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Mi Encuentro Con La Princesa Diana: ¿Realmente Murió?
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Libro electrónico142 páginas3 horas

Mi Encuentro Con La Princesa Diana: ¿Realmente Murió?

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Realmente muri la princesa Diana? Realmente han muerto los personajes que abruptamente dejan esta vida de manera por dems sospechosa? Este libro narra la aventura que vivi un detective quien tiene un encuentro inesperado con la princesa Diana a muchos aos de su supuesta muerte y pone al descubierto una red muy exclusiva que se encarga de hacer desaparecer a todo personaje que pueda pagar sus servicios.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento28 sept 2012
ISBN9781463339470
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    Mi Encuentro Con La Princesa Diana - Alfredo Galán Ruiz

    Mi encuentro

    con la

    Princesa Diana

    ¿Realmente murió?

    Alfredo Galán Ruiz

    Copyright © 2012 por Alfredo Galán Ruiz.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

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    Fax: 01.812.355.1576

    ventas@palibrio.com

    426834

    ÍNDICE

    Prólogo

    Capitulo I El inicio

    Capitulo II La investigación

    Capitulo III En la casa de mi cliente

    Capitulo IV El viaje a Cancún

    Capitulo V La investigación en Cancún

    Capitulo VI Un Encuentro Inesperado

    Capitulo VII El secuestro

    Capitulo VIII El escape

    Capitulo IX El encuentro

    Capitulo X El fin de una investigación

    Dedicado a la memoria de:

    Don Gilberto Galán Vazquez

    Sra. Margarita Ruiz Rocha

    Sr. Ernesto Ruiz Rocha

    PRÓLOGO

    A CONTINUACIÓN LES voy a contar un relato que alguien me obsequió. Una mañana de verano del 2004, yo caminaba junto a mi hijo a una entrevista de trabajo que se llevaría a cabo en un edificio de la plaza Morelos en la cd de Monterrey N.L., en ese tiempo yo estaba sin empleo y mi hijo un joven de 15 años venia conmigo ya que ese día entraba mas tarde a su escuela para recoger resultados, para evitar dos vueltas lo traje conmigo, al fin que el esperaría sentado en una banca de la plaza y yo entraría al edificio, mi nombre, no importa, era solo un profesionista desempleado mas en el país con una familia a cuestas, 3 hijos y una esposa, ya tenia tiempo sin empleo y la necesidad de encontrar trabajo era primordial, la cita la tenia a las 8 de la mañana y faltaban unos minutos para que llegara la hora, le pedí a mi hijo que avanzara mas rápido porque yo no quería llegar tarde a mi cita, al fin llegamos al edificio y mi hijo se sentó en la banca mientras yo entraba al edificio, tome el elevador y presione el botón del cuarto piso, al llegar al piso busque la oficina de reclutamiento donde me habían citado, una señorita me recibió y me comento que en unos minutos pasaría con el Lic. Garza representante de la firma de reclutamiento de personal, espere unos minutos y de la oficina contigua salió un hombre de avanzada edad y me hablo por mi nombre, yo me pare de mi lugar y entre al privado, el Sr se sentó en su escritorio y me invito a sentarme en una de las sillas, ahí el hombre empezó a hacerme preguntas sobre mi experiencia laboral las cuales respondía con certeza, ya al final el hombre reconoció mi experiencia pero comento que una limitante era mi edad y que las empresas en México no contratan personal mayor de 35 años, yo tengo 40, eso me cayo como bomba, ya que la mayoría de las entrevistas en que había participado me decían lo mismo, de cualquier manera, agradecí por la entrevista y pedí de favor para que hiciera lo posible para recomendarme, el hombre me dijo que lo haría y nos despedimos estrechándonos las manos, yo salí del edificio frustrado y deprimido por lo que me dijo al final mi entrevistador, mi hijo un joven muy optimista me pregunto como había estado la entrevista y yo le conteste que la entrevista había estado muy bien que el problema era que al final me habían rechazado por mi edad, mi hijo me dijo que no me preocupara que con mi experiencia pronto encontraría trabajo, que puede decir el, es mi hijo y el me ve como un héroe, así como todos los jóvenes de su edad, caminamos por la plaza, el auto lo tenia guardado en un estacionamiento de Padre Mier, calle que corre paralela a la plaza Morelos, ya cuando llegamos a una calle muy angosta de las que cruzan la plaza Morelos yo le dije a mi hijo que nos sentáramos en una banca, al fin el tenia que estar a las 11 de la mañana en la preparatoria y no tenia caso llegar temprano ya que yo lo tenia que esperar, yo me sentía deprimido, yo creo que mi cara expresaba mi depresión y mi descontento por que de otra manera no me explico como sucedió lo que a continuación les voy a contar:

