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De la mano de los griegos
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De la mano de los griegos
Libro electrónico169 páginas3 horas

De la mano de los griegos

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Introduce a la filosofía desde una perspectiva histórica, tal como surgió y se desarrolló en la Grecia antigua, desde los presocráticos hasta Aristóteles. El lenguaje sencillo, ameno y didáctico, sin perder profundidad conceptual, hace al libro apto para todo público y propósito. Enseña a gustar de la filosofía y ayuda a pensar.

Consta de 6 unidades: Inquietudes, Contexto, Pre-socráticos, Sócrates, Platón, Aristóteles. El carácter epistolar de los primeros capítulos lo hace amigable. Los capítulos biográficos son narrativos en presente, para involucrar al lector como protagonista. En el último capítulo, Aristóteles dialoga con su discípulo –Alejandro Magno adolescente–, para dar agilidad a la exposición de su filosofía, densa en conceptos y algo árida en sus escritos originales.

Incluye anécdotas de filósofos, lecturas breves de autores reconocidos, preguntas relacionadas con otras disciplinas, comentarios para ayudar a la reflexión, estrategias de estudio, líneas de tiempo, actividades lúdicas que ayudan a asimilar conceptos...

Es una historia llena de preguntas y llena de respuestas, que generan a su vez nuevas preguntas. Así aprendieron a pensar y a dialogar los griegos. Y con ellos podemos hacerlo nosotros. Pensar y dialogar: no hay otra forma de buscar y de aproximarse racionalmente a la verdad.

IdiomaEspañol
EditorialJorge Faral
Fecha de lanzamiento29 abr 2014
ISBN9781311732835
De la mano de los griegos
Autor

Jorge Faral

Nací y vivo en Uruguay, un pequeño y bello país al sur de Brasil y al este de Argentina. Desde 1982, he trabajado como ingeniero de sistemas en el desarrollo, consultoría e integración de sistemas informáticos en empresas públicas y privadas, en aplicaciones socio-económicas, gerenciales y educativas.Mi interés por la Filosofía, que cultivo desde hace más de dos décadas, me llevó a ejercer la docencia de esta disciplina, a nivel secundario, desde el año 2000 hasta el presente. Como todo libro, "De la mano de los griegos" tiene su historia, pero la cuento en la entrevista. Recientemente he publicado un segundo libro, acompañado de otros dos autores. Se llama "Atrévete a pensar". También es de introducción a la Filosofía, pero esta vez sigue el programa oficial de esta asignatura para alumnos preuniversitarios. Otra aventura apasionante de 415 páginas, cargada de estudio, creatividad y... paciencia.He practicado todo tipo de deportes. Tantos y tanto, que mi columna vertebral ya sólo me permite caminar (a buen ritmo, claro). Casi la misma afición tengo por la música, de todo tipo. Como el sonido y el andar no afectan la columna, lo que hago es salir a caminar enchufado a mis casi 450 canciones favoritas. Me corrijo, escucho música mientras camino: por fin encontré la fórmula para obedecer con gusto al médico.

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    De la mano de los griegos - Jorge Faral

    Mi idea es introducir a la Filosofía desde una perspectiva histórica y de un modo sencillo, tal como surgió y se desarrolló en la Grecia antigua.

    Deseo enseñar a gustar de la filosofía y ayudar a pensar. Quisiera dejar en cualquier lector de cualquier edad un buen sabor de boca con esta disciplina (o devolvérselo, por si añora no haberla comprendido o estudiado con mayor interés en su momento). En fin, ofrecer una introducción a la filosofía apta para todo público.

    Como libro de texto, puede considerarse semejante a un instrumento o a una partitura musical, que cada músico (cada docente) interpreta según su destreza, su sensibilidad y su público. Aunque aquí soy luthier y compositor, mi modo de hacer sonar el instrumento y de interpretar la partitura no pretende ser el único ni el mejor: no es más que una propuesta.

    Objetivos

    Hay tres niveles de objetivos, de algún modo anudados. El más visible es curricular: introducir en la Filosofía a estudiantes preuniversitarios.

