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UF0683 - TRASLADO DEL PACIENTE AL CENTRO SANITARIO
UF0683 - TRASLADO DEL PACIENTE AL CENTRO SANITARIO
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Libro electrónico440 páginas4 horas

UF0683 - TRASLADO DEL PACIENTE AL CENTRO SANITARIO

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La finalidad de esta Unidad Formativa es enseñar a evacuar al paciente del lugar del suceso a la ambulancia, acomodar al paciente en la ambulancia según su patología, informar al paciente y familiares sobre las condiciones del traslado, vigilar al paciente durante el traslado y realizar la transferencia del paciente al centro sanitario.

Para ello, se mostrarán al alumno los procedimientos de movilización e inmovilización de pacientes, la adecuación del procedimiento de transporte sanitario a la fisiopatología del paciente y la transferencia del paciente del lugar del suceso al área de urgencia.

Tema 1. Movilización de pacientes
1.1 Indicación de técnicas de movilización urgente.
1.2 Material de movilización.
1.3 Técnicas de movilización urgente sin material en situación de riesgo.
1.4 Técnicas de movilización con material.
1.5 Transferencia de un paciente de una camilla a otra.

Tema 2. Inmovilización de pacientes
2.1 Fundamentos de actuación ante las fracturas.
2.2 Indicación de técnicas de inmovilización.
2.3 Material de inmovilización.
2.4 Técnicas comunes de inmovilización.
2.5 Técnicas de inmovilización con medios de fortuna.

Tema 3. Adecuación del procedimiento de transporte sanitario a la fisiopatología del paciente
3.1 Concepto y fundamento de la fisiopatología del transporte sanitario.
3.2 Posición del paciente en la camilla según su patología.
3.3 Conducción del vehículo según la patología.
3.4 Factores que determinan cambios fisiológicos.
3.5 Efectos de las variaciones de la velocidad, vibraciones, ruidos, temperatura y altitud.
3.6 Medidas de confort y seguridad en el traslado.

Tema 4. Transferencia del paciente del lugar del suceso al área de urgencia
4.1 Concepto y objetivo de la transferencia de pacientes.
4.2 Transferencia verbal y documentada.
4.3 Datos de filiación y de la actuación sanitaria en la transferencia del paciente.
4.4 Tipos de informes de asistencia de transporte sanitario.
4.5 Transferencia del paciente al área de urgencia. Triaje hospitalario. Criterios de clasificación.
4.6 Funciones del profesional.
4.7 Responsabilidad legal.
4.8 Transporte de órganos y muestras biológicas.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento14 ene 2019
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    UF0683 - TRASLADO DEL PACIENTE AL CENTRO SANITARIO - Blanca Caparrós Moreno

    1.1. Indicación de técnicas de movilización urgente

    1.2. Material de movilización

    1.2.1. Silla

    1.2.2. Camilla de lona

    1.2.3. Camilla rígida

    1.2.4. Camilla de vacío

    1.3. Técnicas de movilización urgente sin material en situación de riesgo

    1.4. Técnicas de movilización con material

    1.5. Transferencia de un paciente de una camilla a otra

    1.1.Indicación de técnicas de movilización urgente

    Definición

    La movilización en la asistencia extrahospitalaria, se define como el conjunto de técnicas destinadas al desplazamiento del paciente desde el lugar donde se encuentra; ya sea su domicilio, hospital o lugar del accidente, hasta su lugar de destino, sin que ello suponga un agravamiento de su patología o lesiones.

    La movilización se puede clasificar en dos tipos:

    –Movilización no urgente: Es aquella que se realiza en pacientes que tienen un traslado programado como por ejemplo, visita a consultas externas, diálisis, revisiones… O en pacientes que han sido dados de alta hospitalaria y se han de trasladar a su domicilio.

    –Movilización urgente: Se define como cualquier maniobra de levantamiento, arrastre o acarreo que se realiza a un paciente para evacuarlo de una zona en la que existe un peligro efectivo o potencial, y a aquellos pacientes en situación de gravedad que necesitan evacuación inmediata.

    Importante

    Siempre se ha de movilizar lo mínimo posible a un paciente para poderlo inmovilizar, escogiendo el tipo de inmovilización en función del enfermo y del entorno. Y siempre se ha de movilizar teniendo en cuenta que se ha de preservar la salud de los profesionales sanitarios, que han de adoptar posturas correctas para no lesionarse.

