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Al Mando: Encuentre el líder dentro de usted
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Libro electrónico305 páginas6 horas

Al Mando: Encuentre el líder dentro de usted

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Al mando es el mejor concebido y organizado libro que Munroe ha entregado a sus  ávidos seguidores con un mensaje cautivador que atraerá a un público nuevo de auto-ayuda y a lectores de negocios. Usualmente se enseña que primeros están los líderes, y luego los seguidores . Este libro rompe ese mito. Todo el mundo, afirma Myles Munroe, es un líder. Al mando nos muestra cómo nuestros diferentes talentos y habilidades están destinados para su aplicación en el ámbito en el que estamos destinados a dirigir.  
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento5 abr 2013
ISBN9781621361626
Al Mando: Encuentre el líder dentro de usted

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    Excelente libro, súper motivacional, muy interesante su punto de vista. Lo recomiendo.

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Al Mando - Myles Munroe

MYLES MUNROE

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Al mando por Myles Munroe

Publicado por Casa Creación

Una compañía de Charisma Media

600 Rinehart Road

Lake Mary, Florida 32746

www.casacreacion.com

No se autoriza la reproducción de este libro ni de partes del mismo en forma alguna, ni tampoco que sea archivado en un sistema o transmitido de manera alguna ni por ningún medio—electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro—sin permiso previo escrito de la casa editora, con excepción de lo previsto por las leyes de derechos de autor en los Estados Unidos de América.

A menos que se indique lo contrario, el texto bíblico ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® Copyright © 1999 por Bíblica, Inc.® Usada con permiso. Todos los derechos reservados mundialmente.

Los textos bíblicos marcados (RVR1960) fueron tomados de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.

Traducido por: pica6.com (con la colaboración especial de Danaé G. Sánchez Rivera y Salvador Eguiarte D.G.)

Director de diseño: Bill Johnson

Originally published in the U.S.A. under the title: In Charge

Published by Faith Words

Copyright © 2008 by Myles Munroe

All rights reserved.

This edition published by arrangement with Faith Words, New York, New York, USA.

All rights reserved.

Las referencias que menciona el autor sobre personas, conocidas o no, y sus experiencias, son basadas en la información que el autor tenía al momento de publicar el libro en el 2008.

Visite la página web del autor: www.bfmmm.com

Copyright © 2013 por Casa Creación

Todos los derechos reservados

Library of Congress Control Number: 2013931068

ISBN: 978-1-62136-161-9

E-book ISBN: 978-1-62136-162-6

Nota de la editorial: Aunque el autor hizo todo lo posible por proveer teléfonos y páginas de internet correctas al momento de la publicación de este libro, ni la editorial ni el autor se responsabilizan por errores o cambios que puedan surgir luego de haberse publicado.

Impreso en los Estados Unidos de América

13 14 15 16 17 * 5 4 3 2 1

Para los seis mil setecientos millones de personas de la Tierra que están buscando sentido y significado en la vida, y que creen profundamente que nacieron para hacer algo más que solo sobrevivir, ganarse la vida y morir.

Para la persona que está atrapada en la loca carrera humana y se encuentra presa de la noción de que el éxito en la vida es la acumulación de cosas materiales. Mi esperanza es que sea liberado del ciclo de la futilidad de la persecución de metas que su cultura y su sociedad han establecido, y que descubra el secreto de su plenitud personal.

Para los jóvenes de nuestras naciones que buscan propósito y significado en la vida. Que descubran el valor y el poder del regalo que les fue heredado, y se conviertan en líderes de su generación, sirviendo con ese regalo al mundo.

¡Para todos los fiduciarios y miembros de la International Third World Leaders Association! Que continúen manifestando y maximizando su capacidad de liderazgo y la de los demás.

Para mi hija y mi hijo, Charisa y Chairo (Myles Jr.), cuyo potencial de liderazgo ha inspirado muchos de los principios de este trabajo. Que continúen siguiendo su destino de servir con su don de liderazgo a su generación.

Para la Fuente de todos los dones, el Creador de destinos y Sustentador de la vida. Que tu verdad explote en el corazón de todos los que lean estas páginas.

RECONOCIMIENTOS

Cada logro de la vida es el resultado del esfuerzo colectivo. Así como se necesita de un ejército para educar a un niño, también se necesita de un equipo para escribir un libro. Conscientes de que somos una suma total de todo lo que hemos aprendido de todas las personas y experiencias que hemos conocido y tenido en nuestra vida, nadie puede tomarse todo el crédito de ninguna medida de éxito en cualquier empresa. Este libro no difiere en forma alguna de lo anterior.

