuestra cafetería para que fuera la mejor de la ciudad! Y nuestro departamento de multimedia es todo un éxito cada domingo. Somos modernos, actuales y atractivos. Me da gusto que venga este fin de semana. Él no lo dijo, pero estoy muy seguro de que asumió que yo aprendería mucho al estar en su iglesia.

    A la mañana siguiente, me sentí impresionado con todas las monerías. Un video que parecía que había sido producido en Hollywood y la música era fuerte y entretenida. Cuando el pastor me presentó, la banda tocó un pedazo de Play That Funky Music, White Boy.

    Era muy lindo, de ensueño.

    Esa mañana compartí acerca del poder de Cristo para salvarnos de las ataduras de Satanás y de los pecados secretos. La expresión de los rostros de la multitud me dijo que no habían escuchado nada similar en mucho tiempo, posiblemente nunca. El pastor me dijo que no hiciera un llamado al altar, porque eso incomoda a la gente. Observé un pequeño reloj digital que estaba en el púlpito, el cual contaba cuarenta minutos. Casi al final de mi mensaje, la gente estaba visiblemente conmovida. Entonces sonó la alarma. ¡Toda la iglesia pudo escucharla! Le pregunté al pastor: ¿De verdad desea que me detenga?. Él negó con la cabeza y me hizo señas de que continuara. Aquel día la gente sollozó de arrepentimiento y adoró la maravilla, la gracia y la santidad de Jesús.

    Ese día en el almuerzo, le pregunté al pastor: ¿Su cafetería y su equipo multimedia están ayudando a cambiar vidas?.

    Él me miró y negó con la cabeza. No, en realidad no.

    Le dije:—Pastor, yo sé que usted cree en el poder del evangelio para cambiar vidas. Cuando el poder transformador de Dios es soltado, hay un cambio en la dirección, los matrimonios rotos son restaurados y la gente se sacrifica con agrado, porque aman demasiado a Dios. Permítame darle un consejo: omita el capuchino y persiga la asombrosa presencia de Cristo.

    —Supongo que lo olvidé—dijo débilmente el pastor—. Me alejé del amor y del poder del evangelio que me salvó, y he estado promoviendo un espectáculo—suspiró profundamente y me miró a los ojos—, pastor Glen, ¿puede ayudarme?

    Necesitamos más. Necesitamos lo verdadero.

    Al leer las Escrituras, he encontrado muchos pasajes que me han desafiado profundamente. Algunos otros pasajes son confusos y difíciles de comprender. No estoy hablando de esos pasajes. Estoy hablando acerca de los que son claros . . . de los que destruyen mi zona de comodidad.

    LA MUERTE Y LA VIDA

    Jesús manejaba bien las palabras. Él era gentil como un cordero. Acogió a los marginados como amigos, tocó a los leprosos para sanarlos y cargó a los niños en sus brazos. Pero también demandó completa lealtad y total obediencia—nada más, nada menos—. Si nos enfocamos exclusivamente en su bondad y compasión, solamente comprendemos parte de su carácter, su propósito y su corazón.

    En la actualidad muchos cristianos están convencidos de que Jesucristo vino a la Tierra para hacerlos felices y exitosos. En la Iglesia mundial parece que somos atraídos hacia los libros y mensajes que se enfocan en el éxito, el cumplimiento y el placer. Cuando experimentan cualquier tipo de desilusión, ellos creen que Dios los ha defraudado. ¡El dolor no es parte del plan! Entonces ellos asumen que Dios es malo, porque los dejó lastimarse. Pero Jesús no vino a hacernos sentir mejor respecto del egoísmo y los pecados. Él vino para perdonar nuestros pecados, transformarnos y cambiar nuestro corazón, de manera que veamos el pecado como detestable en lugar de deseable. Para que esto suceda, algo en lo profundo de nosotros tiene que morir.

    Esta es la verdad: Jesús no vino para lastimarnos. Él vino para matarnos.

    Poco tiempo antes de que Jesús fuera arrestado, Él les dijo a Felipe y a Andrés:

    Les digo la verdad, el grano de trigo, a menos que sea sembrado en la tierra y muera, queda solo. Sin embargo, su muerte producirá muchos granos nuevos, una abundante cosecha de nuevas vidas. Los que aman su vida en este mundo la perderán. Los que no le dan importancia a su vida en este mundo la conservarán por toda la eternidad.

    —JUAN 12:24–25

    Jesús no vino para hacer que nuestra vida normal, egoísta y pecaminosa fuera un poco mejor. Él vino para cambiar radicalmente la vida que conocemos. Él vino para matar nuestra vida pecaminosa, de manera que nosotros pudiéramos experimentar la vida verdadera. Un grano de trigo no brota hasta que muere al ser plantado. Jesús se estaba refiriendo a su propia muerte, sepultura y resurrección que sería tan solo algunos días más tarde; pero Él nos aplicó sería tan solo algunos días más tarde; este principio a nosotros también.

    Jesús no vino para lastimarnos. Él vino para matarnos.

    Si amamos nuestra vida de pecado—valorando el éxito, el placer y la aprobación por sobre todas las cosas—nuestra vitalidad espiritual se marchitará y morirá. Pero si nuestro amor por aquellas cosas falsas muere, si nos dan igual, experimentaremos la verdadera aventura de conocer, amar y seguir a Cristo. ¡Viviremos de verdad! Es nuestra elección.