    La movilización y traslado de un paciente enfermo o accidentado, desde el lugar en el que se le ha prestado la atención hasta el centro hospitalario, es uno de los aspectos más importantes en la atención integral de los pacientes, ya que de una incorrecta manipulación se pueden derivar lesiones o complicaciones, tanto para el paciente como para el personal que lo atiende.

    La actuación principal antes de toda movilización es determinar si el paciente necesita una movilización urgente o si por el contrario, puede esperar hasta que se realicen las correctas técnicas de inmovilización con los medios o elementos adecuados.

    En el caso de que el paciente requiera una movilización de urgencia, el personal que interviene debe conocer los medios adecuados para cada situación, así como la forma más segura y efectiva de realizar las maniobras sin provocar lesiones secundarias al paciente o agravamiento de su patología o lesiones.

    Además, se tienen que evaluar los riesgos existentes para evitar más accidentes tanto para el paciente como para el personal que interviene en la asistencia, así como localizar un lugar seguro donde finalizar la movilización y el traslado del paciente.

    En el caso de que no se trate de una movilización de urgencia, como paso anterior a la movilización se debe asegurar la atención de otras posibles lesiones o heridas que se pueden agravar con la movilización, como por ejemplo la inmovilización de fracturas, el taponamiento y contención de hemorragias y las técnicas de reanimación cardiopulmonar.

    Como norma general todo paciente traumatizado ha de ser movilizado en bloque, es decir, manteniendo una correcta alineación de la cabeza-cuello-columna para evitar que se produzcan lesiones medulares, de forma que antes de toda movilización se ha de inmovilizar correctamente al paciente si las circunstancias lo permiten.

    Existen situaciones de urgencia en las que no se debe demorar la movilización del paciente, lo que implica la no utilización o colocación de materiales o dispositivos específicos de inmovilización, ya que el objetivo principal es salvar la vida del paciente y esto prima sobre el resto de actuaciones.

    Importante

    Por lo tanto, se ha de realizar la movilización de urgencia siempre que el paciente presente una situación de grave riesgo vital o cuando el lugar donde se encuentra el paciente no es seguro y existen riesgos tanto para la víctima como los intervinientes.

    A continuación, se enumeran las principales situaciones en las que se debe realizar la movilización de urgencia de un paciente:

    –En lugares donde exista riesgo de incendio o explosión.

    –Si existe riesgo de intoxicación por vía inhalatoria o de lesiones por contacto con una sustancia peligrosa o tóxica.

    –Si existe riesgo NRBQ (nuclear, radiactivo, biológico o químico).

    –Si existe riesgo de derrumbamiento o vehículos accidentados en zonas de carretera con poca visibilidad o mucho tráfico.

    –Si existe una situación de violencia o amenaza de violencia.

    –Si el paciente se encuentra en parada cardiorrespiratoria.

    –Si el paciente se encuentra en una situación crítica y ha de ser atendido con celeridad y el lugar donde se encuentra dificulta o imposibilita la realización de estas actuaciones.

    –Si un paciente está obstaculizando o entorpeciendo la asistencia a otro paciente que se encuentra en situación crítica.

    Hay que añadir, que existen multitud de maniobras de movilización de urgencia donde se excluye la utilización de medios o dispositivos específicos y que son realmente rápidas e incluso pueden ser realizadas por un sólo interviniente o rescatador; y recordar que siempre ha de mantenerse alineado el eje cabeza-cuello-columna del paciente, sobre todo en el caso de los politraumatizados.

    Cuando la movilización se realice por más de un rescatador, se han de ejecutar las técnicas de movilización de forma coordinada y además se ha de controlar e inmovilizar de forma manual todas las fracturas que presente el paciente durante el tiempo que dure el traslado desde el lugar donde se encuentra a otro más seguro donde recibirá la atención necesaria.

    Importante

    Es muy importante recordar, que la atención del paciente que presenta riesgo vital inminente prima sobre el resto de actuaciones.

    Todos los profesionales sanitarios deben conocer unos principios o reglas básicas de movilización, para su aplicación en las movilizaciones de pacientes. Los principios básicos se pueden clasificar en dos y son el principio de organización y el principio postural.

    Principio de organización:

    –Antes de mover al paciente es necesario conocer la enfermedad o posible lesión que padece, así como valorar el espacio y los útiles disponibles.

    –Utilizar una vestimenta adecuada, se han de evitar llevar objetos punzantes en los bolsillos ni complementos de adorno, ya que podrían provocar lesiones en los pacientes.

    –Explicar al paciente todos los movimientos que se van a realizar y pedir su colaboración, siempre que sea posible.