Deseo agradecerle a mi amada esposa, Ruth, y a mis hijos, Charisa y Chairo (Myles Jr.), por su apoyo, paciencia y colaboración mientras persigo la infinidad de proyectos incluidos en mi misión terrenal. Ustedes son mis principios preciados. Gracias por ayudarme a manifestar mi don inherente y permitirme servirle al mundo.

A Adrienne Ingram, quien coordinó este proyecto, por su aliento, aportes, dedicación, motivación y por darme seguimiento para completar este proyecto.

Angela Dodson, por su increíble don, inspiración y habilidad para extraer de mí lo mejor de este contenido. Este trabajo no habría sido completado sin usted, ya que continua y consistentemente demostró el mero principio de este libro: el liderazgo de servicio. Estoy eternamente agradecido y siempre recordaré su contribución a través de su don.

CONTENIDO

Prólogo del autor: Enseñado para servir, no para dirigir

Introducción: Preguntas del corazón

PARTE 1

DISEÑADO PARA SERVIR Y DIRIGIR

LA PARADOJA

1 Yo estoy al mando. La batería y el cable

¿QUIÉN TIENE EL PODER?

2 Nacido para dirigir, preparado para servir

SERVIR PARA DIRIGIR

3 ¿Por qué dirigir?

UN MUNDO QUE NECESITA DIRECCIÓN

4 ¿Quién es el más importante?

EL QUE SIRVE

PARTE 2

LOS SIETE PRINCIPIOS DEL LIDERAZGO DE SERVICIO

5 Este es mi lugar, vete a buscar el tuyo

PRINCIPIO 1: ES PREDETERMINADO Y NO UNA PREFERENCIA

6 ¿Quién murió y lo dejó al mando? El mandato del dominio

PRINCIPIO 2: ES UNA POSICIÓN PREPARADA

7 Competir por una posición: Los hijos de Zebedeo

PRINCIPIO 3: DEMANDA UN PRECIO

8 Está en chino: Elimine las viejas ideas

PRINCIPIO 4: ES INHERENTE

9 Revise las reservaciones: Su nombre está en la lista

PRINCIPIO 5: ES UN DEPÓSITO DIVINO

10 No se puede quedar con ellas: Comparta las riquezas

PRINCIPIO 6: NO ES PARA USTED, SINO PARA LOS DEMÁS

11 Los líderes no nacen, se hacen: El autodescubrimiento es el ingrediente principal

PRINCIPIO 7: SEA USTED MISMO PARA EL BENEFICIO DE LOS DEMÁS

PARTE 3

PREPARADO PARA SERVIR

LA PRÁCTICA DEL LIDERAZGO

12 Creer: El poder de la filosofía

13 Preparación: La caja de herramientas de un líder

14 Refinamiento: Sea una edición limitada

15 Visualización: Ordenar mis pasos

16 Integridad: Proteja su don

17 Capacitación: ¿Quién le sucederá?

Apéndice 10 claves para convertirse en un líder

Notas finales

PRÓLOGO DEL AUTOR

Enseñado para servir, no para dirigir

Era una hermosa mañana soleada en mi ciudad, llamada Bain’s Town, en la pequeña isla de veinte por siete millas, llamada Nueva Providencia, donde también se encuentra nuestra capital, Nassau. Más de doscientos de nosotros, de tan solo seis y siete años de edad, permanecimos afuera en el suelo de tierra, con uniformes escolares verde y blanco, perfectamente planchados. Cada uno de nosotros sostenía un palo de veinte pulgadas del que pendía un pedazo de tela con la bandera del Reino Unido de Gran Bretaña, llamada Bandera de la Unión. A las nueve de la mañana, la temperatura ya era de noventa grados, pero teníamos la orden de no mover ni un músculo. Gotitas de sudor caían por mi ceja hacia mi boca. Era el Día de las Banderas de la Mancomunidad y nosotros estábamos guardando una antigua tradición de nuestros gobernantes imperialistas.

Todas las escuelas de la isla debían reunir a sus alumnos en asambleas para honrar a la reina de Gran Bretaña con canciones patrióticas, lecturas de poesía británica y juramentos colectivos a nuestra monarquía y al imperio al que representaban. Todas somos llamadas colonias y sabíamos que éramos considerados súbditos de segunda clase de Su Majestad y del Gran Reino Unido de la Gran Bretaña.