    El siguiente es pedagógico: ayudar a pensar y a estudiar, es decir, a desarrollar actitudes mentales como observar, relacionar, sintetizar, comparar...

    Por último, un objetivo educativo: enseñar a apreciar el valor original y permanente del pensamiento griego clásico. En otras palabras, mostrar que problemas de entonces son también actuales y que varias propuestas de aquellos filósofos siguen razonablemente vigentes: la ética como armonía de virtudes personales, la existencia de la verdad y de la belleza por encima de lo temporal y material, la necesidad de regímenes políticos estables para garantizar justicia y seguridad sociales, la búsqueda de lo común y permanente detrás del cambio incesante.

    Enfoque

    Es doble: histórico y didáctico. El primero facilita descubrir paralelismos y herencias intelectuales en la historia del pensamiento. El segundo persigue la asimilación significativa de los contenidos: abstracción gradual, enriquecimiento del vocabulario, capacidad discursiva, apertura al diálogo, descubrimiento de la trascendencia, interés por lo ético.

    Estilo

    Intento un estilo sencillo, ameno y gráfico, sin perder profundidad. El carácter epistolar le da un carácter amigable a los primero capítulos. Los capítulos biográficos son narrativos en presente, para involucrar al lector como protagonista; a excepción de Aristóteles, a quien hago dialogar con su discípulo –Alejandro Magno adolescente–, para dar agilidad a su filosofía, densa en conceptos y algo árida en sus escritos originales.

    Organización

    El libro está organizado en seis unidades, y éstas a su vez compuestas de varios capítulos (ver Tabla de contenido). Incluye también textos y archivos complementarios.

    Textos complementarios

    Se trata de breves apartados que ayudan a cumplir con los objetivos señalados más arriba. Se distinguen por su diseño y pueden saltearse si se desea una lectura ininterrumpida del texto central. La página de apertura de cada unidad contiene tres textos complementarios:

    Adelanto del contenido

    Breve resumen o abstract de la unidad.

    Discusión previa

    Preguntas abiertas de problematización previa sobre los temas principales de la unidad.

    Frase de apertura

    Aforismo vinculado al tema de la unidad.

    Al final de cada capítulo pueden aparecer algunos de los siguientes textos complementarios:

    Lectura: [Título de la lectura]

    Textos breves de autores reconocidos que, por su claridad expositiva, ayudan a mejorar la comprensión de un tema.

    Se dice que...

    Breve descripción o anécdota que aporta contexto histórico y humano a los personajes.

    Piensa

    Preguntas o actividades de profundización.

    Relaciona

    Preguntas o actividades que relacionan un tema con otras disciplinas.

    Ten en cuenta

    Comentarios que ayudan a reflexionar.

    Estrategia de estudio

    Propuesta de alguna actividad para aprender a estudiar, facilitar la comprensión y retener conceptos.

    Archivos complementarios

    Al igual que los textos complementarios, estos archivos ayudan a cumplir con los objetivos. Se pueden descargar desde el sitio www.delamanodelosgriegos.com (NOTA: por estar en formato PDF, algunos dispositivos no permiten descargarlos). Son los siguientes:

    Mapa biográfico

    Línea de tiempo y datos biográficos de los protagonistas más sobresalientes de la Grecia antigua, agrupados según sus disciplinas.

    Desafíos mentales

    Son diversos archivos con propuestas de actividades didácticas y lúdicas, de estudio y de repaso, para cada unidad.

    Bonus tracks

    En www.delamanodelosgriegos.com, ofrezco abundante material extra. Recomiendo visitarlo, espero que sea útil y ¡espero comentarios!

    Bibliografía

    Es un archivo PDF que puede descargarse desde aquí: Bibliografía.

    I. Inquietudes

    Adelanto del contenido

    Partiendo de la experiencia y de conceptos habituales, se plantea una noción aproximada sobre la filosofía y la tarea del filósofo. Todo ser humano observa, admira y pregunta, porque necesita explicar la realidad y explicarse a sí mismo. Y, sobre todo, desea ser feliz.