    –Se recomienda dar una orden única, clara y precisa para realizar los movimientos, sobre todo en el caso de que la movilización sea realizada por más de un interviniente.

    Principios posturales:

    –Proporcionar una amplia base de apoyo, para ello es necesario mantener los pies separados de forma que uno quede ligeramente delante del otro.

    –Colocar los pies en la dirección en la que se va a realizar el giro para evitar hacerlo con la columna vertebral.

    –Mantener la espalda recta y ligeramente inclinada hacia delante.

    –Mantener las piernas ligeramente flexionadas.

    –Posicionar las caderas basculantes.

    –Contraer los músculos abdominales y glúteos para estabilizar la pelvis.

    –Trabajar a la altura adecuada siempre que sea posible.

    –Cargar el peso cerca del cuerpo, es decir, cerca del centro de gravedad del cuerpo.

    –Utilizar el propio peso del cuerpo como contrapeso, manteniendo los objetos/cargas cerca del centro de gravedad.

    –Empujar mejor que tirar, reduciendo al mínimo el roce entre el cuerpo del paciente y la superficie donde se mueve.

    –Aprovechar la gravedad y evitar trabajar contra ella.

    –Ayudarse con puntos de apoyo exteriores, como mesas, camillas, sillas, etc.

    –Siempre que sea posible se han de utilizar ayudas mecánicas o la ayuda de otros intervinientes.

    –En el caso de que el paciente sea demasiado pesado para movilizarlo un solo interviniente o rescatador, se han de coordinar entre varios intervinientes y movilizarlo a la orden de uno, dos y tres, arriba.

    –En el caso de que el paciente no pueda colaborar o sea muy voluminoso, es necesario utilizar ayudas mecánicas o la colaboración de más intervinientes.

    Importante

    Por tanto, toda movilización debe ser planificada correctamente de manera que los profesionales sanitarios sepan que técnica es la más adecuada para aplicar en cada momento.

    Para cumplir el principio posturales es necesario que los profesionales sanitarios que realizan la movilización de pacientes, adopten unas posturas adecuadas para conservar la movilidad y mantener un contacto con el cuerpo del paciente que le permita interactuar con él. De modo, que la postura del sanitario constituye uno de los principios básicos de la movilización de pacientes y se puede resumir en los siguientes puntos:

    La postura del sanitario:

    –El profesional sanitario debe situarse en el lado hacia donde se va a mover el paciente, es necesario que el movimiento nunca se aleje del sanitario sino que vaya hacia él.

    –Proporcionar una amplia base de apoyo: para ello los pies se han de mantener separados a una distancia similar a la de los hombros, y posicionar un pie delante del otro como en posición de dar un paso. De esta forma, los sanitarios se mueven con pasos cortos, estables y si es preciso rápidos. Es necesario recordar, que la estabilidad de un objeto es mayor cuando se tiene una buena base de sustentación y un centro de gravedad bajo, en el caso de las personas en bipedestación se encuentra a nivel de la tercera vértebra lumbar (L3), mediante el cual se controla el equilibrio del cuerpo. De modo, que con una postura estable el sanitario podrá mover al paciente sin problemas, y gracias a una buena base de apoyo se pueden evitar lesiones porque se aprovechan los impulsos mecánicos producidos con la movilización del paciente. Añadir, que la postura estable no implica que sea estática, es decir, el profesional sanitario se puede mover ayudando a un paciente y estar en una postura estable que permita controlar el posible desequilibrio gracias al mantenimiento de una correcta base de apoyo.

    –Hacer el máximo uso del centro de gravedad sosteniendo los objetos/cargas cerca del cuerpo. La fuerza requerida para mantener el equilibrio del cuerpo aumenta conforme la línea de gravedad se aleja del punto de apoyo, además si los brazos se mantienen extendidos se pierde mucha fuerza. Por lo tanto, se ha de mantener al paciente cerca del cuerpo para reducir la fuerza que es necesaria aplicar para movilizarlo adecuadamente, reduciendo con ello la tensión producida en las estructuras que ejecutan la fuerza y en las que actúan de soporte.

    –Proteger la espalda, para ello es fundamental mantenerla recta evitando doblarla de manera incorrecta, de modo que las cargas que actúan sobre la espalda lo hacen de manera vertical lo que permite que entren en juego los mecanismos amortiguadores del disco intervertebral evitando el deterioro del anillo fibroso y reduciéndose el riego de padecer hernia discal. Además, mantener la espada recta impide que se produzcan contracturas musculares, debido a que la musculatura paravertebral solo actúa como estabilizadora, sin tener esfuerzo excesivo para mantener las vértebras alineadas.

