Piensa que estoy a tu lado
Por Corín Tellado
()
Información de este libro electrónico
Y si me muevo a escribirte es porque están pasando cosas muy raras.
¿Raras?
¿Es ésa la definición exacta? No, no es así. Están pasando cosas que tienen que pasar, pero se mueven por algo muy concreto.
Empezaré por el principio.
Tú me decías, cuando decidí emprender el viaje, que escribiera dando razón de mi arribo y yo no te escuché.
Me parecía tonto dar anuncio de mi venida, cuando tanto podía llegar a este lugar como haberme quedado en mitad del camino. Pero el caso es que llegué."
Corín Tellado
Corín Tellado es la autora más vendida en lengua española con 4.000 títulos publicados a lo largo de una carrera literaria de más de 56 años. Ha sido traducida a 27 idiomas y se considera la madre de la novela de amor. Además, bajo el seudónimo de Ada Miller, cuenta con varias novelas eróticas. Es la dama de la novela romántica por excelencia, hace de lo cotidiano una gran aventura en busca del amor, envuelve a sus protagonistas en situaciones de celos, temor y amistad, y consigue que vivan los mismos conflictos que sus lectores.
Lee más de Corín Tellado
Tu hijo es mío Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una mujer fea Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Tú eres para mí Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMe casan con él Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mi felicidad eres tú Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Olvídate de aquel día Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Negocio matrimonial Calificación: 4 de 5 estrellas4/5No quise tu orgullo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cásate conmigo y verás Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMe callo por tu bien Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Lección de amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¿Qué tienes contra mí? Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Aléjate de mí Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Yo me caso contigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Yo soy aquella chica Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesElla será mi mujer Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Dime la verdad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5No te separes de mí Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La encontré por ser celoso Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Deja paso al cariño Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTe quiero de esta manera Calificación: 5 de 5 estrellas5/5No me interesa esto Calificación: 2 de 5 estrellas2/5Recuerdo perdurable Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El odio vuelve contigo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa novia de mi hermano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHay algo más que deseo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Él cambió mi vida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNos conocimos así Calificación: 5 de 5 estrellas5/5He vuelto para ti Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTu orgullo nos separa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Autores relacionados
Relacionado con Piensa que estoy a tu lado
Libros electrónicos relacionados
Mi sobrina Susi Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEstás casado con otra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSi te casaras tú conmigo... Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl destino de las sombras Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNecesitaba ser así Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNo mereces mi perdón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTe odio por ser de otro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mi Nita querida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna chica valiente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPeligra nuestro amor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDime la verdad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El destino no perdona Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDivórciate de mí Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNo te engañes a tí misma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPor compasión, no Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDéjame vivir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEsposa fiel Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLe ocurrió a Barbara Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNo podía casarme con él Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMi adorada pueblerina Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMi querido ligón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesA ti te quiero más Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSecreto matrimonial Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCorazón indómito Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNo me odies Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl regreso de Guy Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNo olvidé lo ocurrido Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAquel desconocido Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAmor en las cumbres Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEsclava del deber Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Romance para usted
Don Quijote de la Mancha Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Después de Ti Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Novio por treinta días Calificación: 4 de 5 estrellas4/550 Microrrelatos calientes Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Contrato con un multimillonario, La obra completa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Esposa por contrato Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Tesoro Oculto Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Tres años después Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Resiste al motero Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Dos Mucho para Tí Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Fiesta de empresa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El mercader de Venecia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Marcada por el alfa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Año del Billonario Vol. #1 : Conociendo su Secreto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Contrato por amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Vendida al mejor postor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Prometida falsa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Putita Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Una virgen para el billonario Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un hombre de familia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Llámame bombón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Tú de menta y yo de fresa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Padre a la fuerza Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Matrimonio de conveniencia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Al Borde Del Deseo: Romance De Un Millonario: Los Secretos Del Multimillonario, #1 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Esclava de tus deseos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un orgullo tonto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Esposa a la fuerza Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cómo besa: Serie Contrato con un multimillonario, #1 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Comentarios para Piensa que estoy a tu lado
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Piensa que estoy a tu lado - Corín Tellado
CAPÍTULO PRIMERO
Querida Terry: Pienso que tenías toda la razón del mundo cuando me advertías que no saliera de Tulsa. Pero yo también pienso que hay cosas que una no puede remediar, ni quiere, y aquel impulso que yo sentía de trasladarme a Biasmarck este verano fue algo intuitivo que sentí quería hacer e hice.
Realicé el viaje en mi potente descapotable sin ningún tropiezo.
La verdad es que tardé más de una semana debido a que me detuve en un montón de sitios, lugares para mí desconocidos y que me resultaron tremendamente pintorescos unos, aburridísimos otros, pero el caso es que llegué a Biasmarck en este estado de Missouri sin ningún tropiezo ni contrariedad.
Bien es verdad que yo ignoraba lo que me esperaba aquí y aún me pregunto ahora cómo es que ocurriendo cosas así no se notifican a las personas allegadas.
