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En Alianza, un camino de vida: Isabel Margarita González
En Alianza, un camino de vida: Isabel Margarita González
En Alianza, un camino de vida: Isabel Margarita González
Libro electrónico226 páginas2 horas

En Alianza, un camino de vida: Isabel Margarita González

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Información de este libro electrónico

“Hemos querido valernos de este libro para ayudarnos a peregrinar todos juntos; los que vamos y los que físicamente no lo hacemos. Para que los hijos del Schoenstatt chileno, unidos al padre Kentenich, con responsabilidad solidaria, con un sólo corazón y en un mismo espíritu, nos compenetremos hasta lo más hondo del espíritu de fundadores, renovemos nuestra Alianza y nos comprometamos decididamente a ser apóstoles santos para llevar Schoenstatt a la Iglesia de hoy.”

“Alegres en la esperanza y seguros de la victoria, vamos con María hacia los más nuevos tiempos” P.J.K.

Editorial Patris nació en 1982, hace 25 años. A lo largo de este tiempo ha publicado más de dos centenares de libros. Su línea editorial contempla todo lo relacionado con el desarrollo integral de la persona y la plasmación de una cultura marcada por la dignidad del hombre y los valores del Evangelio.

Gran parte de sus publicaciones proceden del P. José Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt o de autores inspirados en su pensamiento. Por cierto, también cuenta con publicaciones de otros autores que han encontrado acogida en esta Editorial.

De esta forma Editorial Patris no sólo ha querido poner a disposición de los miembros de la Obra de Schoenstatt un valioso aporte, sino que, al mismo tiempo, ha querido entregar a la Iglesia y a todos aquellos que buscan la verdad, una orientación válida en medio del cambio de época que vive la sociedad actual.
IdiomaEspañol
EditorialNueva Patris
Fecha de lanzamiento31 ago 2011
En Alianza, un camino de vida: Isabel Margarita González

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    En Alianza, un camino de vida - Isabel Margarita González

    Chile

    ORACIÓN

    DE LA PEREGRINACIÓN

    La oración del Jubileo 2014 es una oración de peregrinación.

    La formulación de esta oración estuvo motivada por el anhelo de contar con algo sencillo y breve, que se pueda rezar en diversas situaciones, tanto dentro de la familia como también con amigos del Movimiento y en el ámbito eclesial. No es una oración temática o programática, sino la oración de un peregrino que inicia un camino espiritual que lo llevará al santuario y desde ahí, transformado en misionero, al mundo.

    Oración:

    Querida Madre, Reina y Victoriosa,

    Tres Veces Admirable de Schoenstatt:

    Con alegría y gratitud peregrinamos

    a nuestro santuario

    para celebrar y renovarnos.

    La fe providencial del padre Kenteních

    te motivó a establecer tu hogar en Schoenstatt,

    y a la sombra del santuario surgió una familia,

    un nuevo camino espiritual en la Iglesia,

    un carisma para nuestro tiempo.

    Llenamos las vasijas del santuario

    con nuestros dones:

    con el agradecimiento y la entrega,

    con el arrepentimiento y el anhelo.

    Te pedimos con cada paso de esta peregrinación:

    aviva en nosotros

    el fuego del amor a ti, a la familia,

    al padre Kentenich y a la Iglesia.

    Danos fuerza para plasmar

    una cultura de alianza en nuestro mundo

    y edúcanos como instrumentos aptos en tus manos

    para responder a los desafíos del tiempo.

    Padre, tu alianza, nuestra misión.

    Amén.

    Qué es un Jubileo

    La palabra jubileo proviene del término hebreo yobel que era el cuerno de cordero que anunciaba a los judíos el comienzo de un año excepcional dedicado a Dios. Esta costumbre de proclamar un Año de Gracia estaba indicada en las escrituras y los judíos lo llevaban a cabo cada 50 años, liberando a los esclavos y restituyendo las posesiones compradas durante el medio siglo anterior. De esta tradición judía surge la costumbre cristiana de proclamar un año santo cada 25 años (jubileo ordinario).

