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La marihuana y su uso medicinal: Testimonios, ensayos científicos y la opinión de médicos especializados en el cannabis
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La marihuana y su uso medicinal: Testimonios, ensayos científicos y la opinión de médicos especializados en el cannabis
Libro electrónico174 páginas3 horas

La marihuana y su uso medicinal: Testimonios, ensayos científicos y la opinión de médicos especializados en el cannabis

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Conoceremos la planta por dentro y por fuera, sus componentes químicos y el sistema endocannabinoide, y los distintos tipos de marihuana. Se abordan las enfermedades en las que el cannabis interviene de una manera benéfica, sea atacando a la enfermedad o a sus síntomas, desde el dolor crónico o el alzheimer al glaucoma, la epilepsia o la esclerosis múltiple. Se habla de los usos del cannabis: vaporización, aceites, alimentos o la más popular, fumarla. Y por último se habla de las leyes que se le aplican y su actual situación tanto en España como en diferentes países.
IdiomaEspañol
EditorialEl Ángel
Fecha de lanzamiento19 jul 2017
ISBN9788494587542
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    La marihuana y su uso medicinal - Santiago García

    cannabis

    ÍNDICE

    4 PRÓLOGO

    7 PON MARIHUANA EN TU VIDA

    12 MÉDICOS ESPECIALISTAS

    14 EL CANNABIS POR DENTRO Y POR FUERA

    29 ENFERMEDADES

    32 ACNÉ

    33 ALZHEIMER

    36 ANSIEDAD Y DEPRESIÓN

    38 ASMA

    40 AUTISMO

    42 CÁNCER

    49 CAQUEXIA

    51 DIABETES

    55 DOLOR CRÓNICO

    58 ELA

    59 ENFERMEDADES INTESTINALES

    61 ENFERMEDADES ÓSEAS

    63 ENFERMEDADES RARAS

    64 EPILEPSIA

    70 ESCLEROSIS MÚLTIPLE

    73 ESQUIZOFRENIA

    76 ESTRÉS POSTRAUMÁTICO

    77 FIBROMIALGIA

    79 GLAUCOMA

    81 MIGRAÑA

    83 PARKINSON

    88 VÓMITOS Y NÁUSEAS

    91 OTRAS ENFERMEDADES

    92 FARMACIA

    97 USOS DE LA MARIHUANA

    103 LA LEY

    111 REFERENCIAS

    PRÓLOGO

    Hace 35 años se celebró en un pueblo de Segovia un Encuentro de medicinas alternativas en el que sanadores de varios países mostraban sus métodos diagnósticos y terapéuticos, algunos francamente pintorescos, otros más solventes. Yo acababa de ser nombrado Jefe del servicio de Metodología de la Investigación y Análisis Estadístico del hospital de la Universidad de La laguna. Acudía a aquel evento llevado por mi curiosidad personal en todo lo que pueda ser una aportación seria a la medicina y no podía – ni quería – prescindir de mi condición de médico ortodoxo especialista en evaluar la potencialidad real de cualquier propuesta nueva en este campo.

    Al acabar la presentación, hecha por un sanador británico sobre las posibilidades de la hipnosis, se me acercó un joven periodista pidiendo mi opinión al respecto. Le respondí con cierta brusquedad que si buscaba un titular llamativo para su crónica no contara conmigo para entrar en ese juego. Pero el joven reportero no se desalentó por mi negativa inicial e insistió, asegurándome que solo buscaba información acreditada y opiniones cualificadas. Decidí creerle y comenzamos una larga conversación sobre los muchos logros y las muchas limitaciones de la medicina oficial. El tema daba para mucho y a aquella primera charla siguieron otras y otras… Y aún continúan.

    Santiago García reunía el entusiasmo de su juventud y una precoz madurez que hacían de él un conversador ameno y documentado, siempre buscaba información veraz, tenía una notable capacidad parar separar el trigo de la paja, el ruido de fondo de la melodía sustanciosa. Desde entonces, he podido seguir su trayectoria profesional, desenvolviéndose con éxito y solidez en todos los medios de comunicación. Siempre que he recibido su invitación para participar en programas de radio o televisión o para colaborar en las revistas que dirigía, he acudido con gusto, sabiendo que nunca me iba a sentir engañado por un cazador de titulares vistosos.

    Al leer este libro compruebo que Santiago conserva aquella inquietud juvenil, enriquecida por una capacidad de trabajo que le permite afrontar retos inalcanzables para quien no tenga ese don. Y es para mi un deber prologarlo, por el interés que tiene para muchos ciudadanos que pudieran en su día beneficiarse del uso de productos cannabinoides. Al hacerlo cumplo con mi compromiso al asumir el juramento hipocrático que hice al licenciarme como médico.