    Discusión previa

    ¿Qué es y cómo pensar? ¿Por qué hacemos preguntas? ¿Qué es lo que más deseamos?

    Frase de apertura

    «Los filósofos ven lo que todos ven y piensan lo que nadie piensa.» (Anónimo)

    1. Llenando vacíos

    En Física te habrán explicado que el frío no existe: lo que hay es ausencia de calor. Cuando algo se enfría no recibe frío sino que entrega calor. Algo parecido te enseñan en Geografía sobre el viento, que es el movimiento del aire desde una zona de más presión a una de menos presión atmosférica (a una depresión). Es el vacío lo que mueve al aire.

    Con tu inteligencia sucede algo similar. Si ya conoces la explicación o el desenlace de algo, tu inteligencia está satisfecha, no tienes curiosidad y no te haces más preguntas. Es el enigma, el vacío de explicación o de solución, lo que mueve a conocer. ¿Pensaste alguna vez por qué te atraen las búsquedas de tesoros, o las telenovelas, o un programa de preguntas y respuestas, o por qué lees Harry Potter sin parar, un capítulo tras otro? Es la pregunta la que te impulsa. ¿Dónde está…? ¿Cuál es…? ¿Cómo será…? ¿Quién fue…? ¿Por qué… cuándo… cómo…? La inteligencia se mueve hacia la verdad si todavía no la posee.

    Es cierto que no sólo mueve la verdad. También mueven la bondad y la belleza. Piensa, por ejemplo, en alguien que consideres una persona muy buena. ¿No sientes la necesidad de estar cerca, de conversar, de ayudarla, de parecerte a ella? O considera cómo te atrae un helado o tu marca preferida de ropa. Te impulsas hacia lo bueno que ves en las cosas y en las personas, y buscas poseerlo. ¡Y cómo atrae la belleza! Piensa en tu canción favorita o en alguien atractivo… ¿Verdad que no te cansas de contemplar lo bello?

    En realidad, lo que en el fondo te sucede es que deseas ser feliz: conocer la verdad, poseer cosas buenas y contemplar cosas bellas. Todo junto, ¡nada menos!

    Sobre la verdad, lo bueno y lo bello trata la filosofía.

    Ten en cuenta

    Una comprobación del deseo natural por saber es la curiosidad universal de los niños, y su consiguiente martilleo de preguntas. Nadie les inculca ese deseo y nadie les pide que pregunten... Sin darse cuenta, están sedientos de sabiduría.

    2. Filo-sofía

    Todo parece reducirse a conocer. O, al menos, todo empieza por ahí. Con relación a la verdad, esto es evidente. Con relación al bien, ¿cómo llegar a desear algo bueno si no se conoce? Y sin conocer lo bello, ¿cómo disfrutarlo? Casi con lógica matemática, podríamos concluir que para aspirar a ser feliz hay que conocer. Y si se conoce bien, mejor aún. (Por eso tus padres desean que estudies).

    Ese conocer bien para alcanzar la felicidad es lo que muchos, desde muy antiguo, han llamado sabiduría. Y a la tarea de buscar esa sabiduría la han denominado filosofía. Porque significa eso: amor (filo) a la sabiduría (sofía).

    Precisamente, con estas ideas comienza Aristóteles (ya nos encontraremos con él) dos de sus más famosos tratados:

    «Todos los hombres tienen naturalmente el deseo de saber.»

    «Los hombres buscan enderezar sus acciones como un arquero sus tiros para dar en el blanco, y éste es la felicidad.»

    3. Entrevista con la realidad

    Supongo que has visto o leído bastantes entrevistas. Es interesante apreciar cómo procede un periodista: pregunta y repregunta al entrevistado, hasta esclarecer la verdad de un hecho o de una actitud. Para no olvidarse de nada, los periodistas emplean la técnica de las cinco W: what, who, when, where, why, que significan: qué, quién, cuándo, dónde, por qué; y a veces how: cómo. (Es una buena técnica a emplear cuando te propongan relatar un hecho o exponer sobre un tema.)