Yo estaba participando en la misma ceremonia, al igual que incontables millones de chicos en toda la mancomunidad de la Gran Bretaña. Todos éramos súbditos de colonias de reinos europeos. Entre estos reinos se encontraban Gran Bretaña, Francia, España, Portugal, Bélgica y Holanda. La colonización impactó la mayor parte del mundo, incluyendo Centro y Sudamérica, África, la India, las Islas del Pacífico, Asia, Norteamérica y las Islas del Caribe, donde yo nací.

Esa cálida mañana del Día de la Mancomunidad, bajo el directo sol abrasador, cantamos las canciones del Imperio, como lo hacíamos cada mañana. Uniformados, disfrutamos cantar esas canciones, cada uno intentando ser escuchado más que los demás. Ellos nos estaban lavando el cerebro, convirtiéndonos, condicionándonos y finalmente modelando nuestro concepto, la autoestima, la autovaloración y la percepción del mundo en el que viviríamos. Estas canciones también reforzaban los libros que nuestros maestros británicos utilizaban en cada salón, volúmenes que solamente hablaban de la vida, la cultura y la historia inglesas. Debíamos convencernos de que todo lo británico era bueno, honorable, superior y justo.

Sin embargo, la impresión más vil en nuestra joven mente fue que nacimos para servir y adorar al imperio, que no éramos capaces del liderazgo. Nos condicionaron a depender de los poderes coloniales para la vida y los valores, entrenados en que no podíamos determinar nuestro propio destino, trazar nuestro propio futuro, planear nuestra vida.

Los preceptos que nos enseñaron a nosotros y a los colonos de todos los continentes desde la cuna y durante toda la vida, continúan afectándonos hasta hoy en nuestra era postcolonial. A continuación vemos las letras de las canciones que nos hacían cantar todos los días; tenga en mente que eran cantadas por los hijos de aquellos que habían sido sometidos bajo esclavitud:

Cuando Bretaña, primera al mando del cielo

Se levantó del azur mar;

Se levantó, se levantó del azur mar;

Este fue el decreto, el decreto de la tierra,

Y los ángeles guardianes cantaron este son:

¡Gobierna, Bretaña! ¡Bretaña, gobierna las olas!

¡Los bretones nunca, nunca, nunca deben ser esclavos!

¡Gobierna, Bretaña! ¡Bretaña, gobierna las olas!

¡Los bretones nunca, nunca, nunca deben ser esclavos!

O nuestra favorita:

Dios salve a la clemente Reina

Viva nuestra noble Reina

¡Dios salve a la Reina!

La envíe victoriosa,

Reine por siempre sobre nosotros,

¡Dios salve a la Reina!

Las afirmaciones que tenían mayor impacto en nuestra mente impresionable eran: Los bretones nunca, nunca, nunca deben ser esclavos y Reine por siempre sobre nosotros.

Estas canciones las cantaban millones de colonos en África, Asia, América y el Caribe. Cantábamos ambas afirmaciones mientras éramos esclavos y súbditos de los poderes imperiales. Ellos nunca serían esclavos, cuando nosotros estábamos siendo esclavizados al momento de cantar. ¿Puede imaginarse las implicaciones psicológicas?

Los resultados de esta experiencia fueron naciones independientes dirigidas y compuestas por personas a quienes les robaron su sentido de individualidad, de autoestima, de autoconfianza y la fe en su capacidad de dirigir. La mayoría de las naciones que son producto de este condicionamiento mental de colonización, han luchado y continúan luchando con problemas de liderazgo.

Resulta irónico que los antiguos colonizadores y los poderes imperiales culpen y acusen a estas nuevas naciones en desarrollo por su falta de liderazgo efectivo, cuando de hecho, ellas crearon líderes pobres que a menudo gobiernan estas naciones.

La colonización y la opresión imperial a través de la historia tuvo como resultado la incapacidad para guiar, desarrollar, cultivar y producir líderes. La opresión que se permeó en la sociedad estadounidense tuvo el mismo resultado. Los Padres Fundadores de los Estados Unidos fueron producto de la sociedad que perpetró la colonización y de la filosofía de superioridad a través del dominio. De ahí que floreció el comercio de esclavos en los primeros años de la Federación de los Estados Unidos de América y los pueblos antes oprimidos de la sociedad estadounidense—tales como los amerindios y los esclavos negros—en la actualidad luchan con el problema del desarrollo eficaz del liderazgo en sus comunidades.

