Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Patrimonio e Identidad
Patrimonio e Identidad
Patrimonio e Identidad
Libro electrónico207 páginas2 horas

Patrimonio e Identidad

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

El propósito de la obra es presentar —en un documento único— información de diferentes fuentes (documentos, trabajos, publicaciones) y exponer algunas ideas y criterios sobre el patrimonio y la identidad, como recursos del desarrollo sostenible. Las temáticas son desarrolladas en seis capítulos: Patrimonio; Patrimonio cultural, natural y mixto; Pat
IdiomaEspañol
EditorialNuevo Milenio
Fecha de lanzamiento24 jul 2019
Patrimonio e Identidad
Autor

Gilberto N. Ayes Ametller

Profesor titular de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Héctor Alfredo Pineda Zaldívar (UCPHAPZ) de La Habana. Se graduó como ingeniero civil en Bulgaria, donde defendió su doctorado en Tecnología y Organización de la Construcción en 1990. Es miembro de la Cátedra Tbilisi de la UCPHAPZ y posee varias publicaciones nacionales e internacionales, sobre otras temáticas. Obtuvo el Premio de la Crítica Científico-Técnica de la Academia de Ciencias de Cuba y el Instituto Cubano del Libro en 2004, por su obra Medioambiente, impacto y desarrollo. Es autor, entre otras obras, de Desarrollo sostenible y sus retos (2006) y Revolución energética: un desafío para el desarrollo (2008).

Relacionado con Patrimonio e Identidad

Libros electrónicos relacionados

Investigación para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Patrimonio e Identidad

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Patrimonio e Identidad - Gilberto N. Ayes Ametller

    naciones.

    Capítulo I. Patrimonio

    ¿Qué es el patrimonio?, ¿cuáles son los elementos que propician el surgimiento y desarrollo del patrimonio como concepto? Estas interrogantes despiertan el interés y la curiosidad de muchas personas. Lo esencial, al responder estas cuestiones, es que el patrimonio depende de múltiples elementos debido al valor adquirido por el bien, por su trascendencia sentimental, material, social o todas juntas.

    ¿Qué es un bien?

    Puede definirse como todo valor útil o beneficioso, desde el punto de vista material o espiritual, este último puede poseer un significado capaz de imprimirle determinada importancia y convertirlo en algo singular y único para las personas. Definido así, el bien puede adquirir —según el enfoque— significaciones sociales, personales o ambas. Por ejemplo, una carta de un familiar puede tener determinado valor sentimental para las personas que la poseen, pero a su vez puede tener un valor intrínseco mayor por el alcance social que pueda poseer; en este caso, las cartas de José Martí a amigos y familiares— por el contenido de lo escrito —son ejemplos palpables de lo expresado, porque se convierten en valores patrimoniales de los poseedores y de la sociedad.

    Analizado de esta forma, patrimonio pueden considerarse los bienes que poseen las personas, los pueblos, las naciones y la naturaleza. No dependen del criterio personal, sino del valor intrínseco real que expresan y son reconocidos por el hombre o, de manera general, por la sociedad.

    ¿Cómo surge la concepción de patrimonio mundial?

    Patrimonio mundial es un concepto que ha tenido un desarrollo rápido y responde al interés generalizado de los pueblos por preservar su memoria, su obra, sus huellas y el entorno donde las diferentes culturas vivieron, disfrutaron y se desarrollaron. Son estos los valores que guardan la historia de la humanidad, el acervo de la raza humana, el legado brindado por la naturaleza, en su largo desarrollo.

    El patrimonio mundial, como proceso, surgió del interés por preservar los valores naturales y del hombre, por la acción vandálica de los humanos que afectaban el significado, y los recuerdos de la obra creada por su propia especie.

    PATRIMONIO MUNDIAL: SURGIMIENTO

    Y DESARROLLO

    Para definir el concepto de patrimonio mundial es necesario realizar un análisis del proceso que conllevó a eso, haciendo énfasis en los acuerdos fundamentales que propiciaron y permitieron el surgimiento y desarrollo de los bienes de la humanidad. Los antecedentes del patrimonio mundial se perciben en hechos muy precisos:

    1. Convención sobre la Protección de los Bienes Culturales en caso de conflicto armado. Conferencia Intergubernamental, La Haya, 14 de mayo de 1954, la cual incluye el Protocolo sobre la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado. Durante décadas de historia, la humanidad desató conflictos armados que provocaban la afectación, destrucción y erradicación de bienes culturales en las regiones y países donde ocurrieron estos terribles eventos. Con el tiempo, el hombre comprendió que en esas devastaciones perdían todos los implicados. Por ello, se propuso definir qué eran los bienes culturales y así quedaron reflejados en el artículo primero de la Convención:

    a) Los bienes, muebles o inmuebles, que tengan una gran importancia para el patrimonio cultural de los pueblos.

    b) Los edificios cuyo destino principal y efectivo sea conservar o reponer los bienes culturales definidos en el apartado a.

    c) Los centros que comprendan un número considerable de bienes culturales.

