LOS FANTASMAS DE LAS MAZMORRAS
o cierres todavía, aún queda gente dentro!». La voz de una niña gemía en lo más profundo de la mazmorra del castillo de Niebla, en la última galería subterránea donde durante muchos años se dice que sufrieron tortura y murieron numerosos desdichados desde el tiempo del dominio árabe hasta la oscura época de la inquisición. El guardia encargado de comprobar que no quedaba nadie y cerrar la entrada a las mazmorras salió disparado, subió al patio de armas desencajado y avisó a sus compañeros. Miguel Ángel González, encargado del castillo durante muchos años y hoy técnico de turismo del ayuntamiento de Niebla, se apresuró a bajar y comprobar si quedaba alguien allí dentro, en lo profundo de las galerías subterráneas, donde numerosos reos perdieron la vida, incluso niños. Por más que revisó cada galería una y otra vez no fue capaz de encontrar nada ni a nadie allí
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos