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Destino de Gracia
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Libro electrónico127 páginas1 hora

Destino de Gracia

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Destiny By Grace habla de entrar en tu destino por gracia. Primero, tienes que recibir 4 túnicas de colores que significan la túnica roja que representa la sangre de Jesús, luego la túnica verde, esta es una etapa de paciencia, luego el azul que representa la alegría, y
Destino por gracia: recibir el favor de una vida plena.
Destiny By Grace habla de entrar en tu destino por gracia. Primero, tienes que recibir 4 túnicas coloridas que significan la túnica roja que representa la sangre de Jesús, luego la túnica verde, esta es una etapa de paciencia, luego el azul que representa la alegría y, por último, el amarillo que es un gran avance. Todo esto se te da libremente por gracia, es el amor y el favor de Dios enviar a su hijo para que seas salvo y te muevas hacia tu destino. Después de esto, el libro explora el tema de la adoración, empiezas ahora a agradecer a Dios por su amor y gracia porque te salvó, esta actitud de adoración te dará sanidad, alegría, revelación de tus dones y seguramente entrarás en tu destino. . Luego pasamos al tema del amor y la gracia de Jesús para su pueblo, en comparación con la forma en que un hombre tiene que encontrar una esposa ideal para casarse. Por último, habla sobre el destino de la gracia, cómo la gracia te entrena para renunciar a la mundanidad, a vivir una vida piadosa, a la espera de la bendita esperanza de la vida eterna, y tienes que hacer buenas obras a través de tus dones, así es como entras. tu destino.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento6 abr 2019
ISBN9781547573738
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    Destino de Gracia - Tarupiwa Muzah

    Destino de Gracia

    ––––––––

    Tarupiwa Muzah

    CAPÍTULO 1

    RECIBE CUATRO MANTOS DE COLORES PARA ALCANZAR TU DESTINO

    Sin duda fue por gracia que encontré mi destino. Sucedió así porque tuve que pasar por la etapa de entregarle mi vida a Jesucristo y recibir al Espíritu Santo antes de que descubriera mi don. Creo que la sangre de Cristo es la primera etapa por la que tienes que pasar antes de encontrar tu destino. Tuve que experimentarlo para llegar a ese entendimiento. Cuando asistía a la universidad en Zimbabue, deseaba tener este nuevo comienzo. Decidí ir a la biblioteca de la universidad y empecé a leer un libro sobre el Espíritu Santo. Luego oré a Dios y le dije: Señor, permite que el día que termine de leer este libro reciba al Espíritu Santo. Para mi sorpresa, sucedió exactamente como lo había pedido en oración. El día que terminé de leer el libro, un amigo entró a mi habitación y me dijo que abriera la Biblia en el Salmo 51, una oración de arrepentimiento. Me dijo que repitiera esa oración tres veces, y cuando terminé, me dijo que saliéramos. Luego me pidió que me arrodillara y empezara a orar. Cuando empecé a orar, no podía pronunciar otra palabra más que decir por el poder de la sangre de Jesús una y otra vez. Después de un tiempo empecé a llorar y a confesar mis pecados. Luego me di cuenta de que había sido perdonada y ese día recibí al Espíritu Santo. A la mañana siguiente, yo era una persona completamente distinta. Este fue el principio del camino hacia mi destino. Hay muchos dones del Espíritu Santo que llegué a conocer después, pero lo mejor es que había encontrado una base sólida para tener un futuro de impacto y realización. Esto solo fue por la gracia de Dios, no por obras. Fue solo al recibir lo que por gracia nos fue dado: salvación por medio de la sangre de Jesucristo. También experimenté este poder en la sangre de Jesús poco tiempo después cuando tuve una visión. En ella vi que todos los miembros de nuestra familia estaban en casa y repetían continuamente por el poder de la sangre de Jesús. También vi algo parecido a un globo, que se hacía cada vez más grande mientras hablábamos sobre la sangre. Después de un tiempo, el globo explotó. No pude entender la visión sino hasta el día en el que mi hermano fue atacado por un demonio y colapsó. Quedó inconsciente; fue en la noche en nuestra casa. Entonces, para mi sorpresa, todos nos reunimos y empezamos a decir una y otra vez por el poder de la sangre de Jesús. Lo hicimos continuamente durante más de cuatro horas hasta la media noche. Luego sucedió un gran milagro, cuando de pronto despertó y fue liberado de ese demonio. Su vida cambió a partir de ese día, empezó a alcanzar muchas cosas y nunca fue atacado de nuevo. Entonces la visión se hizo realidad y esto me llevó a darme cuenta de que hay poder en la sangre de Jesús. También llegué a entender que este es el primer paso para que puedas encontrar tu destino. Tienes que recibir a Jesús como tu salvador, y su sangre te limpia de todas tus iniquidades. También te librará de todas las maldiciones que tratan de estorbar tu desarrollo. Todo esto puede suceder por gracia, y te lleva a encontrar tu destino.

