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El Camino de la Oración Victoriosa
El Camino de la Oración Victoriosa
El Camino de la Oración Victoriosa
Libro electrónico311 páginas5 horas

El Camino de la Oración Victoriosa

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Este livro nasceu da oração. O Senhor chamou à parte alguns de nós para orar. Cada noite, lutamos em oração das 9:00 da noite às 3:00 da manhã. Isso aconteceu por muitas semanas. Fomos abençoados, desafiados e purificados. Vimos o Senhor de uma maneira nova e entendemos o propósito de nossa existência sob uma luz totalmente nova.

As verdades enquadradas nesse livro estão ilustradas pelo que nossa igreja local em Iaundê tem aprendido enquanto tenta, passo a passo, seguir o Senhor da oração na Escola de Oração. Temos um compromisso com a oração, o jejum e o evangelismo. Estamos aprendendo e crescendo. Ore por nós. Ore conosco.

O desejo de nossos corações é que todos aqueles que conhecem o Senhor Jesus se tornem verdadeiramente pessoas de oração. Então, enviamos este livro com a oração de que ele ajudará alguns indivíduos e algumas igrejas locais a progredir com o Senhor na “Escola da Oração”.

Ao Senhor Jesus, o Cabeça da Igreja em oração, súplicas e intercessão, sejam incontáveis honra, gloria, e majestade inaudita para todo o sempre e sempre.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento20 may 2018
ISBN9780463569467
El Camino de la Oración Victoriosa
Autor

Zacharias Tanee Fomum

For FREE books from Zacharias Tanee Fomum: https://books.bookfunnel.com/ztf-free-ebooks. Professor Zacharias Tanee FOMUM was a man of uncommon spirituality, a leading voice for revival, a workaholic, a prophet-teacher, and a world-shaping spiritual genius. He was a bestselling Christian author (with over 350 books, over 10 million copies in circulation in over 100 languages) and a professor of Organic Chemistry (with over 160 published scientific works of high distinction (earning him the award of a Doctor of Science degree from the University of Durham, Great Britain). His books and the millions of people he influenced in more than 40 years of Christian ministry continue to impact the world with the Gospel today. He founded Christian Missionary Fellowship International (CMFI), a missionary movement that has planted churches in more than 120 nations on all continents. He believed in a life of simplicity and with the support and dedication of his wife and their seven children, his all—time, money, heart, and soul— was dedicated to spreading the Gospel. He carried out exploits for God through the making of disciples for Christ, planting of churches, building spiritual leaders according to the model of the Bible, and serving the body of Christ, especially as a teacher on prayer. Learn more and read exclusive excerpts at: https://ztfomum.org

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    Las enseñanzas que son claras y específicas, y motivan a llevar una vida de oración permanente.

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El Camino de la Oración Victoriosa - Zacharias Tanee Fomum

EL CAMINO DE LA ORACIÓN VICTORIOSA

Por

Zacharias Tanee Fomum

Copyright 1988, Z.T. Fomum

Editado por

la unidad de la edición electrónica del ministerio del libro de la CMCI

http://www.cmfionline.org

ztfbooks@cmfionline.org

Con el mayor gusto dedico este libro a los

INTERCESORES DE AYUNO POR CAMERÚN,

Muy agradecido por su oración para transformar la nación.

TABLE OF CONTENTS

Prefacio

¿Qué es la oración?

El Señor Jesús en la oración

La oración: Un conflicto Espiritual

El Arte Espiritual de la Oración

El Arte Espiritual de la Oración: Las Necesidades Personales del Creyente

El Arte Espiritual de la Oración: Las limitaciones de Dios

Alabanza y Acción de Gracias

Importunidad

Súplica

Intercesión

Ayunando

Orando con el Espíritu

La Iglesia Local en Oración- 1

La Iglesia Local en Oración- 2

Algunos Aspectos Prácticos con relación la Oración

Sobre El Autor

PREFACIO

Este libro nació de la oración. El Señor llamó a unos pocos de nosotros a orar. Cada noche batallamos en oración entre las 9:00 p.m. y las 3:00 a.m. Esto aconteció por muchas semanas.

Llegamos a sentirnos bendecidos, retados y purificados, llegamos a ver al Señor de manera nueva y a entender el propósito de estar totalmente en una luz nueva.

Este libro también fue nacido de una experiencia – una experiencia de obediencia. Algunos de los nuestros fueron conducidos a obedecer un mandato obvio del Señor, el cual está escrito claramente en la Biblia y que no habíamos obedecido aún. Esa obediencia estuvo cerca de costarnos la vida. Dios honró esa obediencia y condujo a los ministerios ahora asociados con el Centro de Literatura Cristiana de Yaundé. Esta obediencia también condujo al nacimiento de algunas asambleas que por la gracia de Dios han crecido en comunidades de oración.