La opresión nunca produce liderazgo, sino que sofoca el gran potencial de liderazgo que reside en todo ser humano.

Mi viaje de descubrimiento

A partir de este contexto, yo emergí para enfrentar la vida y luchar con la necesidad interna de encontrar significado. El condicionamiento mental en el que yo había nacido para ser gobernado y destinado por la providencia a ser esclavo eran mis fuerzas opositoras. De joven, no tenía idea de que esta era una opresión psicológica practicada desde la civilización egipcia que se trasminó a los imperios de los griegos y los romanos, y se convirtió en un hilo entretejido en el tapiz colonial del famoso Nuevo Mundo.

Así que parado ahí bajo el calor del sol del Caribe, yo estaba comenzando un viaje para descubrir que no había nacido para ser gobernado, ni estaba destinado a ser un seguidor atrapado por la providencia en una vida de subyugación.

Me tomó años el liberar mi mente del daño histórico de la opresión y comprender que no solamente yo era capaz de convertirme en un líder, y que estaba destinado a serlo, sino también que cada humano de este planeta fue creado para el propósito de liderazgo y que posee la capacidad y el potencial de liderazgo. Este libro se trata acerca del descubrimiento. Se trata acerca de usted y del potencial que posee para convertirse en una influencia en su mundo y en las futuras generaciones.

El verdadero liderazgo no mantiene seguidores, sino que produce líderes. De eso se trata este libro. Abordaré esta cicatriz histórica de la psique de la raza humana y proporcionaré información, herramientas e información necesarias para liberar a cada persona de los grilletes de la opresión. Deseo desafiarlo y retarlo, como el aspirante a líder que es, a descubrir una verdad acerca del liderazgo que ningún ser humano pueda cancelar si usted la abraza.

INTRODUCCIÓN

Preguntas del corazón

¿E l liderazgo se trata de poder, posición, talento, habilidad, autoridad, algún rasgo físico único, estatus social, herencia familiar o un carisma especial? ¿Es el liderazgo producto de un privilegio de nacimiento o el resultado de echar suertes o del voto democrático? ¿El liderazgo es una cita colectiva o la recompensa conferida después de una lucha con fuerzas antagónicas? ¿El liderazgo está reservado solamente para una élite elegida por la providencia y separada de las masas de mortales normales que luchamos por una sensación de importancia?

¿El liderazgo requiere seguidores? ¿Es necesario que los líderes tengan títulos? ¿El liderazgo es una distinción de superioridad, una disposición de ventaja y cualidades de grandeza que separan a uno del resto? ¿El liderazgo es la manifestación del intelecto o de una capacidad cognitiva superiores? ¿El liderazgo está reservado solamente para una raza específica o para una clase de personas? ¿Los líderes son más inteligentes, sabios, importantes, hábiles y carismáticos que los seguidores?

Estas son preguntas con las que luché desde mi juventud estando en mi país natal, Bahamas y creo haber encontrado las respuestas.

Nada sucede sin liderazgo. Nada cambia sin liderazgo. Nada se desarrolla sin liderazgo. Nada mejora sin liderazgo. Nada se corrige sin liderazgo. Todos, en todos lados, todo el tiempo están siendo dirigidos. Cuales sean las condiciones, circunstancias o el predicamento en el que se encuentre una persona, una familia, una comunidad, una organización o una nación, alguien la dirigió a él.

Nosotros somos dirigidos directa o indirectamente, consciente o inconscientemente. El liderazgo es perpetuamente ejercido sobre nosotros seamos políticos, sacerdotes, padres, jefes o maestros. Incluso los ciegos pueden dirigir, según el joven rabino judío, Jesucristo.

Se dice que todos tenemos los líderes que merecemos. En esencia, generalmente somos dirigidos por personas a quienes elegimos someternos, ya sea por voto, por elección o por acuerdo.