    Estos artículos definen como bienes culturales todo aquello que tuviese importancia para los pueblos. En esta etapa inicial, el bien natural todavía no es abordado.

    ¿Cómo y quiénes definían los bienes culturales? En el Reglamento para la aplicación de la Convención, para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado, se decretó, según aparece en su artículo No. 12: Se establecerá un Registro Internacional de Bienes Culturales bajo Protección Especial....

    En el artículo No. 13, se especifica la forma en que se debía proceder para formar parte de ese registro, para ello los interesados debían dirigir la solicitud al director general de la Unesco con la petición y descripción del bien cultural, precisando su emplazamiento y límites. Estas solicitudes se someten a un proceso de oposición para su reconocimiento, aspecto que se mantiene con un alto grado de responsabilidad e integridad. Los acuerdos de la Convención entraron en vigor el 7 de agosto de 1956, dos años después de su promulgación.

    2. Registro Internacional de Bienes Culturales. Las Recomendaciones que definen los Principios Internacionales que deberán aplicarse a las excavaciones arqueológicas. Conferencia General de la Unesco, Nueva Delhi, 5 de diciembre de 1956. Durante décadas, diferentes civilizaciones estuvieron saqueando los valores patrimoniales de muchos pueblos antiguos, esto lo cuenta la historia, desde la misma caída de las ciudades —estados helénicos, la desaparición del Imperio romano en Egipto; la brutal conquista de las culturas azteca, maya e inca en América.

    Antes, los trofeos de guerra de los ganadores implicaban ganancias, riquezas y prestigio para los conquistadores. Años después, muchos valores quedaron sepultados y olvidados. Hombres motivados por la buena fe científica, y otros con no muy buenas intenciones y muchos deseos de lucro, iniciaron la búsqueda —de riquezas y fama— de los restos sepultados y olvidados en diferentes regiones del planeta.

    Las búsquedas se hacían más intensas y despiadadas en la medida en que más riquezas se encontraban. Estos hechos estimulaban la aparición de inescrupulosos, que lejos de realizar levantamientos arqueológicos adecuados, destruían el entorno y hacían la labor de los especialistas mucho más difícil a la hora de interpretar y estudiar estas reliquias.

    El estudio arqueológico no es un trabajo fácil, pero sí necesario para conocer mejor a las culturas. Esos conocimientos dieron origen a lo que hoy somos, nos permiten entender cómo surgimos, qué somos y avizorar hacia dónde vamos. Estos elementos demuestran la importancia de los principios elementales para la realización de excavaciones arqueológicas: responsabilidad y conocimiento.

    3. Recomendaciones relativas a la Protección de la Belleza y el Carácter de Lugares y Paisajes. Conferencia General de la Unesco, París, 11 de diciembre de 1962. Quedó definido para muchos, que el hecho de definir en una convención el Registro de bienes culturales, era un logro humano del entendimiento, pero faltaba algo más, faltaba abordar el bien natural. Este se va introduciendo a través de la belleza, el carácter y las particularidades de lugares y paisajes. Se logra reconocer la necesidad de prestar atención a determinadas recomendaciones, para cuidar los entornos naturales y preservarlos. Se comienza a hacer énfasis en la importancia científica y estética de territorios naturales, y paisajes urbanos. Finalmente, se definen las actividades humanas que pueden causar daños a los bienes señalados:

    a) Construcción de todo tipo de edificaciones (carreteras, obras hidráulicas, líneas de alta y baja tensión, aeródromos, estaciones de radio y televisión, autoservicios y carteles publicitarios y lumínicos).

    b) Tala indiscriminada de árboles.

    c) Explotación de minas y canteras.

    d) Depósitos de desechos de todo tipo.

      No solo se precisan los posibles daños sino también se prevén medidas de protección como: planes de urbanización y ordenación de áreas, clasificación de zonas de paisajes externos, lugares aislados de interés, inspecciones y definición de reservas, y parques naturales. Estos elementos son métodos para lograr medidas de protección.

    Estos aspectos no siempre fueron acompañados del reconocimiento y el entendimiento, porque en esa época, aún se estimaba la eternidad del poder de regeneración natural del entorno, error que costaría la pérdida de muchos valores naturales de la humanidad. Era un inicio, una necesidad que se abría paso en la conciencia de los políticos presionados por los naturalistas y los científicos, que constantemente alertaban sobre las pérdidas de los bienes naturales.