    Es posible que aquellos que no estén familiarizados con el concepto bíblico de vida mediante la muerte asuman: Sí, pero ese es un solo pasaje. Seguramente no es importante para la enseñanza bíblica. De hecho, el principio se encuentra a lo largo de las Escrituras. Por ejemplo, la epístola de Pablo a los Romanos contiene muchas referencias al respecto. Él explica que continuar pecando no es lógico para quien es creyente:

    ¡Por supuesto que no! Nosotros hemos muerto al pecado, entonces, ¿cómo es posible que sigamos viviendo en pecado? ¿O acaso olvidaron que, cuando fuimos unidos a Cristo en el bautismo, nos unimos a él en su muerte? Pues hemos muerto y fuimos sepultados con Cristo mediante el bautismo; y tal como Cristo fue levantado de los muertos por el poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva.

    —ROMANOS 6:2–4

    ¿Qué significa seguir a Jesús? Significa que estamos unidos a Él en la muerte y la resurrección. Jesús amaba al Padre con todo su corazón; nosotros amaremos al Padre con todo nuestro corazón. Jesús obedeció al Padre, incluso cuando le costara la vida; nosotros obedeceremos a Dios cuando sea inconveniente y doloroso. Escogemos vivir en rectitud y obediencia, no solamente cuando estamos en la iglesia el domingo por la mañana, sino todo el día, todos los días. Vivimos para Dios, no para nosotros mismos. Estudiamos la Palabra de Dios, oramos, damos, servimos y actuamos como discípulos de Cristo, no para ganarnos puntos con Dios y torcerle el brazo para que nos bendiga; ¡sino porque ya hemos sido bendecidos más de lo que podemos imaginar!

    Cuando confiamos en Jesús, nos unimos a Él en la muerte y su sangre paga nuestros pecados. Él nos resucita de la muerte a la vida nueva. La vida cristiana, entonces, no es solamente un conjunto diferente de leyes morales, de reglas rígidas ni de hábitos a seguir. ¡Es morir a nosotros mismos y resucitar a la vida en Él! Ahora todo es diferente. Nada es igual. Aquello que solía ser muy importante comienza a perder trascendencia en nuestro corazón. Deseamos conocer, amar, servir y honrar a Dios con un corazón lleno de agradecimiento. Nuestro propósito ha cambiado, nuestro corazón es transformado y nuestra fidelidad es alterada para siempre. Pablo resume la transformación radical: Pero ahora quedaron libres del poder del pecado y se han hecho esclavos de Dios. Ahora hacen las cosas que llevan a la santidad y que dan como resultado la vida eterna. Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor (Romanos 6:22–23).

    No solamente nos sentamos, nos empapamos y nos agriamos en el banco de la iglesia, ¡los cristianos que permanecen sentados incuban hipocresías! Nos levantamos, salimos y nos encargamos de la gente que nos rodea con amor, humildad y poder.

    ¿Por qué no más cristianos viven completa y totalmente por Jesús? Porque están perdiendo la guerra de su corazón. ¿Una guerra? Sí, una guerra feroz. Si pensamos que convertirse en cristiano debe hacer que la vida sea suave y fácil, necesitamos pensarlo de nuevo. Cualquier persona perceptiva sabe acerca de la batalla de nuestros deseos egoístas y nuestro anhelo de honrar a Dios. Pablo lo explicó de la siguiente forma: Amo la ley de Dios con todo mi corazón, pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí. ¡Soy un pobre desgraciado! ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado y la muerte? (Romanos 7:22–24).

    La batalla es feroz, pero no es imposible. La respuesta a la lacerante pregunta de Pablo, la obtenemos inmediatamente: ¡Gracias a Dios! La respuesta está en Jesucristo nuestro Señor. Así que ya ven: en mi mente de verdad quiero obedecer la ley de Dios, pero a causa de mi naturaleza pecaminosa, soy esclavo del pecado (v. 25).

    En el capítulo siguiente, él aplica esta verdad a la vida diaria. Nuestra identificación con la muerte de Cristo no es solamente una teoría; esta moldea nuestras decisiones en cada momento. Pablo explica: Los que están dominados por la naturaleza pecaminosa piensan en cosas pecaminosas, pero los que son controlados por el Espíritu Santo piensan en las cosas que agradan al Espíritu. Por lo tanto, permitir que la naturaleza pecaminosa les controle la mente lleva a la muerte. Pero permitir que el Espíritu les controle la mente lleva a la vida y a la paz (Romanos 8:5–6). ¿En qué pensamos todo el día, todos los días? Si miráramos de cerca los contenidos de nuestros pensamientos durante veinticuatro horas, ¿qué revelarían acerca de nuestro corazón y nuestros valores? Algunos de nosotros no pensamos en Dios ni una sola vez en el día, posiblemente hagamos alguna oración breve o leamos un versículo corto. Esto se parece más a un hechicero que sacude su mano sobre una poción mágica. No tenemos que estar en la iglesia todos los días, todo el día, para que nuestra mente esté enfocada en Dios. No

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