Relatos para anunciar que Jesús es el Señor

Por Pedro Sánchez Trujillo

Se ofrecen aquí 46 relatos originales que siguen el contenido presentado en el catecismo de iniciación sacramental Jesús es el Señor, de la Conferencia Episcopal Española. Los relatos están pensados para que los catequistas de las comunidades cristianas y los adultos de la familia -padres, madres, abuelos y abuelas- sean más eficaces en su tarea de anunciar el mensaje cristiano a los niños y niñas a partir de los siete años mediante una catequesis narrativa.

• Idioma: Español
• Editorial: PPC Editorial
• Fecha de lanzamiento: 25 abr 2014
• ISBN: 9788428827041

Vista previa del libro

A los padres y catequistas

de la Parroquia de la Sagrada Familia, de Málaga,

que guardan en su corazón

la gran noticia: Jesús es el Señor

Los relatos de esta obra siguen el esquema de contenidos del catecismo para la iniciación sacramental

Jesús es el Señor

de la Conferencia Episcopal Española

Edice, 2006,

a cuyo original remitimos.

Jesús es el Señor

Para los primeros cristianos, Señor es el título dado a Jesús resucitado, a quien ven con el poder de Dios. Por la resurrección, Dios lo ha constituido Señor y Cristo (Hch 2,36). Jesús es el Señor fue la fórmula de confesión de su divinidad.

La ascensión de Jesús (véase en la portada la Cruz de la Ascensión, inspirada en un modelo siriaco y realizada por Nelda Vetorazzo), no se trata de un desplazamiento local sino de un cambio en el modo de ser. En realidad, la ascensión coincide con la resurrección: Cristo vive junto al Padre en un estado glorioso.

PRESENTACIÓN

Relatos para anunciar que Jesús es el Señor

San Pablo resume en la carta a los romanos (10,17): Fides ex auditu. O sea, la fe entra por los oídos. O de otra forma, la fe surge de la proclamación. ¿Y qué mejor forma de realizar esta proclamación que los relatos?

El ser humano es un ser construido con historias. Y las historias pueden ayudarnos a descubrir lo esencial de la vida. Y lo esencial de la fe. Al fin y al cabo, así lo hacía Jesús:

Con muchas parábolas como estas, Jesús les anunciaba el mensaje, acomodándose a su capacidad de entender. No les decía nada sin parábolas (Mc 4,33).

Eso mismo podemos hacer nosotros: narrar historias que nos hagan vivir para descubrir lo esencial del mensaje cristiano.

El autor de esta obra es discípulo y experto conocedor del beato Manuel González, obispo que fue de Málaga, catequista nato y gran narrador de historias. Y se le nota: aquí ofrece 46 relatos originales que quieren servir de apoyo al contenido presentado en el catecismo Jesús es el Señor, de la Conferencia Episcopal Española (Edice, 2008), cuyo esquema de contenidos se sigue desde el principio al final.

Estos relatos están pensados para que los padres de familia –y también los abuelos– y los catequistas de las comunidades cristianas sean más eficaces en su tarea de anunciar a los niños y niñas desde siete años en adelante que Jesús es el Señor y que merece la pena vivir como él vivió.

Estos relatos facilitan una catequesis narrativa y viva que ayudarán a lograr lo que el beato Manuel González decía: La catequesis es el catequista. Esto significa que toda catequesis está condicionada por la persona, particularmente por lo que ella trasmite con su vida y muy especialmente por la relación que establece con los destinatarios de su catequesis. Eso implica que el mejor catecismo impreso nunca podría sustituir al testimonio del catequista, y que cualquier catequista, con gracia del cielo y de la tierra –como dice el mismo obispo González–, sí podría perfectamente sacar partido y compensar al catecismo más desfasado que haya caído en sus manos.

Este libro, lo mismo que uno anterior del mismo autor, publicado en esta misma colección (P. S. TRUJILLO, Relatos para el despertar religioso. Los primeros pasos de la fe desde la familia y la parroquia, PPC, 2008), se ha escrito pensando en ayudar a los miembros adultos de la familia y a los catequistas de las comunidades cristianas a que puedan convertir el catecismo con letra impresa en un catecismo vivo o, mejor, a que ellos mismos se conviertan en ese catecismo vivo y así pueden trasmitir la fe desde su vida. Sabemos que así ha sucedido, pues este material, como el anteriormente publicado, ha resultado una buena ayuda a los padres que lo han utilizando como base y sugerencia para su implicación en la catequesis de sus hijos, lo mismo que a los catequistas que se han servido de él.

En ese sentido cabe recalcar el poder evocador y formativo del relato. La eficacia de estos relatos será mayor si se narran de forma viva y creíble, de modo que se conviertan en experiencias vivas que ayuden al niño a descubrir lo que él va viviendo. De esta forma, padres y catequistas podrán preparar, apoyar y afianzar con estos relatos la catequesis que reciban los niños en su primera iniciación cristiana.