    4. Convención sobre medidas encaminadas a prohibir e impedir la importación, exportación y transferencia de propiedad ilícita de bienes culturales. Conferencia General de la Unesco, París, 14 de noviembre de 1970. Con el desarrollo tecnológico de las comunicaciones, que se inicia en la década del sesenta del siglo xx , se crea un nivel de información y noticias que, de forma rápida y precisa, en minutos, los informes recorrían el mundo con las imágenes de la destrucción, robos, saqueos y pérdidas de valores culturales. Los miembros de la Unesco se sienten precisados a tomar partido y proponen a la comunidad internacional un plan de acciones para prohibir e impedir la importación, exportación y transferencia de propiedades ilícitas de bienes culturales. Se intenta frenar, detener o al menos disminuir los actos vandálicos.

    El objetivo es evidente, cerrarle el paso a las actividades ilícitas relacionadas con los bienes culturales, hacer un frente común contra la delincuencia cultural, contra el saqueo desmedido e intolerable de los valores patrimoniales de las culturas y pueblos del planeta, seriamente amenazado.

    No solo las recomendaciones de por sí cumplen su cometido, la voluntad política de los estados por la lucha de estas actividades censurables, también desempeñan un papel preponderante y definitorio.

    5. Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural. Conferencia General de la Unesco, París, 1972.

    Como era de esperar, no podía prolongarse la adopción de acciones más profundas y abarcadoras sobre el patrimonio de la humanidad y es así como en la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural aprobada por la Conferencia General de la Unesco, el 16 de noviembre de 1972, y ratificada por muchos estados, se adoptan los principios y el procedimiento que se establece para estos casos. En este evento internacional, los miembros que aprobaron la Convención definieron algunos principios básicos:

    a) Los estados deben reconocer su responsabilidad esencial en la protección del patrimonio.

    a) La comunidad internacional debe reconocer su participación y responsabilidad en la salvaguarda del patrimonio.

    Se puede acotar la salvaguarda del patrimonio como todas las medidas encaminadas a garantizar la viabilidad del patrimonio, que comprende: identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización, transmisión —básicamente a través de la enseñanza formal y no formal— y revitalización del patrimonio.

    Sobre la base de esos principios, cada país realiza su inventario de valores patrimoniales para su reconocimiento internacional.

    ¿Cómo definir el bien patrimonial?

    Para eso, en el artículo primero de la Convención, se definen de forma amplia los términos del concepto de patrimonio cultural:

    1. Los monumentos: obras arquitectónicas, de esculturas o pinturas monumentales, elementos o estructuras de características arquitectónicas, inscripciones, cavernas que tengan valor universal excepcional histórico del arte o de la ciencia.

    2. Los conjuntos: grupos de construcciones aisladas o reunidas, cuya arquitectura, unidad e integración en el paisaje les dé un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia.

    3. Los lugares: obras del hombre u obras conjuntas del hombre y la naturaleza, así como las zonas, incluidos los lugares arquitectónicos que tengan un valor universal excepcional, desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia.

    Como puede apreciarse, el bien cultural es amplio y preciso en sus definiciones, abarca todo lo que tenga valor patrimonial excepcional histórico, artístico o científico.

    En el segundo artículo de la Convención se define el patrimonio natural. Hasta ese momento se había obviado, queda expresado de la manera siguiente:

    Los monumentos naturales constituidos por formaciones físicas y biológicas o por grupos de esas formaciones que tengan un valor universal excepcional, desde el punto de vista estético o científico.

    Las formaciones geológicas y fisiográficas, y las zonas estrictamente delimitadas que constituyen el hábitat de especies (animales y vegetales) amenazadas, con valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico.

    Los lugares naturales o las zonas naturales estrictamente delimitadas, que tengan valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia, la conservación o de la belleza natural.

    Es interesante cómo se precisa la delimitación del espacio y el valor universal excepcional desde diferentes puntos de vistas.

    Para evaluar las propuestas que se realicen, se propuso la creación del Comité de Patrimonio Mundial, constituído por quince estados, inicialmente, y por veintiuno cuando entró en vigor en más de cuarenta. Tratando de buscar un consenso más amplio, se fundan centros internacionales con carácter consultivo capaces de presentar opiniones especializadas y asistir a los representantes. Estas circunstancias contribuyen a la toma de decisiones.

    La participación de los miembros en el Comité de Patrimonio Mundial no es de carácter vitalicio, estos proponen su renovación cada dos años, con un procedimiento de renovación del tercio de sus miembros. Los integrantes son designados, según las normas de procedimiento establecidas.

    Al Comité, los estados le proponen los inventarios de bienes con valores excepcionales que se comprometen proteger y cumplir con los requerimientos que se exigen para estos casos; después de aceptados los valores patrimoniales, se publican en la llamada Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad, tanto para los bienes culturales como naturales. La Lista se publica al menos cada dos años.

    ¿Qué se entiende por patrimonio?

    El término de patrimonio proviene del latín patrimonium y por lo general

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1