Las verdades trazadas en este libro están coloreadas por lo que esa asamblea local ha aprendido mientras intentaban, paso a paso, seguir al Señor de la oración en la Escuela de la Oración. Tenemos un compromiso para orar, ayunar y evangelizar. Estamos aprendiendo y estamos creciendo. Ore por nosotros. Ore con nosotros.

Hemos llegado a descubrir que todas las cosas son posibles para el santo de oración y para los creyentes que son parte del cuerpo de oración. Por la gracia de Dios, estamos determinados a borrar la palabra imposible de la vida de experiencia de los miembros de la asamblea.

El deseo de nuestros corazones es que todo aquel que conozca al Señor Jesús pueda volverse verdaderamente una persona de oración. De modo que enviamos este libro en compañía de la oración, para que ayude a algunas personas y asambleas locales progresar junto al Señor en la Escuela de Oración.

Al Señor Jesús, la oración, la súplica y la intercesión Cabeza de la Iglesia, sea de incalculable honor, gloria y majestad por los siglos de los siglos.

Zacharías Tanee Fomum

Julio 1984, Yaundé,

Camerún

Capítulo 1

¿QUÉ ES LA ORACIÓN?

La oración ocurre cuando la voluntad de un creyente se pone del mismo lado de la voluntad de Dios para adorarle, agradecerle y pedirle, así como recibió de Él. Esto de tomar parte con la voluntad de Dios en el espíritu humano es expresado activa y vocalmente. La oración es el arte de un alma estando perdida en Dios – adorándole y alabándole. Ésta es la insistencia de que la voluntad de Dios, que ya ha sido establecida en los cielos, sea hecha. La oración es el compromiso de un creyente para cumplir y satisfacer las necesidades de Dios. La oración es el carril por el cual la locomotora de la voluntad de Dios se mueve.

EL CIELO GOBERNADO POR LA TIERRA

Dios tiene una voluntad y todo el poder necesario para ejecutar esa voluntad, sin ayuda del hombre. Sin embargo, en Su soberanía, Él ha decidido que a menos que Él encuentre personas que hayan de cooperar con Él en oración, dejará sin cumplir temporalmente Su voluntad. La Biblia dice, "De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra habrá sido atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra habrá sido desatado en el cielo. Otra vez os digo que, si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidan, les será hecha por mi Padre que está en los cielos." (Mateo 18:18-19). El cielo ya ha atado y el cielo ya ha desatado. ¿Entonces qué debe pasar antes que esto que ha sido atado o desatado pueda volverse una realidad práctica en la tierra? Esto es: la Tierra debe atar o desatar. Sin esto, lo que ha sido hecho en el cielo será forzado a esperar. Dios permitirá que muchas de sus resoluciones no sean completadas por algún tiempo si no encuentra personas para cooperar con Él en oración.

Dios pospondrá Su obra o permitirá que aparezca como si no le importara, hasta que halle a alguien que pueda orar y que ore. Él podría permitir que en una nación pasaran muchos años sin que nada acontezca hasta que encuentre a Su hombre – un hombre de oración, y luego Él se moverá de una forma muy poderosa.

Dios ‘le permitirá’ al diablo temporalmente ganar muchas batallas, si Él no encontrase personas que cooperaran con Él para destruirlo y echar a volar los ejércitos del infierno.

PERSONAS DE ORACIÓN

La oración llama a personas que están totalmente consagradas al Señor, porque solo tales personas son capaces de conocer la voluntad y las necesidades de Dios.

Tales santos tienen como sus ambiciones el cumplir las necesidades de Dios. Su único deseo es que la voluntad de Dios sea en su totalidad llevada a cabo en la tierra. Solo personas consagradas pueden verdaderamente orar, porque hay personas que han olvidado el cumplimiento de la voluntad de Dios. El Señor Jesús enseñó que el principal elemento en la oración habría de ser Santificado sea tu nombre, venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra. (Mateo 6:9-10). Este es el enigma de la oración, la misma esencia de la oración. La oración es el completo abandono a Dios con solo un interés - que Su nombre sea santificado y Su voluntad hecha. Esto hace de la oración un negocio muy santo, y solo el santo puede orar en profunda participación con el Dios Santo.

Los explotadores, esto es, las personas cuyo primer negocio es obtener cosas de Dios para sus motivos egoístas, habrán de encontrar la oración profunda como algo imposible, ya que su único deseo es: Señor dame esto y esto y aquello.