    Pero el término jubileo también tiene su origen en la palabra latina iubilaeum del verbo iubilare que significa alegría, gozo o alabanza. San Gerónimo, al traducir la Biblia al latín, unió el concepto latino y el hebreo incorporando el término iubilaeum que desde entonces la Iglesia utiliza para referirse al año santo cristiano. En él Dios nos regala la excepcional remisión de nuestras culpas al concedernos la indulgencia plenaria, lo que motiva nuestra alegría y alabanza.

    La Iglesia ha establecido esta costumbre también para celebrar algún hecho destacado en la vida y la historia de la comunidad de los creyentes. Y porque somos familia, quiere que juntos aprovechemos los años de jubileo para que recordemos las raíces que nos dieron origen y las gracias fundacionales a quienes nos debemos; pidamos perdón por nuestras faltas y omisiones; agradezcamos los regalos recibidos; celebremos la fecundidad y la fidelidad que nos han conducido hasta este momento, y miremos hacia el futuro con heroísmo y decisión, proyectándonos según la voluntad del Padre Dios, para recomenzar con fuerza de fundadores.

    Nuestro año jubilar se enmarca dentro de esta realidad de los jubileos de la Iglesia Católica y la gran celebración de la que seremos parte será un enorme regalo para nosotros, pero también para toda la humanidad que se verá beneficiada por la renovación de la Alianza de Amor que María hizo con el padre José Kentenich: Nada sin ti, Nada sin nosotros; Ella se compromete a regalarse al mundo a través nuestro y nosotros a esforzarnos por ser dignos hijos suyos; una familia misionera, forjadora de una cultura de Alianza, a partir de nuestras distintas realidades, en el diario quehacer y de acuerdo al orden de ser.

    Qué es una peregrinación

    Peregrinar es viajar, salir del entorno propio cotidiano y ponerse en camino hacia un lugar santo para encontrarse con lo sobrenatural. Es dirigirse hacia un lugar preciso, donde se participa de una realidad diferente, facilitando así al peregrino el contacto con su mundo interior y con Dios.

    El peregrino acude al lugar santo en busca de un bien sobrenatural, pero la satisfacción de sus anhelos depende ante todo de su disposición interior y de su apertura de espíritu. El peregrino cultiva su espíritu de humildad, arrepentimiento o expiación, oración y caridad fraterna.

    La disposición interior del peregrino ha de verse reflejada en sus modales respetuosos, especialmente en los recintos sagrados (por ejemplo, guarda el debido silencio, se inclina ante el sagrario, participa atento en la liturgia, no come en los lugares que no han sido habilitados para ello, ni ensucia el entorno) y en su forma de vestir (viste semi-formalmente, de acuerdo a la importancia de la persona a quién visita: Dios).

    El equipaje del peregrino es su propia vida; su historia, su gente, sus penas, alegrías, éxitos, fracasos, propósitos y sueños. Todo lo trae consigo para que se empape de las gracias del lugar santo que visita.

    Nuestra peregrinación a Schoenstatt y al Santuario Original de la Madre Tres veces Admirable comenzó con nuestra Alianza de amor sellada en nuestro país de origen. Desde entonces, paso a paso hemos ido ofreciendo nuestros esfuerzos como respuesta de amor al amor desbordante que recibimos del Padre Dios a través de nuestra Madre y Educadora.

    El jubileo 2014 nos reúne en nuestra patria espiritual a todos los que algún día emprendimos este camino hacia la santidad, y nos hace descubrir el valor de esta familia multicultural, amplia y misionera que el Espíritu Santo ha fecundado con su gracia a través de la Madre de Dios.

    Este Libro

    Este libro de oraciones quiere ser una ayuda para todos aquellos que, en cuerpo o en espíritu, desean visitar nuestro terruño y hacer de su peregrinación a Schoenstatt y al Santuario Original de la Madre Tres Veces Admirable un encuentro decisivo con la Santísima Trinidad y con María. Su fin es servir de apoyo espiritual y vínculo de unión en cada momento de la celebración jubilar y en cada lugar santo. También nos permitirá revivir el jubileo en el futuro, de modo que sean muchos los que aprovechen al máximo las gracias de esta peregrinación y de este tiempo estelar de la historia de nuestra familia de Schoenstatt.