Bueno, también es cierto que no soy de la familia, pero, como tú sabes, yo siempre llamé «tía Liz» a mi madrina y aunque no tenía un trato con ella, sabía perfectamente que existía, como yo sabía que existía ella y que un día me llevó al bautismo.
Es lo que ocurre a veces, tienes amigos íntimos, bautizas a sus hijos y el tiempo empieza a pasar, la vida te separa de esos amigos y llega un momento en que no recuerdas de que han existido.
Pero éste no es el caso.
Me mueve a escribirte cosas que pasan y que yo voy viendo y que me causan curiosidad y asombro.
Es posible que te escriba todos los días, como es posible asimismo que un día deje de hacerlo y regrese a Tulsa de súbito o en vez de irme a Tulsa, me vaya a cualquier parte y te escriba desde allí.
La vida para mí no tiene unos alicientes muy concretos.
Ni soy fatalista ni dramática. Sólo sentimental y curiosa y me gusta ver mundo y el dinero que me dejó mi padre al morir no me sirve para gran cosa, excepto para hacer aquello que deseo, y no deseo demasiado porque debo ser, y de hecho soy, bastante normalita y no demasiado caprichosa.
Como tú sabes, Tulsa y mi vieja casa llena de objetos caros y añejos se me caía encima.
Tú y tus padres me aconsejabais casarme con Jack, pero yo no lo amaba, ni le amo como para entregarle mi vida, por esa razón pensé qué pariente, familiar o amigo tenía yo en alguna parte para poder pasar con ellos un tiempo, unos meses de este cálido verano.
Bien, pues al recordar a mi madrina a quien yo siempre llamé «tía Liz» aunque ella no me oyese nunca, pero al tener una idea exacta de su existencia en Biasmarck, decidí de súbito que sería este lugar el que primero visitaría y aquí estoy.
Y si me muevo a escribirte es porque están pasando cosas muy raras.
¿Raras?
¿Es ésa la definición exacta? No, no es así. Están pasando cosas que tienen que pasar, pero se mueven por algo muy concreto.
Empezaré por el principio.
Tú me decías, cuando decidí emprender el viaje, que escribiera dando razón de mi arribo y yo no te escuché.
Me parecía tonto dar anuncio de mi venida, cuando tanto podía llegar a este lugar como haberme quedado en mitad del camino. Pero el caso es que llegué.
Y por eso me siento a escribirte porque además de entretenerme, te cuento lo que voy viendo en mi entorno y que me deja bastante asombrada.
Ignoraba totalmente dónde quedaba situada la casa de mis tíos en Biasmarck, por lo que al llegar a una ciudad que no tendría más allá de cuarenta mil habitantes, decidí detener el auto y preguntar por los señores Joyces, y la persona a quien pregunté me indicó, con bastante sequedad por cierto, que siguiendo por una carretera que parecía salir del pueblo, me dirigiera por el primer camino vecinal a la derecha y que encontraría la casa de los Joyces.
Fue lo que hice.
Noté que mi auto y yo misma llamábamos la atención en aquel lugar, pero eso no me importó en absoluto.
Dejé, pues, el pueblo atrás y por aquella carretera de dos carriles bastante estrechos me dirigí hasta encontrar el camino ancho, pero vecinal y sin asfaltar, a la derecha. Fue fácil y por él rodé, dando mi vehículo algún que otro salto, hasta que divisé una casa blanca con las ventanas pintadas de verde, especie de chalecito y casa de campo a la vez.
Según sabía, porque mi padre me lo dijo alguna vez, cuando «tía Liz» me llevó al bautismo apenas si tenía nueve años y si bien no tenía parentesco con ella, según mi difunto padre, era hija única de su mejor amigo. Luego el amigo murió y tía Liz dejó Tulsa para irse a vivir a no sé dónde con una parienta suya.
Pero también recordaba mi padre que se había casado como unos cinco años antes y que vivía en Biasmarck con su esposo, un señor de mucho dinero que se dedicaba a la cría de ganado y a su hacienda muy próspera en Biasmarck, de modo que pensé que aquélla, y no otra, sería su casa.
Te diré que la casa estaba rodeada de una tapia no demasiado alta, tenía mucho terreno en torno, pero allí no se notaba ni ganado ni acción, y recordé también que según mi padre, Lex Joyces llevaba sus negocios sin apenas intervenir en ellos, pues para tales fines disponía de personal de toda su confianza. También sabía que poseía una preciosa casa en mitad de la villa, pueblo o ciudad, como gustes llamarle, pero como a tía Liz le gustaba más el campo, vivían más bien en las afueras.
* * *
Pienso también por qué me siento a escribirte y que debiera dejar pasar el tiempo con el fin de ver cómo evoluciona todo esto, pero he decidido contártelo todo según vaya pasando y aquí me tienes. En realidad me aburro y si no fuera como soy, ya estaría de regreso en Tulsa después de permanecer aquí una semana y observar que no soy muy bien aceptada en esta casa.
Pero vayamos