PIDIENDO Y RECIBIENDO

La oración es pedir y recibir del Señor Su perfecta voluntad, y el cumplimiento de la misma. El Señor Jesús dijo: Pedid y se os dará. Pedir y no recibir es un asunto muy serio que no se debe tomar a la ligera. Si un creyente pide algo al Señor y no lo recibe, el mismo debe considerar esto como una señal de peligro espiritual. La oración no es solo pedir y recibir cosas que son exclusivamente del Reino, esta incluye también el pedir hoy la comida de mañana. El Señor Jesús dijo,

Más bien, buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (Mateo 6:33)

Si el corazón de un hombre es recto con respecto a Dios y Su perfecta voluntad, sus prioridades no serán sus diarias necesidades, sino la voluntad del Señor. Este juzgará todo por el modo en que ésta afecte la voluntad de Dios. Incluso sus necesidades personales serán reevaluadas a la luz del Rey; Él vivirá para ver el Reino de Dios establecido. Él se vestirá, comerá, estudiará, y se casará por el Reino. Él tendrá solo una inmutable vara de medir a través de la cual juzgue todo: ¿Es esto de Dios o del diablo? y ¿Edificará esto el Reino de Dios o lo retardará? Es una tragedia orar por cosas que retarden el Reino de Dios, pero ¡oh, cuántos son los hijos del Reino que oran de este modo!

LA ORACIÓN UN CARRIL

La oración es el carril por el cual el tren del poder de Dios se mueve. Una

locomotora inmensa con un grande y apropiado motor no se moverá ni un tantito si no hay carril o vía por la cual se pueda mover. Dios, en Su inmensa soberanía, ha decidido limitarse a Sí mismo a los carriles que la Iglesia le provee. Mientras más carriles de oración la iglesia habilite, más se moverá la locomotora del poder de Dios. Mientras menos carriles sean habilitados, menos se moverá la locomotora del poder de Dios. Mientras menos ore el hombre, menos se moverá Dios. Conocemos en esta asamblea local que un área condujo a cuatro personas al Señor a causa de las oraciones de la iglesia. En esta asamblea local, si la vida de oración fuese triplicada, el tren del poder de Dios tendría tres veces más vías para seguir avanzando y un área conduciría a doce personas al Señor; y si la iglesia orase cien veces más, un área podría conducir a cuatrocientas personas a Cristo. Yo creo que podemos incrementar nuestra vida de oración cien veces más, y esta debe ser nuestra meta.

LA ORACIÓN ES CONFLICTO

Bajo circunstancias normales, la oración sería simplemente el estarle pidiendo a Dios, como un niño pide a su padre, ejemplo, Papito, dame X o Y, y recibir de Él la respuesta sin tensión, sin angustia o presión. Esto ciertamente es verdadero para ciertos aspectos de la oración y en algunas ocasiones; no obstante, en muchas circunstancias no es así. Hemos de tener tensión, angustiarnos y seguir adelante con el objetivo de obtener lo que queremos del Señor. ¿Por qué ocurre esto así? , ¿por qué esta lucha?.

La razón de esta lucha radica en la misma naturaleza de aquel que está envuelto o afectado por la oración. La oración involucra a tres personas: la persona que ora, Dios, a quién la oración está siendo dirigida, y la tercera persona, a quien muchos ignoran, a su destrucción. Esta última es el enemigo, Satanás, quien se opone, estorba y retarda la oración; por tanto, la oración es una violenta oposición a la voluntad del diablo. Es la destrucción implacable de su causa y de su ejército. La oración es un duro trabajo, es una actividad violenta. Mientras más oración, más fuera de control está el diablo; mientras menos oración, menos su causa se obstaculiza. El diablo tiene tanta autoridad hoy día en el mundo a causa de muchos espectadores en la Iglesia que no oran o que oran muy poco.

El conflicto con el maligno significa que a veces la oración involucra clamores, lágrimas, gemidos, agonía, pena, y lucha. ¡La oración profunda es un conflicto, un conflicto muy costoso! ¡Cuán triste es conocer que solo unos pocos hijos de Dios conocen sobre esto!!

¡Crezcamos y hagamos frente a la lucha en oración! Desarrollemos un celo santo en contra del enemigo. Digamos: "Satanás, contenderé contigo, en el nombre de Jesús vengo contra ti y tu reino y no enfrentarte.