    El espíritu de fe, de devoción, de unidad, de agradecimiento, de entrega heroica, de familia y de misión, constituyen la tierra fértil que nuestra Madre nos pide como aporte para obrar el milagro de gracia que juntos le pediremos el 18 de octubre de 2014, al renovar la Alianza de Amor para los 100 años venideros.

    Por eso, no queremos que esta visita a nuestro terruño sea como cualquiera; mucho menos queremos que sea un evento turístico. Queremos que estos días sean de decisiva importancia en nuestras vidas y por eso, en la obra que fundara el padre José Kentenich, en la Iglesia y en el mundo entero. Cada minuto lo viviremos en la profundidad de la fe, en la fuerza de la esperanza y en la alegría del amor, para renovarnos y convertirnos en nuevos fundadores de la centenaria herencia que recibimos de nuestro padre y de los primeros congregantes el 18 de octubre de 1914.

    Las oraciones de este libro, preparadas por voluntarios miembros de la familia de Schoenstatt Chile, son para hacerlas en grupo o en forma individual; en el bus, en el lugar de alojamiento o en los sitios que visitaremos física o espiritualmente; de mañana, durante el día o en la noche; en los momentos de mayor fervor y en los más fríos... en fin, cuando cada cual lo estime necesario.

    Juntos meditaremos la oración del jubileo durante los nueve días previos a la gran celebración de los cien años de Alianza de amor de Schoenstatt con la Madre Tres Veces Admirable.

    Queremos preparar y disponer nuestro corazón para vivir ese momento de gracias con la mano puesta en el pulso del tiempo y el oído atento a escuchar la voz de Dios.

    Primer día: 5 de octubre

    "Querida Madre Reina y Victoriosa

    Tres Veces Admirable de Schoensatt:

    Con alegría y gratitud peregrinamos

    a nuestro santuario

    para celebrar y renovarnos."

    Querida Mater, queremos peregrinar con alegría, con la alegría de quienes se sienten profundamente amados por Dios. Queremos ponernos en camino hacia tu santuario porque reconocemos que es un lugar especial, un lugar santo y lleno de gracias. Lo hacemos en una actitud de oración y de humildad. Peregrinamos a tu encuentro. Nos sentimos acogidos y amados. El santuario es nuestro terruño. Como peregrinos caminamos con toda nuestra miseria, nuestra pobreza y debilidad. Queremos depositarlo como contribución al capital de gracias. Al igual que Jesús, queremos alegrarnos por el enorme regalo que ha sido el recorrer el camino de nuestra vida contigo, anhelando cumplir la voluntad del Padre Celestial en cada momento. Por esto hemos venido a celebrar, pero al mismo tiempo, a renovarnos en la fuente de gracias que nos dio origen. Queremos ser hijos fieles de un padre fiel que trazó para nosotros el camino y que cada día se dispone a recorrerlo con nosotros, a partir de los distintos santuarios filiales.

    Oh Señora mía, oh Madre mía...

    Segundo día: 6 de octubre

    "La fe providencial del padre Kentenich

    te motivó a establecer tu hogar en Schoenstatt"

    La fe providencial del padre Kentenich, fe en la Divina Providencia, nos enseña a estar atentos a los signos de los tiempos y a los designios de Dios. Es fe y confianza en el plan de amor de Dios para cada uno de sus hijos. Implica vivir con la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios.

    El padre fundador tuvo muchos momentos de fe y de confianza heroica en el plan de Dios durante su vida. El primer hito de Schoenstatt es uno de esos momentos. Él invita a la Madre de Dios a sellar una Alianza de amor con cada uno de sus hijos y a instalarse y hacer del santuario de Schoenstatt su casa, su hogar, desde donde Ella reparte gracias especiales y continúa cumpliendo su misión de dar a luz nuevamente a Cristo aquí en la tierra.