    –Las rodillas se han de mantener ligeramente flexionadas, debiendo aumentar la flexión o extensión según sea necesario ganar o perder altura. Al mantener las rodillas flexionadas se consigue una mayor base de sustentación y por tanto mejor equilibrio, además de permitir que sea la musculatura fuerte de las piernas la que cargue con el peso. También permite trabajar como principal motor del movimiento al cuádriceps femoral, el potente extensor de la rodilla, y a los músculos glúteos, como retroversores del muslo; aunque en realidad participan muchísimos músculos más, como psoas ilíaco, gemelo, obturadores, piramidal de la pelvis…

    1.2.Material de movilización

    Los materiales de movilización son todos aquellos empleados para la movilización de pacientes desde el lugar donde se encuentran hasta una zona segura o a la camilla de la ambulancia para su posterior traslado. Los profesionales sanitarios deben conocer cuáles son los materiales específicos de movilización, así como su aplicación según las características del paciente y del entorno.

    Importante

    Es muy importante recordar, que la realización de unas técnicas adecuadas de movilización, lo que incluye un correcto uso de los distintos tipos de materiales específicos de movilización, disminuye la aparición de lesiones secundarias o patologías tanto para los pacientes como para el personal sanitario que interviene. Además es fundamental recordar que todo paciente debe ser movilizado manteniendo alineado su eje cabeza-cuello-tronco para evitar una lesión medular.

    Existen diferentes materiales específicos que son empleados para la correcta movilización de pacientes, pero todos ellos han de tener unas características comunes y son:

    –Ser fáciles y cómodos de aplicar en todo tipo de situaciones.

    –Permitir un almacenamiento fácil y que ocupe poco espacio.

    –Permitir en todo momento el manejo de la vía aérea o la realización de técnicas de reanimación en caso necesario.

    –Transparentes a los rayos x y compatibles con la Resonancia Nuclear Magnética (RNM).

    –Deben poder adaptarse a todo tipo de pacientes ya sean adultos o pediátricos.

    –Deben estar fabricados en material hipoalergénico.

    –Han de ser ligeros.

    –Deben poder ser fácilmente transportables.

    –Han de ser sencillos, lo que permita una rápida colocación y utilización.

    –Deben permitir el fácil lavado.

    –Han de ser reutilizables.

    –Deben ser económicos.

    A continuación, se describen los principales materiales que son empleados en la movilización de pacientes y son la silla, la camilla de lona, la camilla rígida y la camilla de vacío.

    1.2.1.Silla

    Principalmente, existen dos tipos de sillas de transporte que se usan en la movilización de pacientes y son la silla de ruedas y la silla de evacuación.

    Silla de ruedas

    Existen multitud de sillas de ruedas o transporte fabricadas en diversos materiales, de diferentes formas y tamaños. La más habitual en los servicios de emergencias extrahospitalarias es la silla de ruedas plegable, que consiste en un sillón compuesto por un armazón metálico, dos soportes de lona plastificada y cuatro ruedas fijas de unos 20 centímetros de diámetro.

    Esta silla esta especialmente indicada para la movilización de pacientes que se pueden mantener sentados y que es necesaria su movilización por lugares pequeños o escaleras, por tanto se pueden utilizar en pacientes que no presenten lesiones graves ni traumatismos y en aquellos que tienen dificultades respiratorias y no pueden realizar esfuerzos.

    En el caso de ser necesario descender por unas escaleras se hará en volandas, es decir, dos profesionales sanitarios han de coger la silla a pulso.

    Silla de ruedas plegable

    Silla de evacuación

    La silla de evacuación o rescate, también denominada silla con palas deslizantes, está especialmente diseñada para descender por escaleras rectas, ya que en lugar de ruedas traseras posee unas palas con un sistema de oruga o patines antideslizantes, lo que le permite ir frenando al deslizarse por las escaleras, además posee unas ruedas retráctiles que al desplegarlas también permiten moverse por superficies lisas. Por tanto, su estructura está formada por un armazón metálico, dos lonas de plástico resistentes e impermeables, dos ruedas delanteras fijas, dos ruedas traseras retráctiles y unas palas con un sistema de oruga o patines antideslizantes, y además dos correas de sujeción, una situada a la altura del abdomen y otra en la cabeza.

