El burlador de Sevilla
Por Tirso de Molina
()
Información de este libro electrónico
En este drama fundacional se encuentran los tres rasgos que caracterizan la estructura donjuanesca: el héroe transgresor, el grupo femenino y la muerte; invariantes míticas que serán desarrolladas, transformadas o subvertidas, siguiendo cauces de las más diversas poéticas, por su larga y copiosa descendencia. Este héroe mítico, nacido en el corazón del Barroco español y mecido por los aires de la Contrarreforma, contiene, aunque todavía en germen, todos los sentidos que irá adquiriendo con el tiempo: el rebelde social, el seductor, el hombre enfrentado a Dios y su esencial e inevitable encuentro con lo sobrenatural, con la muerte.
"El burlador de Sevilla" se centra en las hazañas amorosas de un caballero, don Juan Tenorio, que valiéndose de su ingenio y su buena presencia, engaña a cuanta doncella y dama bella se le pone al alcance y también a sus padres o pretendientes. Se narra aquí como debe huir de Nápoles por una de sus afrentas y como en su viaje a Sevilla realiza otros engaños.
Lee más de Tirso De Molina
El amor y la amistad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMarta la Piadosa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa villana de Vallecas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDon Gil de las calzas verdes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesQuien calla otorga Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl castigo del penséque Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl vergonzoso en palacio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDoña Beatriz de Silva Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesQuien no cae no se levanta Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos amantes de Teruel Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa huerta de Juan Fernández Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa villana de la Sagra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos alcaldes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Santa Juana, segunda parte Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa venganza de Tamar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa villana de Vallecas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDesde Toledo a Madrid Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCelos con celos se curan Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAmor y celos hacen discretos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl pretendiente al revés Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCómo han de ser los amigos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa fingida Arcadia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa ninfa del cielo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl vergonzoso en Palacio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Tan largo me lo fiais...? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones100 Obras Maestras de la Literatura Universal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con El burlador de Sevilla
Libros electrónicos relacionados
El burlador de Sevilla, I Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesColección de Lope de Vega: Clásicos de la literatura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El alcalde de Zalamea Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl médico de su honra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMucho ruido y pocas nueces Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViaje del Parnaso Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Otras veces no sé: (colección de relatos breves) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa discreta enamorada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras de Lope de Vega: Colección - Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl laberinto de Creta Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPepita Jiménez Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Vida de Don Quijote y Sancho Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl orden. Libro primero Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPapá Goriot Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesManfredo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Sonata de otoño; Sonata de invierno: memorias del Marqués de Bradomín Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSotileza Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl perro del hortelano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Dorotea Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoemas más conocidos de Rubén Darío Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa bella virtù Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La dama boba Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPlatero y yo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cuentos De Amor, de locura y de muerte Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPrimeras canciones (1922) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVillete Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Regenta Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Miguel de Cervantes: El maestro de la locura Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiálogo de las cosas acaecidas en Roma. Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesComo gustéis Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Comentarios para El burlador de Sevilla
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
El burlador de Sevilla - Tirso de Molina
tercero
EL BURLADOR DE SEVILLA
Tirso de Molina
Personas que hablan en ella
Don DIEGO Tenorio, viejo
Don JUAN Tenorio, su hijo
CATALINÓN, lacayo
El REY de Nápoles
El Duque OCTAVIO
Don PEDRO Tenorio, tío
El Marqués de la MOTA
Don GONZALO de Ulloa
El REY de Castilla, ALFONSO XI FABIO, criado
ISABELA, Duquesa
TISBEA, pescadora
BELISA, villana
ANFRISO, pescador
CORIDÓN, pescador
GASENO, labrador
BATRICIO, labrador
RIPIO, criado
Doña ANA de Ulloa
AMINTA, labradora
ACOMPAÑAMIENTO
CANTORES
GUARDAS
CRIADOS
ENLUTADOS
MÚSICOS
PASTORES
PESCADORES
Acto primero
Salen don JUAN Tenorio e ISABELA, duquesa ISABELA:
Duque Octavio, por aquí
podrás salir más seguro.
JUAN:
Duquesa, de nuevo os juro
de cumplir el dulce sí.
ISABELA:
Mi gloria, ¿serán verdades
promesas y ofrecimientos,
regalos y cumplimientos,
voluntades y amistades?
JUAN:
Sí, mi bien.
ISABELA:
Quiero sacar
una luz.
JUAN:
Pues, ¿para qué?
ISABELA:
Para que el alma dé fe
del bien que llego a gozar.
JUAN:
Mataréte la luz yo.
ISABELA:
¡Ah, cielo! ¿Quién eres, hombre?
JUAN:
¿Quién soy? Un hombre sin nombre.
ISABELA:
¿Que no eres el duque?
JUAN:
No.
ISABELA:
¡Ah de palacio!
JUAN:
Detente.