LA ORACIÓN ES TRABAJO PERSISTENTE

Algunos creyentes oran una o dos veces, o por uno o dos años, y cuando no ven la respuesta, se desalientan y dicen, Dios no me ha contestado. Aleluya Si luego de orar por un incrédulo cuatro o cinco años, éste no es convertido, entonces la persona que ora se rinde, reflejando el hecho de que no lo tomó en serio. Dios responderá. A veces Dios responderá antes que le llamemos. En otras instancias, ÉL responderá mucho después que hayamos llamado. Si estamos en Su voluntad, no puede haber rendición respecto a un una petición o tema de oración hasta que la respuesta haya sido dada. Aquellos que piensan que la oración es ciencia moderna computarizada en la cual introduces los datos, presionas un botón y tienes la respuesta; se han extraviado completamente.

Cuando el Señor Jesús enseñó sobre la persistencia en la oración, ÉL dijo, Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿Hallará fe en la tierra? (Lucas 18:8) ¿Por qué hizo esta pregunta? Esto es porque la persona con fe genuina es aquella que puede entrar en la legítima oración. Lo triste es que si el Señor viniera hoy, hallaría a pocos con fe genuina. Aquellos con fe genuina no son magos que solo quieren decir, En el nombre de Jesús, levántate y anda. Éstos son luchadores que van a depositar todo en la lucha y nunca se darán por vencidos. Pedro y Juan pudieron decir, En el nombre de Jesús, levántate y anda (Hechos 3:6). Pero recordemos que estos fueron hombres de oración de una Iglesia de oración.

Así que al acercarnos a la oración, tengamos presente que este es un verdadero negocio para santos auténticos.

Mientras estudiamos esta materia, dejemos al Espíritu Santo que ora por nosotros con gemidos indecibles y a nuestro Sumo Sacerdote intercesor, el Señor Jesús, mantenerse junto a nosotros para revelarnos Su verdad, y guiarnos. La gloria sea a nuestro Señor en las alturas. Amén.

QUÉ ES LA APATÍA AL ORAR

La apatía por la oración es el rechazo a hacer nuestras las potentes armas de la oración y estar involucrados con Dios en Sus batallas. La apatía es la muy poca o no efectiva oración.

La apatía por la oración es absoluta rebelión. Esto es negarse deliberadamente a obedecer el mandato de Dios de orar. Este es un gran pecado, es una determinación a tomar un lado activo con el enemigo para luchar contra Dios; es una decisión de frustrar los propósitos de Dios y arruinar al Reino de Dios.

La apatía por la oración es un determinado esfuerzo para asegurar que los pecadores estén perdidos en el infierno para siempre. Esto es un calculado esfuerzo que asegura que los caídos no sean restaurados y que la definitiva

victoria pertenezca al maligno.

Todo aquel que no ora se hace a sí mismo enemigo del Señor que ora. Si muchas almas se pierden hoy en día, es porque hay creyentes apáticos a la oración; ya que ningún alma es ganada para el Reino de Dios, a menos que el precio haya sido pagado en términos de vital oración. Cada alma que está perdida en el diablo, está perdida porque la Iglesia no oró en lo absoluto por ella o no oró con efectividad. Los creyentes inapetentes a la oración responderán ante el Señor en el Día del Juicio por todas las almas que han perecido para siempre. Estos son culpables por la sangre de estas personas.

Compañero santo, el peor pecado que puede cometer como hijo de Dios es el de orar superficialmente o no orar en lo absoluto. Esto es alta traición contra el gobierno de Dios, traición a Dios y a toda la causa del Reino de Dios.

La apatía por la oración es el modo de vida de los tontos, la compañía del holgazán, y el camino a una vida de planificada pobreza y oscuridad espiritual. ¡No se atrevería a permitirse el lujo de tan grande pecado!!!

Piense en la conversión de Saulo, quien luego se volvería el apóstol Pablo. Algunas personas piensan que esto solo sucedió. Tales personas no se imaginan cuantas personas oraron por este solo hombre que estaba aterrorizando a la Iglesia. Cada vez que los creyentes se encontraban, deben haber orado por él. A causa de que oraron, Dios lo condujo a la conversión y regeneración. Saulo jamás se hubiese convertido sin las oraciones de la iglesia. Las Iglesias de oración son iglesias vivas y las iglesias vivas son aquellas que crecen.

Si alguna cosa debe ser hecha ahora para la gloria de Dios, es orar. Los animo a orar y a formar hombres de oración. No ose conducir una reunión de oración o cantar para el Señor, sin tener una vida de activa oración. No ose predicarle al hombre sobre Dios hasta que le haya dicho a Dios sobre tal hombre por medio de la oración. Si predicase sin haber orado abundantemente, usted frustra los propósitos de Dios. Nuevamente le digo, por favor Ore.