    También nosotros queremos crecer en la fe y en la confianza del amor de Dios. Queremos aprender a confiar en la Divina Providencia, que guía nuestra vida y nuestro destino. Y queremos que la Santísima Virgen María forme parte de nuestra historia de vida. Que habite en nosotros, que nuestro corazón, nuestro hogar sea su casa, su santuario. Queremos ser signos e instrumentos de Alianza de amor con Ella.

    Oh Señora mía, oh Madre mía...

    Tercer día: 7 de octubre

    Y a la sombra de tu santuario surgió una familia

    A la sombra del santuario de la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt se ha cambiado el curso de la historia. Han nacido y crecido santos hombres y mujeres que han dado su vida por Schoenstatt y que han mostrado con su ejemplo, su profundo amor a María, nuestra Madre. El primero de ellos es el padre fundador.

    A la sombra del santuario surgió una familia y el reino de la Madre de Dios se ha extendido por todos los confines del mundo.

    Donde habita María, surge una familia, se encuentra hogar. Ese es nuestro terruño, el lugar donde nos sentimos protegidos, contenidos, donde encontramos el acogimiento y el amor de una Madre que nos quiere, nos educa y nos envía nuevamente al mundo como sus instrumentos.

    ¡Qué gran regalo y legado nos dejó nuestro padre fundador en estos tiempos tan desarraigados! En una familia hay múltiples carismas, pero un sólo espíritu: todos se unen en torno al Padre y la Madre, como hermanos.

    Querida Mater, edúcanos en tu santuario para que formemos familias santas que sean un nuevo Nazaret para este tiempo.

    Oh Señora mía, oh Madre mía...

    Cuarto día: 8 de octubre

    "Un nuevo camino espiritual en la Iglesia,

    un carisma para nuestro tiempo"

    Por iniciativa del Dios de la historia y gracias a la fe providencial del padre fundador, surge un nuevo carisma, un nuevo camino espiritual en la Iglesia para nuestro tiempo. Este nuevo carisma se basa en la Alianza de amor con la Madre de Dios, la Santísima Virgen María. Ella es la permanente compañera de Jesús en la obra de redención. Ella es la llena de gracia, donde habita el Espíritu Santo; es el puente que nos lleva a Cristo Jesús. Cada día Ella nos regala a Cristo para que, como Ella, seamos sus portadores; sus instrumentos de redención.

    Gracias porque elegiste a Schoenstatt y porque allí Cristo nace de nuevo. Gracias porque desde allí quieres irradiar al mundo las glorias de nuestra Madre...

    Oh Señora mía, oh Madre mía...

    Quinto día: 9 de octubre

    "Llenamos las vasijas del santuario

    con nuestros dones:

    con el agradecimiento y la entrega,

    con el arrepentimiento y el anhelo"

    Ofrecemos continuamente nuestro aporte al capital de gracias en el santuario. Así llenamos las vasijas del santuario con nuestros dones, con nuestros sacrificios y ofrendas para gloria de Dios y de Cristo Jesús.

    Damos gracias por todo lo que somos y tenemos, por las alegrías y los dolores, las penas y dificultades. Ofrecemos nuestras miserias, nuestras capacidades y el anhelo de santidad que tenemos en nuestro corazón. Confiamos en que por la acción del Espíritu Santo, todo será convertido en gracias de cobijamiento, transformación y envío.

    También ponemos en esas vasijas a nuestros seres queridos. Por aquellos que queremos y los que nos han sido confiados anhelamos hacer vida la solidaridad de destinos que encierra nuestra Alianza de amor: Santidad por santidad, mis esfuerzos filiales por la santidad, los entrego como pobre precio de su inapreciable santidad, los entrego como precio de la suya.

    Oh Señora mía, oh Madre mía...

    Sexto día: 10 de octubre

    "Te pedimos con cada paso de nuestra peregrinación:

    aviva en nosotros

    el fuego del amor a tí, a la familia,

    al padre Kentenich y a la Iglesia"

    En ti, Padre, somos hermanos y hermanas de una gran familia. Por eso hoy también muy conscientemente queremos

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