Dame, duquesa, la mano.
ISABELA:
No me detengas, villano.
¡Ah del rey! ¡Soldados, gente!
Sale el REY de Nápoles, con una vela en un candelero REY:
¿Qué es esto?
ISABELA:
¡Favor! ¡Ay, triste,
que es el rey!
REY:
¿Qué es?
JUAN:
¿Qué ha de ser?
Un hombre y una mujer.
REY:
(Esto en prudencia consiste.) Aparte
¡Ah de mi guarda! Prendé
a este hombre.
ISABELA:
¡Ay, perdido honor!
Sale don PEDRO Tenorio, embajador de España, y GUARDA PEDRO:
¿En tu cuarto, gran señor
voces? ¿Quién la causa fue?
REY:
Don Pedro Tenorio, a vos
esta prisión os encargo.
Si ando corto, andad vos largo.
Mirad quién son estos dos.
Y con secreto ha de ser,
que algún mal suceso creo;
porque si yo aquí los veo,
no me queda más que ver.
Vase el REY
PEDRO:
Prendedle.
JUAN:
¿Quién ha de osar?
Bien puedo perder la vida;
mas ha de ir tan bien vendida
que a alguno le ha de pesar.
PEDRO:
Matadle.
JUAN:
¿Quién os engaña?
Resuelto en morir estoy,
porque caballero soy.
El embajador de España
llegue solo, que ha de ser
él quien me rinda.
PEDRO:
Apartad;
a ese cuarto os retirad
todos con esa mujer.
Vanse los otros
Ya estamos solos los dos;
muestra aquí tu esfuerzo y brío.
JUAN:
Aunque tengo esfuerzo, tío, no le tengo para vos.
PEDRO:
Di quién eres.
JUAN:
Ya lo digo.
Tu sobrino.
PEDRO:
¡Ay, corazón,
que temo alguna traición!
¿Qué es lo que has hecho, enemigo?
¿Cómo estás de aquesta suerte?
Dime presto lo que ha sido.
¡Desobediente, atrevido!
Estoy por darte la muerte.
Acaba.
JUAN:
Tío y señor,
mozo soy y mozo fuiste;
y pues que de amor supiste, tenga disculpa mi amor.
Y pues a decir me obligas
la verdad, oye y diréla.
Yo engañé y gocé a Isabela
la duquesa.
PEDRO:
No prosigas,
tente. ¿Cómo la engañaste?
Habla quedo, y cierra el labio.
JUAN:
Fingí ser el duque Octavio.
PEDRO:
No digas más. ¡Calla! ¡Baste!
Perdido soy si el rey sabe
este caso. ¿Qué he de hacer?
Industria me ha de valer
en un negocio tan grave.
Di, vil, ¿no bastó emprender con ira y fiereza extraña
tan gran traición en España con otra noble mujer,
sino en Nápoles también,
y en el palacio real
con mujer tan principal?
¡Castíguete el cielo, amén!
Tu padre desde Castilla
a Nápoles te envió,
y en sus márgenes te dio
tierra la espumosa orilla
del mar de Italia, atendiendo que el haberte recibido
pagaras agradecido,
y estás su honor ofendiendo.
¡Y en tan principal mujer!
Pero en aquesta ocasión
nos daña la dilación.
Mira qué quieres hacer.
JUAN:
No quiero daros disculpa,
que la habré de dar siniestra, mi sangre es, señor, la vuestra; sacadla, y pague la culpa.
A esos pies estoy rendido,
y ésta es mi espada, señor.
PEDRO:
Álzate, y muestra valor,
que esa humildad me ha vencido.
¿Atreveráste a bajar
por ese balcón?
JUAN:
Sí atrevo,
que alas en tu favor llevo.
PEDRO:
Pues yo te quiero ayudar.
Vete a Sicilia o Milán,
donde vivas encubierto.
JUAN:
Luego me iré.
PEDRO:
¿Cierto?
JUAN:
Cierto.
PEDRO:
Mis cartas te avisarán
en qué para este suceso
triste, que causado has.
JUAN:
Para mí alegre dirás.
Que tuve culpa confieso.
PEDRO:
Esa mocedad te engaña.
Baja por ese balcón.
JUAN:
(Con tan justa pretensión, Aparte gozoso me parto a España).
Vase don JUAN y entra el REY
PEDRO:
Ejecutando, señor,
lo que mandó vuestra alteza, el hombre...
REY:
¿Murió?
PEDRO:
Escapóse
de las cuchillas soberbias.
REY:
¿De qué forma?
PEDRO:
De esta forma:
aun no lo mandaste apenas,
cuando sin dar más disculpa, la espada en la mano aprieta, revuelve la capa al brazo,
y con gallarda presteza,
ofendiendo a los soldados
y buscando su defensa,
viendo vecina la muerte,