    Un científico —un biólogo, un físico, un arqueólogo— hace algo parecido. Sólo que, en vez de entrevistar personas, dialoga con la realidad que le interesa y desde el punto de vista que le interesa. Cualquier científico puede hacerlo, porque la realidad es increíblemente políglota: responde en el mismo idioma que se la interroga.

    Tomemos como ejemplo el pedacito de realidad que ahora mismo tienes delante de ti: este libro. A un físico le interesará calcular los vectores de fuerzas que intervienen cuando lo sostienes en tus manos; un químico averiguará si el papel es reciclable, o qué residuos tóxicos deja si se quema; un antropólogo investigaría si su contenido pueden comprenderlo adolescentes de cualquier cultura; a un biólogo pueden interesarle los microorganismos que se comen el papel, algo que dentro de unos siglos preocuparía a un arqueólogo. La realidad responde a cada uno según lo que interroga y en el idioma de cada ciencia. En las asignaturas que cursas, estás aprendiendo esos diferentes idiomas.

    ¿La filosofía es una ciencia? Depende. Si por ciencia se entiende conocer razonadamente, mirar con curiosidad, investigar, preguntar, explicar, interpretar, y todo esto sin pretensión de terminar de preguntar ni de establecer una verdad única y definitiva, entonces sí, la filosofía es ciencia. Pero si por ciencia se entiende el conocimiento teórico de lo observable, medible y siempre verificable mediante experimentos, las diferencias abundan.

    Un filósofo, al igual que un científico, también entrevista a la realidad, pero a toda. Y las preguntas que le hace —que se hace, porque forma parte de ella— son radicalmente comprometedoras, inquietantes, valientes: ¿existe Dios?, ¿por qué existo?, ¿qué sentido tiene la vida, el dolor, el mal y la muerte?, ¿somos libres?, ¿puedo confiar en mis sentidos?, ¿existe la verdad?, ¿qué quiere decir actuar bien?, ¿cómo ser feliz?, ¿tenemos alma?, ¿hay vida después de la muerte? En fin, ¿cuál es el origen y el destino de todo?

    Además, tanto uno como otro, al intentar explicar la realidad que tienen delante necesariamente la interpretan. Esto significa que dicha explicación no es la realidad misma sino un reflejo, un modelo, más o menos aproximado, más o menos apropiado de lo que representa. Por ejemplo, un astrofísico elabora un modelo matemático del sistema solar (un reflejo de esa realidad en lenguaje matemático) o un meteorólogo dibuja un mapa de la envoltura gaseosa de la tierra (una explicación en lenguaje gráfico). Asimismo, un filósofo elabora modelos interpretativos más o menos conformes a la realidad que cuestiona. La diferencia es que los modelos científicos tienen la ventajosa propiedad de ser verificables por experimentación o por demostración matemática. En cambio, como el filósofo se enfrenta a realidades no cuantificables (¿quién puede medir la existencia, o el pensamiento, o la justicia, o el amor?), sus explicaciones no resultan obvias ni exactas. Por lo demás, no cuenta con otro instrumental aparte de su razón.

    Todo esto tiene su historia. Pronto la abordaremos desde sus orígenes.

    Lectura: ¿Qué es lo más importante en la vida?

    «Si preguntamos a una persona que se encuentra en el límite del hambre, la respuesta será comida. Si dirigimos la misma pregunta a alguien que tiene frío, la respuesta será calor. Y si preguntamos a una persona que se siente sola, la respuesta seguramente será estar con otras personas. Pero con todas esas necesidades cubiertas, ¿hay todavía algo que todo el mundo necesite? Los filósofos opinan que sí. Opinan que el ser humano no vive sólo de pan. Es evidente que todo el mundo necesita comer. Todo el mundo necesita también amor y cuidados. Pero aún hay algo más que todo el mundo necesita. Necesitamos encontrar una respuesta a quién somos y por qué vivimos.» (Jostein Gaarder, El mundo de

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