    Manto rojo [Redención y Espíritu Santo]

    El manto rojo es la primera etapa hacia tu destino. Representa la sangre de Jesucristo, que nos limpia de toda maldad. Recibes este manto simplemente al entregarle tu vida a Jesús. Es por gracia que una persona es salva. Este manto de color rojo representa la sangre de Jesús que nos es dada por gracia. La Biblia dice en Romanos 10 versos 9-10 que si confesas con tu corazón que Jesús es el Señor y crees con tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo, porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. La gracia de Dios se manifestó para la salvación de los hombres [Tito 2 verso 11], así que debes aceptar esta gracia para disfrutar de los beneficios de este manto rojo que nos es dado por gracia. Este destino viene de Dios. Solo Dios conoce tu propósito en la vida, y primero debes recibir a Jesucristo en tu vida para encontrar tu destino. Entonces, alguien podría preguntar ¿dónde entra la gracia y qué es lo que hace por mí? Bueno, tenemos que ver Hebreos 9 verso 14, donde dice ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? Esto nos muestra que Jesús se ofreció a sí mismo como sacrificio por nuestros pecados, y a través de su sangre ahora somos purificados, hemos sido limpios y declarados justos para que podamos empezar a servir al Dios vivo. Alguien podría decir, ¿por qué la sangre? Es decir, ¿por qué tenemos que recibir el manto rojo como la primera etapa hacia nuestro destino? En respuesta, te llevaré al verso 22 del mismo capítulo, Hebreos 9. Este verso dice que, de hecho, casi todo es purificado con sangre, y que sin derramamiento de sangre no hay perdón de pecados. Esto nos muestra que a través de la sangre de Jesús somos perdonados, y que todas nuestras transgresiones han sido borradas. Entonces, si puedes confesar a Jesucristo como tu salvador personal, tus pecados serán perdonados. Esto se debe a que por la preciosa sangre de Jesús, él pagó el precio para que nosotros podamos disfrutar libremente de los beneficios. El manto rojo que recibes por gracia es muy valioso, pero te es dado sin costo, porque el precio ya fue pagado en la cruz del Calvario. Para que este manto rojo sea el paquete completo, vemos que el Señor Jesús no solo murió y su sangre nos limpió de todos nuestros pecados, y nos salvó, sino que vemos que al tercer día resucitó de la tumba. Fue a través del Espíritu que Jesús se levantó de entre los muertos. Esto lo podemos ver en Romanos 8, verso 11, donde dice si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Esto nos muestra que también tenemos que recibir al Espíritu que levantó a Jesús de la tumba para que podamos ser llamados hijos de Dios. Esto se convierte en un paquete completo, a modo que se nos garantice que encontremos los propósitos y destinos que Dios ha declarado para nosotros. Luego de haber recibido a Jesucristo como nuestro Salvador personal, y después de que nuestros pecados hayan sido perdonados por su sangre, tenemos que pedirle al Espíritu Santo que venga a nuestras vidas. Esto lo vemos en Hechos 19, verso 2: les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces vemos que después de que el Espíritu Santo vino sobre ellos, ellos hablaron nuevas lenguas, después de que Pablo puso sus manos sobre ellos. Ellos no sabían sobre el paquete completo que tenían que recibir libremente por gracia. Esta falta de conocimiento puede estorbar el proceso para que encuentres tu destino. Esto se debe a que es solo cuando estás completamente equipado que encontrarás la realización del propósito dado por Dios. Luego de creer en Jesucristo, tenemos que recibir al Espíritu para realmente conocer nuestro propósito y empezar a avanzar en la dirección de nuestros destinos dados por Dios. El Espíritu se conoce como el Espíritu de Verdad. Vemos que el libro de Juan 16 verso 13 dice: Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Esto nos muestra que, para que encuentres tu destino, necesitas que el Espíritu te guíe y revele tu propósito. Es así porque el Espíritu te dice lo que escucha de Dios en relación con tu vida y tu propósito. Él también es el que te guía en cada etapa hasta que encuentras tu destino. Recibir el manto rojo es como entrar a una nueva vida llena de grandes promesas que te serán reveladas por medio del Espíritu. Todo lo que tienes que hacer es decir Sí, lo recibo, porque la promesa es para ti y tus hijos. Esto lo vemos en el libro de los Hechos capítulo 2 y versos 38 y 39, donde dice: Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. Esto es en lo que el manto rojo se enfoca: perdón de pecados a través de la sangre de Cristo y el don del Espíritu Santo. Así es el amor de Dios para nosotros. No tenemos que tratar y tratar de encontrar significado en nuestras vidas por nuestra cuenta. Tenemos que tomar lo que nos ha sido dado. La Biblia lo dice claramente en Juan 4, verso 9: En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él

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