Capítulo 2

EL SEÑOR JESÚS EN LA ORACIÓN

El Señor Jesús era dado a la oración. Él oraba. Su vida y ministerio comenzaron en oración, continuaron en oración, y fueron consumados en oración. Justo a la tierna edad de doce años Él se quedó en el templo, y cuando sus ansiosos padres le vieron y le requirieron, Él solo replicó, ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los asuntos de mi Padre me es necesario estar? (Lucas 2:49). Él estaba en la casa de Su Padre - la casa de oración (Marcos 11:17) y no hay que cuestionar el hecho de que Él debió haber orado.

Tiempo más tarde, nuestro Señor fue bautizado en agua por Juan el Bautista. Él inmediatamente comenzó a orar y mientras Él oraba, el Espíritu Santo vino sobre Él .La Biblia dice, Aconteció que, en el tiempo en que todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado. Y MIENTRAS ORABA, el cielo fue abierto, y el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma corporal, como paloma.(Lucas 3:21-22)

El oraba y la oración era como un estilo de vida. La Biblia dice, "Habiéndose levantado muy de madrugada, todavía de noche, Jesús salió y se fue a un lugar desierto y ALLÍ ORABA." (Marcos 1:35). La oración fue el primer negocio del Señor. El decidió no ver el rostro de un hombre sin antes haber visto la cara de Su Padre, y no hablarle al hombre sobre Su Padre hasta que hubiese hablado a su Padre sobre el hombre.

Enfrentándose al asunto crucial de escoger los doce apóstoles, Él encontró que esta trascendental decisión requería mucho más tiempo con Su Padre, del que normalmente pasaba en las mañanas. Así que paso toda la noche en oración. La Biblia dice, Aconteció en aquellos días que Jesús salió al monte para orar, Y PASO TODA LA NOCHE EN ORACION A DIOS. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y de ellos escogió a doce, a quienes también llamó apóstoles (Lucas 6:12-13). Esta fue la forma del Señor de manejar grandes y trascendentales decisiones.

El Señor estaba siempre en oración. Con frecuencia se retiraba a lugares solitarios y allí oraba solo. La Biblia dice, Aconteció que, mientras Él estaba orando aparte, sus discípulos estaban con Él (Lucas 9:18). Aconteció, como ocho días después de estas palabras, que tomó consigo a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. Y mientras oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y sus vestiduras se hicieron blancas y resplandecientes. (Lucas 9:28-29); Pero Él se apartaba a los lugares desiertos y oraba. (Lucas 5:16). En seguida obligó a sus discípulos a subir en la barca para ir delante de Él a Betsaida, en la otra orilla, mientras Él despedía a la multitud. Y habiéndose despedido de ellos, se fue al monte a orar. (Marcos 6:45-46). Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a los discípulos: — Sentaos aquí, hasta que yo vaya allá y ore. Tomó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y comenzó a entristecerse y a angustiarse. Entonces les dijo: — Mi alma está muy triste, hasta la muerte. Quedaos aquí y velad conmigo. Pasando un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: ‘Padre,… (Mateo 26:36-39).

Jesús sabía que la oración profunda era un asunto entre Dios y la persona que ora, a la cual nadie debe perturbar. Con frecuencia el Señor se retiraba a lugares solitarios. A menudo ÉL debe haber orado con sus discípulos, como durante el incidente que recoge Lucas cuando comenta, Señor, enséñanos a orar (Lucas 11:1). A menudo llevó con Él a algunos de ellos para orar, pero los momentos más preciosos de Su vida fueron los momentos a solas con Dios - estando los otros lejos. Él debió haber disfrutado esto en gran manera ya que se retiraba para tener estos tiempos con Su Padre. Aunque el Señor Jesús vivió en incesante comunión con Su Padre, se deleitaba en esos preciosos momentos cuando a solas con Él, podía entrar en algo semejante a la comunión de la que participaron juntos en el cielo antes de descender a la tierra. Jesús literalmente vivió a la expectativa de esos momentos de comunión en oración. Esto significaba todo para Él.

Toda persona que ora normalmente disfrutará de la comunión con Dios todo el tiempo, conocerá así a Dios y así disfrutará tanto de Él que los momentos generales de comunión no lo satisfarán completamente. Éstos, por tanto, buscarán privacidad con Él. Se retirarán del mundo para estar con Él. Ellos anhelan a Dios, languidecen por Él y no quedan satisfechos hasta que Él los llena.

Entonces vemos que para Jesús, la oración nunca fue un asunto de pedir y recibir, sino de estar en comunión y disfrutar a Dios. Esto era comunión de

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