    En el caso de desplazarse por superficies planas, la silla se ha de aproximar tanto en las ruedas fijas como en las retráctiles y al llegar a una zona con escaleras, se han de plegar las ruedas posteriores inclinando la silla hacia atrás quedando como base de apoyo los patines que se deslizan por las escaleras.

    Silla de evacuación.

    Importante

    Tanto la silla de ruedas plegable como la silla de evacuación, tiene el principal objetivo de transportar a pacientes. Están especialmente indicadas para aquellos pacientes que no presentan traumatismos graves ni lesiones de la columna vertebral, así como para aquellos pacientes con necesidad de oxigenación adecuada y otro aspecto muy importante a añadir, es que ambas sillas, requieren de la utilización de una serie de cinturones o correas de seguridad para asegurar de forma correcta y segura al paciente a la silla.

    1.2.2.Camilla de lona

    La camilla de lona, también denominada lona de rescate o movilización, o camilla de rescate, se caracteriza porque son plegables, están fabricadas en material plástico muy resistente y poseen agarraderas en sus bordes, lo que permite a los intervinientes sujetar y transportar la lona cuando el paciente se encuentra encima.

    Una de sus características principales es que no dispone de ruedas, por lo que es necesaria la intervención de dos personas como mínimo para realizar la movilización del paciente mediante la camilla de lona.

    La lona de rescate está especialmente indicada para la movilización de pacientes que se encuentran en espacios reducidos y que no presentan graves lesiones o traumatismos.

    Su utilización es muy sencilla, consiste en depositar al paciente sobre el interior de la lona y se recoge mediante las asas o agarraderas situadas en los bordes, lo que permite sujetar la lona para su posterior movilización hasta el lugar donde se ha de depositar al paciente.

    Lona de rescate.

    La camilla de lona, se caracteriza porque son plegables lo que facilita su almacenaje y transporte.

    Están fabricadas con lona altamente resistente, impermeable y de fácil lavado, que va sujeta a unos tubos de acero con dos mecanismos de tijera que se despliegan coordinadamente y permiten que la lona consiga el tamaño adecuado que se requiera para su óptima utilización, permitiendo que el paciente descanse sobre ella cómodamente.

    Está especialmente diseñada para el transporte de pacientes en situaciones de evacuación, atención de primeros auxilios y rescate en terrenos llanos.

    Camilla de lona.

    1.2.3.Camilla rígida

    La camilla rígida es uno de los materiales de elección para la movilización de pacientes, básicamente se puede definir como un elemento que consta de dos barras con una estructura central que permite la movilización de pacientes desde el lugar del incidente y en sus diferentes traslados.

    Existe gran variedad de modelos de camillas rígidas de diferentes materiales y formas, las características diferenciadoras de los modelos de camillas existentes tienen su fundamento en el uso particular que se vaya a hacer de la camilla. Por ejemplo, existen modelos destinados a movilizar a pacientes sin tener que mover a este para situarlo encima de la camilla, otros modelos se caracterizan por estar elaborados con materiales más cómodos y otros destinados a los pacientes pediátricos.

    Por tanto, la camilla rígida constituye uno de los materiales de movilización más diversos y variados. Existen distintos tipos y entre las más habituales en los servicios de emergencias extrahospitalarias destacan la camilla de la ambulancia, la camilla de cuchara y el tablero espinal.

    La camilla de la ambulancia

    La camilla de la ambulancia, constituye un elemento imprescindible en toda ambulancia ya que es en ella donde ira situado el paciente durante su traslado. Es muy importante asegurarse de que la camilla esta correctamente anclada a la bancada de la ambulancia (lugar donde va colocada la camilla), así como asegurar al paciente a la camilla mediante correas o cintas de sujeción.

    Existen gran variedad de tipos de camillas, pero de forma general están formadas por un armazón metálico normalmente de aluminio ligero de alta resistencia, una colchoneta de plástico rellena de espuma y cuatro patas con ruedas que se abren al extraer la camilla de la ambulancia.

    La principal finalidad de la camilla es transportar de un lugar a otro al paciente, ya sea en posición de decúbito supino, prono, lateral o incorporado hasta una posición de 90 grados.

    Las ruedas traseras son las que dirigen la camilla y la que la hacen girar, mientras que las ruedas delanteras son fijas. De modo, que la camilla puede adoptar diferentes posiciones y son:

    –Horizontal a ras del suelo con las ruedas plegadas.

    –Horizontal a diferentes alturas, según la altura de las patas.

    –Oblicua, con las patas delanteras desplegadas y las patas traseras plegadas.