    Son muchos, muchísimos, los problemas de salud que la medicina actual evita, resuelve o palía; y muchos más los que aún están pendientes de solucionar. El médico tiene la obligación de buscar información sobre todo lo que pueda ayudar a mitigar el dolor y la invalidez causada por todo tipo de enfermedades o disfunciones somáticas o psíquicas.

    En algunas ocasiones ha ocurrido que un paciente, con problemas graves no solucionados por los recursos que la medicina tiene hasta el momento, le dice a su médico que en revistas cualificadas de medicina hay trabajos que sugieren que algún componente del cannabis podría curarlo o aliviarlo. Aunque parezca increíble, algunos médicos han respondido con hostilidad diciendo que ellos no quieren implicarse en cuestiones de drogas. Parece evidente que tan absurda respuesta solo puede ser un burdo intento de ocultar la ignorancia o la pereza. Si investigadores responsables han publicado en prestigiosas revistas médicas trabajos mostrando posibles efectos beneficiosos y mínimos efectos secundarios, lo único que puede hacer un médico decente es leer esos trabajos y averiguar si hay en ellos información útil para su paciente. Si su médico no lo hace o no le recomienda a un colega que lo haga, búsquese usted otro médico, uno que sea honesto, serio y trabajador.

    Aquí encontrarán los pacientes mucha información expuesta para que sea entendida por los verdaderos protagonistas de la medicina, que son, obviamente, los enfermos. No es un libro para médicos, pero a los médicos que quieran información profesional rigurosa se les dice dónde encontrarla. El autor ha consultado decenas de documentos buscando en ellos, no la certeza científica, que solo los médicos - algunos - pueden calificar como tal, sino datos que ponen en la pista de posibles efectos beneficiosos para los pacientes. Datos que justifican la tarea de indagación sistemática que los médicos interesados pueden y deben realizar. Datos que justifican que los pacientes pidan a sus médicos que se documenten sobre el tema.

    Actualmente, algunos de los grandes laboratorios farmacéuticos están invirtiendo muchos millones de dólares en investigación sobre las posibilidades terapéuticas del cannabis en muy distintos tipos de patología. Estas estrategias de investigación solo se implementan si hay muy fuertes razones a favor del efecto beneficioso de estos productos. En este libro se exponen esas razones.

    Luis Prieto Valiente

    Doctor en Medicina

    Catedrático de Bioestadística Médica.

    Ex jefe de servicio de Metodología de la Investigación y Análisis Estadístico del

    hospital universitario de La Laguna.

    PON MARIHUANA EN TU VIDA

    Aunque el cannabis está lejos de ser una panacea terapéutica, es evidente que su uso en numerosas enfermedades mejora la calidad de vida y en algunos casos de manera inmediata. Lo que no es poco. Pongamos por caso que te duele el cuerpo por todas partes y además duermes mal, no descansas. Tras hacerte diversas pruebas te diagnostican que padeces fibromialgia. En realidad, para ti es un trámite saber cómo se llama lo que tienes, lo que te preocupa es que te duele hasta el alma, que cuando te ataca te subes por las paredes, y que no entiendes de dónde sale ese penoso dolor que te consume un día y otro, y otro... Nada logra detenerlo. El médico y el fisiólogo hablan, sugieren, pero tu dolor sigue ahí. Cada día es un horror. Inhalas entonces el cannabis y el dolor desaparece en instantes. No te lo acabas de creer y miras alrededor con recelo. ¿Cuándo volverá? Pero lo cierto es que no está y que te puedes mover, puedes hablar, caminar, ser una persona normal. Sí, el dolor que marcaba los pasos de tu vida diaria ya no está ahí y no lo estará durante un tiempo. Eres de nuevo libre. Son los efectos de los principios activos de la marihuana, una planta a la que durante los últimos 60 años se le ha calificado hasta de enemigo público número uno. Una planta que ha sido estigmatizada y que quien la lleva en el bolsillo, en la calle, si es descubierto, puede ser multado, pagando entre 600 y 600.000 €, según decida el juez.