    Un hombre muy bien vestido de buena posición económica salió de un edificio que estaba frente a nosotros, el sr se veía feliz, yo pensé vaya quien fuera ese hombre, se ve que no tiene preocupaciones, el hombre se detuvo entre el edificio y la banca donde estábamos sentados mi hijo y yo, traía una pequeña caja de cartón en las manos, que puso en el pedazo vacio de la banca donde estábamos, mi hijo es muy curioso y volteaba a ver el interior de la caja y yo lo reprimía secretamente para que no fuera a tener problemas, mi rostro estaba completamente desencajado, creo que era evidente que tenia problemas, el hombre se sentó en la banca poniendo la caja de cartón en el piso a la altura de los pies, ahí me saludo.

    Hombre.- buenos días.

    Yo.- buenos días

    Hombre.- preocupado amigo.

    Yo (conteste por educación) algo

    Hombre.- no se apure amigo, solo la muerte no tiene solución.

    Yo.- es cierto

    Hombre.- a veces la vida nos pone en el lugar adecuado para que cambie nuestro futuro.

    Yo.- si (ya no sabia si continuar escuchando este hombre o pararme de ahí)

    Hombre.- yo si creo en el destino y creo que la vida me puso en el lugar adecuado.

    Yo.- pues lo felicito, por que a mi no, lo poco que tengo me a costado mucho trabajo.

    Hombre.- si es cierto pero créame que a veces el destino nos tiene preparado algo para nosotros.

    Yo.- es cierto, a mi me dejo sin empleo, con tres hijos y muchas deudas

    Hombre.- fíjese que a mi me acaba de dar dos gracias y justo es que yo también regale algo.

    Yo.- buena filosofía

    El hombre saco de la caja de cartón una grabadora de bolsillo y me dijo:

    Hombre.- tenga, trae pilas nuevas y aquí hay varios casetes.

    Yo.- pues muchas gracias, pero yo no necesito una grabadora.

    Hombre.- la va a necesitar,........... Ya desayunaron.

    Yo.- no....... Solo tome un café y mi hijo un vaso de leche

    Hombre.- los invito a desayunar.

    Yo.- no gracias de hecho ya nos vamos

    Hombre.- insisto...... Vamos a desayunar, le va a convenir.

    Yo.- mire...............yo no tengo dinero para eso.

    Hombre.- no se preocupe, yo invito

    Entramos al restaurante de Sanborns y ocupamos una mesa, el hombre le dijo a mi hijo que preparara la grabadora ya que nos iba a obsequiar una historia.... Que a continuación les voy a relatar.

    CAPITULO I

    El inicio

    DÉJENME CONTARLES ALGO que parecerá increíble mas sin embargo créanlo o no esto ocurrió, les voy a platicar esto lo mas real posible, tratando de utilizar las mismas palabras mas o menos como sucedió; no puedo decir donde se ubica mi oficina, solo les puedo decir que estaba en un edificio en esta plaza.

    Todo inicia un caluroso día de verano de finales del mes de junio del año 2004 en la ciudad de Monterrey N.L, algunos nombres, fechas y lugares los voy a cambiar para proteger inocentes.

    Soy un detective privado, uno de tantos en este país, mi nombre Héctor González, soy un tipo de 39 años divorciado.

    Profesionalmente hablando

    Hector González era un fracasado detective privado, cuyos contratos principales eran esposos celosos que dudaban de la fidelidad de sus mujeres ya que estos se ausentaban constantemente del país, y cierto!, algunas Sras. realmente se la pasaban de maravilla comprando amantes jóvenes y derrochando el dinero de su amado esposo, y gracias a estos frenéticos encuentros yo lograba subsistir, creando además cierta reputación en el medio como un buen cazazanchos.

    Cierto día llego a mi oficina un acaudalado hombre de negocios de esta cd. Hombre ya maduro de aproximadamente 55 años, de aspecto ranchero, ya canoso y un vientre impresionantemente amplio, que venia acompañado de un grupo numeroso de guardaespaldas. Había obtenido referencias positivas de mi trabajo mencionándome algunas de ellas, lo cual me pareció algo de coba para ganar mi confianza, se presento como el ing. Ramón Torres, pensé entre mi, otro caso de cuernos en la alcoba. Platicamos un rato sobre sus motivos para pensar en una infidelidad los cuales se basaban en los numerosos viajes que este hombre hacia, le hice el comentario sobre si su señora contaba también con seguridad es decir guardaespaldas a lo que el celoso ingeniero respondió inmediatamente que ella los evadía y solo contaba con un chofer quien se encontraba armado, fue entonces cuando le pedí una foto de la inculpada cuando entendí sus dudas, y es que esta señora a quien llamare Natalia, realmente era exuberante, hermosa, mujer sensual, pelo rojizo de rasgos muy finos y cuerpo de modelo con 25 años menos que mi obeso cliente, no podía retirar mi mirada de la fotografía de esta preciosa dama cosa que fue muy evidente para mi cliente que celosamente exclamo ¡solo le pido que no moje la foto con su saliva¡ a lo cual respondí apenado ¡necesito grabar muy bien en mi mente todos sus rasgos ya que no voy a estar con un ojo en la fotografía y otro en la calle¡ lo que le pareció prudente a mi gordo cliente, después de esto platicamos sobre mis honorarios los cuales debo ser honesto, los duplique y triplique tomando en cuenta el viejo refrán que dice, depende del sapo es la pedrada, mi cliente ni siquiera se inmuto con el costo de este trabajo, por el contrario me adelanto un cheque por una cantidad fuerte (para mi) y en mi cabeza una vocecita me decía,¡ que bruto hubieras cobrado mas, pero en fin era mucho dinero de inmediato, lo que me libraría de mis deudas por un tiempo. Solo quedaba conocer la rutina diaria de esta mujer o al menos la que aparentaba.

    Ingeniero:- déjeme decirle que mi mujer es una persona de mucha actividad ya que todos los días ella se levanta muy temprano, y va a un gimnasio ubicado en la av. Gomez Morín # 4256 en la col. Del valle, el gimnasio se llama el David.

    Yo:- al escuchar esto pensé entre mi (obvio que es una mujer activa, y se debe levantar temprano para no ver a su marido)

    El ingeniero me dio amplios detalles sobre las rutinas de su flamante mujer así como direcciones de amigas que frecuentaba, así y después de firmar un pequeño contrato por 45 días de trabajo, donde me autorizaba tomar fotografías donde fuera, cerramos el trato con un fuerte apretón de manos y un abrazo que casi me revienta las viseras, después de retirarse el gordo con toda su comitiva, lo primero que hice fue cerrar la oficina, eran al rededor de la 13.30 de la tarde, fui cambiar mi cheque y disfrutar un par de cervezas bien heladas en un buen bar, de esos lugares donde la botana que dejan en la mesa es comparable con la comida de 2 días en un restaurant promedio ahhh¡¡¡¡realmente disfrute esa tarde, 6 cervezas de barril, un plato de botana y el mejor bistec asado al carbón que había probado en mi vida; de inmediato empezó a sonar mi celular increíble¡ eran mis acreedores, hasta parece

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