    Camilla de la ambulancia.

    La camilla de cuchara

    La camilla de cuchara también se denomina camilla de tijeras, de palas o telescópica; y constituye uno de los dispositivos más utilizados en la asistencia inicial al paciente accidentado, ya que permite evacuar a un paciente o accidentado sin moverlo de la posición en la que se encuentra.

    La camilla de cuchara es una camilla rígida, que está fabricada en material metálico o plástico radiotransparente, constituida por dos ramas o palas que se caracterizan por ser simétricas, ligeramente cóncavas, telescópicas o extensibles longitudinalmente y articuladas en su parte superior e inferior a través de dos anclajes que permiten separar una pala de la otra, colocándose así una a cada lado del paciente. Además, permiten adaptarse a diferentes longitudes dependiendo del paciente gracias a su sistema telescópico con anclajes, de modo que la cabeza y los pies del paciente siempre quedan dentro de la camilla.

    Todas estas características, permiten una fácil colocación de la camilla de cuchara realizando el mínimo movimiento del paciente, lo que la convierte en uno de los dispositivos más usados por los servicios de emergencias sanitarias extrahospitalarios.

    La principal finalidad de la camilla de cuchara es la recogida de los pacientes del lugar donde se encuentran, para su posterior traslado hasta la camilla de la ambulancia u otra zona segura. Esta especialmente indicada para la movilización de pacientes politraumatizados o con lesiones de la columna vertebral, ya que mantiene alineado el eje cabeza-cuello-tronco y minimiza los movimientos de la columna.

    Su uso ha de limitarse a la movilización de pacientes hasta la camilla de transporte, no se recomienda su posterior permanencia entre el paciente y la camilla de la ambulancia durante el transporte ya que puede producirle lesiones por compresión, como excepción se podrá utilizar para el transporte sólo en el caso de trayectos cortos.

    Y su colocación dependerá de la posición en la que se encuentre el paciente, por ejemplo si la víctima se encuentra en decúbito prono se pondrá la camilla cerrada, habiendo ajustado la longitud por encima del paciente y varias personas bajo la coordinación de una sola con movimientos sincronizados y en bloque darán un giro de 180 grados colocándolo en decúbito supino, para proceder a colocación de la camilla.

    Camilla de cuchara.

    El tablero espinal

    El tablero o tabla espinal es una superficie plana y rígida elaborada con material plástico muy ligero y altamente resistente o en madera, y que posee varios asideros en los bordes que permiten la sujeción por parte de los intervinientes de manera estable.

    Su principal finalidad consiste en la retirada y transporte de pacientes accidentados, con sospecha de lesión en la columna vertebral, ya que permite una buena inmovilización en la flexo-extensión del cuerpo del paciente. Su uso está siempre indicado junto con otros dispositivos de inmovilización como los collarines cervicales o los inmovilizadores laterales de la cabeza.

    Por tanto, el tablero espinal se emplea de forma similar a la camilla de cuchara con la excepción de que este dispositivo no se puede separar, y siempre es necesario sujetar al paciente al tablero mediante varias correas y cinturones de seguridad.

    Existen de diferentes formas y tamaños, y principalmente se pueden clasificar en:

    –Tablero espinal corto: permite la inmovilización de la cabeza, cuello y tronco del paciente.

    –Tablero espinal largo: permite la inmovilización de la cabeza, cuello, tronco y extremidades inferiores del paciente.

    –Tablero espinal pediátrico: es similar al tablero espinal largo pero de dimensiones más reducidas, especialmente diseñado para los pacientes pediátricos. Además, posee una depresión a nivel occipital que impide la hiperflexión de la cabeza del niño, manteniendo la columna cervical en posición neutra.

    Tablero espinal corto.

    Tablero espinal largo.

    Tablero espinal pediátrico.

    Importante

    Independientemente del tipo de tablero que se utilice, siempre se han de usar correas o cintas de sujeción para una correcta fijación del paciente, pasándolas por los orificios laterales que tiene la tabla. Además, recordar que el tablero espinal al igual que la camilla de cuchara no se debe de mantener colocado durante mucho tiempo ya que pueden producir lesiones por compresión.

    1.2.4.Camilla de vacío

    La camilla de vacío, también denominada colchón de vacío consiste en una estructura de plástico resistente rellena de unas pequeñas bolitas de poliespan, que es un material sintético, aislante y ligero. Por norma general, tiene unas dimensiones de 80 x 210 centímetros e incorpora en una de las esquinas, una válvula de apertura y cierre

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