    El cannabis controla el dolor crónico de tipo neuropático, reumático y oncológico. Es decir, alegra la vida de personas que sufren, entre otras cosas, cáncer, artrosis, diabetes... Y la del dolor es solo una de sus aplicaciones, una que está, parece, además, admitida por todos, incluida la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., donde se ha hecho un análisis de 10.000 estudios en torno al cannabis, concluyendo que actúa de manera positiva, hablando en términos médicos, cuando se aplica para disminuir las náuseas y vómitos que causa la quimioterapia, y en el alivio de algunos síntomas de la esclerosis múltiple. Más personas beneficiadas en el mundo.

    Aunque hay que reconocer que el sistema endocannabinoide es uno más de los sistemas de comunicación con los que cuentan cerebro y organismo, lo cierto es que interviene en todo tipo de enfermedades: digestivas, neuropáticas, de piel… Existen evidencias científicas que demuestran que la actividad del sistema endocannabinoide podría estar implicada en todas las enfermedades que afectan al cuerpo humano, advirtió en Madrid su descubridor, el investigador israelí Rafael Mechoulam. Sin embargo y a pesar de tal evidencia, no hay por qué pensar que el cannabis va a sustituir a los medicamentos existentes para determinadas enfermedades. Lo que sí se puede decir ya es que superan a otros fármacos a la hora de tratar los síntomas y efectos secundarios de enfermedades neurodegenerativas y el cáncer.

    HAZTE CULTIVADOR

    Solo por estas aplicaciones, el cannabis medicinal está empezando a ser una planta respetada por científicos, médicos, pacientes... De hecho, se espera que solo el negocio de uno de sus principales compuestos químicos, llamado CBD, del que se habla en estas páginas a menudo, crezca en EE.UU., de 2017 a 2020, un 700%, con una facturación de 2,1 billones de dólares. Palabra de Forbes. Un salto cuántico, desproporcionado si tenemos en cuenta que en 2016 su cifra de negocio estaba en 202 millones de dólares, y si observamos que el consumo de solo CBD tiene menor capacidad terapéutica que si se aplica en combinación con THC, el compuesto químico psicoactivo del cannabis. ¿Cuál es el problema? Que el THC es el principio psicotrópico, el del famoso colocón, y que es ilegal comprarlo, está penado por la ley hasta su consumo, salvo en determinadas condiciones. En Estados Unidos, el CBD de la planta se puede importar y comprar sin prescripción previa en 50 estados del país. El THC se puede consumir en solo 8 estados. En España, el THC se puede adquirir y consumir en cientos de asociaciones legalizadas para ello.

    ¿Cómo conseguirlo entonces? Esa es nuestra propuesta: cultivándolo. ¿Qué se conseguirá con ello? Uno, saber que lo que entra en el cuerpo es auténtico y carece de metales pesados, herbicidas, etc. Cosa que no se sabe si se acude al mercado negro. Dos. Abaratar el precio del gramo. Tanto si se acude al mercado negro como si se va a las Asociaciones Médicas (aquí al menos se sabe que lo que se consume es sano), el precio es elevado. Es difícil encontrar cannabis en la Seguridad Social, eso va para largo. Así que hay que aprender a cultivar, si se quiere tener cannabis para todo el año, para tratar a un hijo que tiene epilepsia refractaria, o porque una madre tiene esclerosis múltiple, o ... Sigue las pautas que damos para cultivarlo en nuestro libro Cultivar Marihuana es fácil. En Chile, hablando de epilepsia, un grupo numeroso de madres ha revolucionado el mapa político y social del país enfrentándose a todo y a todos tras comprobar que el cannabis ayuda a sus hijos a llevar una vida mejor.

    Esta enfermedad, la de la epilepsia, no la contempla la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., como tampoco otras muchas aplicaciones terapéuticas. Y es que la ciencia oficial va más lenta, tardará años en descubrir esta realidad. Mientras, los pacientes tienen la planta ahí y la prueban y van viendo si les resulta positiva o no, si con una u otra dosis es suficiente para acabar con su molesta inflamación intestinal, por ejemplo. El biólogo Ekaitz Agirregoitia explicó en una conferencia ante 300 personas como, gracias a la planta, convivía mejor con su terrible colitis ulcerosa.

    Casos sobran y de diferentes tipos de enfermedades, muchas englobadas en las neuropáticas. Como el de un hombre, P.F., prefiere ocultar su nombre, que tiene una neuralgia pos herpética que le ataca a la espalda y que es extremadamente dolorosa y la medicación, la morfina, no se la calma. P. F. asegura que le bastan tres caladas de un porro de cualquier marihuana para que el dolor le desaparezca. Este paciente, que se auto médica, también asegura no entender que tenga que esconderse como un prófugo para fumar sus caladas medicinales cuando el dolor le viene en

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