Ya se verá cómo algunos relatos presentan situaciones fuertes y descarnadas que pueden extrañar a algunos padres o catequistas. El autor, párroco en una barriada malagueña, no hace más que reflejar situaciones vitales con las que se relaciona cada día y a las que ha de dar respuesta. Otros relatos tienen una orientación muy concreta, propia del autor, de los contenidos que desarrolla. Por eso padres y catequistas podrán usar estos relatos tal como están aquí o sabrán adaptarlos a las necesidades de los niños y niñas a quienes anuncian el mensaje de Jesús. Y sería mejor todavía que ellos mismos pudieran crear unos nuevos relatos –al estilo de estos, sobre todo si quieren cambiar su contenido– para anunciar de todas las formas posibles que Jesús es el Señor y que puede seguir dando sentido a nuestras vidas colmándolas de esperanza y de alegría.

HERMINIO OTERO

INTRODUCCIÓN

Catequesis de la comunidad

La catequesis de los niños y niñas, de 7 a 9 ó 10 años, se ha de apoyar en los padres y en la comunidad parroquial, que son el segundo catecismo vivo para los niños.

Los catequistas en todo momento deben referirse a Jesús como el Amigo de sus padres y de los cristianos, a quien irán conociendo en la parroquia.

Los niños deben notar que sus padres no son unos extraños para la parroquia y que esta tampoco lo es para ellos. De este modo, si la Iglesia es como la matriz donde se gesta la fe recibida en el Bautismo, ellos son su cordón umbilical. Esto lo comprobarán, sobre todo, en las principales celebraciones litúrgicas del año: Navidad, Semana Santa, Pentecostés…

Para los niños, la parroquia tiene que ser la prolongación de su familia, o la Gran Familia en la que se encuentran integradas la suya y las de sus compañeros de catequesis. La mejor ocasión para comprobar esto será la celebración de la misa dominical, en la que se tenga en cuenta a todos y a cada grupo.

En la misa dominical los niños deben percibir que, para sus padres y para la comunidad, Jesús es el Señor. Los cantos, los gestos y las respuestas lo manifestarán a lo largo de la celebración.

Por Jesús los cristianos se reúnen en la misa para celebrar su muerte y resurrección, escuchar su palabra, afirmar la fe en él, dar gracias al Padre por la entrega de su Hijo amado, compartir la comida de su cuerpo y la bebida de su sangre y recibir el encargo-misión para la semana.

Lógicamente, sin la participación de los padres con sus niños en la misa dominical, la catequesis semanal puede quedar en una simple clase de Religión.

Sin la misa del domingo no se puede vivir como cristiano. Es la respuesta que en el año 304 algunos cristianos de Bitinia dieron al juez que los condenó a muerte cuando fueron sorprendidos un domingo en misa, lo cual estaba prohibido bajo pena de muerte.

En efecto, el domingo es el día de la Comunidad Cristiana, y la participación en la misa es una necesidad vital, pues sin Jesús, el Señor, la vida misma está vacía.

PEDRO SÁNCHEZ TRUJILLO

SUGERENCIAS PARA UTILIZAR ESTE LIBRO

Este libro está pensado principalmente para los padres y los catequistas de los niños de la catequesis parroquial.

■ Núcleos y temas

Este libro contiene los mismos temas que el Catecismo Jesús es el Señor, que nos ofrece la Conferencia Episcopal Española para la catequesis de los niños y niñas de esta edad.

Como puede verse, los 44 temas del catecismo aparecen agrupados en 10 núcleos. Es muy importante, durante las catequesis de cada núcleo, no desatender el mensaje central y aglutinador del mismo. Conviene leer con atención la presentación de cada uno de los núcleos antes de empezar los temas sucesivos que lo forman.

■ Los relatos

Lo fundamental son los relatos que se ofrecen a los padres (o catequistas), para que los cuenten o se los lean a su hijo. Lo bueno sería narrarlo –mejor que leerlo–. De esa forma, además, el relato se puede adaptar en contenido y forma a las necesidades: realidad del hijo o de los niños del grupo de catequesis.

Cada relato encaja perfectamente con un tema del catecismo y, bien enfocado, da pie a desembocar en él. No podemos olvidar la pista esencial que nos apunta el título de este libro: "Relatos para anunciar que Jesús es el Señor".

■ Introducción al tema

Antes del relato, detrás del dibujo, se indican a los padres y catequistas algunos aspectos que no pueden olvidar en cada tema. Es importante que el educador en la fe actualice, en su memoria de creyente, lo esencial del mensaje. Para no andarse por las ramas.

Puede que cada relato no se ajuste totalmente a lo que parezca más importante en cada tema, pero habrá que intentar enfocarlo a ese fin. Sin duda se podrían contar otras historias que resultasen más adecuadas.

■ Comentario

Detrás del relato hay un apartado titulado Comentario. Con él se quiere ayudar a los padres (y catequistas) a relacionar con el tema lo que se ha contado, para profundizar en su contenido. Sin mucha palabrería, se apuntan dos o tres líneas básicas que centran la reflexión y el diálogo con los padres o en el grupo.

■ Oración

Se ha querido expresamente que la oración que sigue sea breve y sencilla, y sirva de sugerencia. La mejor oración será la que brote del corazón del niño con la ayuda del Espíritu Santo. No se debe recurrir a expresiones vacías y rutinarias.

Sería bueno saborear la oración, gustarla, repetirla de formas diferentes: individualmente o en grupo; como un susurro o con voz más fuerte;