De todos los desafíos del siglo XXI que el mundo debe enfrentar, tales como el terrorismo, las guerras, las epidemias, el calentamiento global y la corrupción colectiva, el mayor es encontrar líderes eficaces. Los europeos están buscando líderes para atacar la inmigración y el desasosiego económico. Las exnaciones soviéticas están buscando líderes que resuelvan la consecución de negocios y los problemas de delincuencia. Los países africanos están buscando un liderazgo que dé fin a la corrupción cultural y termine con la guerra civil y las funestas crisis tales como la sequía, la hambruna y el SIDA. Las naciones en vías de desarrollo, tales como Irak, esperan un liderazgo que represente adecuadamente las diferentes fracciones y necesidades de su país.

Demasiados líderes, liderazgo escaso

No es que no haya personas que ocupen cargos de liderazgo en el mundo. En la actualidad tenemos demasiados líderes, pero tristemente no demasiado liderazgo. Tenemos líderes en la arena social, religiosa, política y en muchas otras; pero, ¿qué tipo de mundo han producido todos estos líderes y su predecesores?

Nuestro mundo está lidiando con asuntos cruciales que deben abordarse. Nuestras condiciones globales demandan un buen liderazgo. No obstante, nuestro dilema es que los líderes han ayudado a crear estos problemas o que están abrumados por los problemas que han heredado. La funesta condición de la humanidad es el resultado de un liderazgo pobre.

Por ejemplo, el avance tecnológico está superando la cultura. Solamente alrededor de 10% de la población mundial tiene acceso a la tecnología que puede mejorar e incluso salvar vidas, lo cual significa que estamos aislando del avance a miles de millones de personas. No obstante, al mismo tiempo, las naciones que tienen acceso a la última tecnología están siendo forzadas a avanzar más allá de su capacidad de mantener el ritmo de todo tipo de desarrollo. El cambio se está dando tan rápidamente que la gente no puede absorber ni aplicarlo en su vida en una manera saludable. Las denominadas comodidades de la comunicación y los negocios se han convertido en una carga, en lugar de ser el beneficio que contemplaron los líderes tecnológicos.

Otro problema es la distribución equitativa de los recursos terrestres. La pobreza per se, no existe en el mundo. Esta es causada mayormente por un problema de liderazgo que no permite que los recursos terrestres vayan a aquellos que los necesitan.

Me encontraba en Minnesota para llevar a cabo algunos seminarios y aparecer en algunos programas televisivos. Durante el tiempo en que estuve allá, mi anfitrión me llevó a Fargo, Dakota del Norte. Se puede conducir durante tres o cuatro horas en esa región y todo lo que verá serán tierras de labranza.

Mi anfitrión me preguntó: ¿Ves el maíz? La razón por la que no lo están cosechando, aunque ya esté listo, es porque el precio no es correcto todavía. Y si el precio no es correcto, ellos destruirán ese maíz y lo incorporarán de nuevo a la tierra para que puedan ocasionar escasez.

La gente de Zambia, Malaui y Botsuana necesitan maíz, pero debido a que el precio no es correcto, los agricultores de Dakota del Norte lo destruyen en lugar de enviarlo a África.

Cuando los alimentos son enviados a los países pobres, los problemas de distribución a menudo evitan que lleguen a quienes más lo necesitan. Algunos de los líderes de aquellos países guardan los alimentos para sí mismos y dejan que su gente muera de hambre. En el mundo no existe la pobreza real; sino que hay líderes políticos, comerciantes e inversionistas que están motivados por otras agendas.

Hay problemas internacionales de salud. Cada sesenta segundos, siete personas contraen SIDA. La amenaza para la salud es inimaginable y nuestros líderes médicos parecen ser incapaces de atacarla.

Hay conflictos religiosos y culturales. Recientemente, cuando estuve en Inglaterra, los británicos estaban debatiendo qué hacer con la comunidad musulmana porque algunos ciudadanos británicos de ascendencia musulmana estaban organizándose y conspirando con destruir el país. Cuando nuestros propios ciudadanos se convierten en terroristas basados en las diferencias religiosas, significa que tenemos un problema de liderazgo.

De manera similar, Francia está lidiando con el influjo creciente de musulmanes de origen turco. Temen tener que cambiar el sistema educativo para dar cabida a la vestimenta y el idioma islámico. Los líderes de gobierno no saben qué hacer con el sistema educativo, porque la inmigración parece estar sacudiendo su base.

Estados Unidos está enfrentando sus propios problemas de inmigración. Algunos debaten si construir o no un muro en su frontera con México. A la vez, muchos líderes del congreso estadounidense están peleando a favor de que los inmigrantes reciban un estatus y privilegios.

Todos estos son dilemas de liderazgo.

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