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I Antología de Relatos "Forjadores de sueños"
I Antología de Relatos "Forjadores de sueños"
I Antología de Relatos "Forjadores de sueños"
Libro electrónico249 páginas3 horas

I Antología de Relatos "Forjadores de sueños"

Por Iudex

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Información de este libro electrónico

Un anciano que se fuga de las residencias, una princesa que no puede dormir, una nave de tres mil doscientos metros de eslora... y así hasta 17 relatos de ciencia-ficción, terror y fantasía, algunos pequeñas obras maestras. Han colaborado autores consagrados como Santiago Sánchez, "Korvec" (El Camino de la Cabra) o Víctor Blázquez (El Cuarto Jinete), entre otros. ¿Te lo vas a perder?

Lista de autores participantes, por orden de aparición: Eduardo Casas Herrer, Ana Díaz, Josep Rimbau, Marisa Rubio, Elena Andreu, María Mercedes Jiménez, Carlos del Moral, Juan Campos, José Antonio Reyero, Santiago Sánchez "Korvec", Olga Lupion, Félix Ruda, Miguel Núñez, Ramón Montañés, Segundo Miguens, Eva María González y Francisco Javier Bernaldo.

IdiomaEspañol
EditorialIudex
Fecha de lanzamiento13 sept 2013
ISBN9781301085170
I Antología de Relatos "Forjadores de sueños"
Autor

Iudex

Iudex es el sello editorial especializado en literatura de género de los autores más prometedores en lengua española.

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    I Antología de Relatos "Forjadores de sueños" - Iudex

    Antes de empezar...

    Quizás recordéis, siendo niños, esas reuniones en la playa, en la montaña o en una de las habitaciones de vuestras casas, en las que, rodeados de amigos, escuchabais atónitos y con el alma en vilo, historias de miedo, ciencia ficción o suspense, esperando paralizados a que vuestro turno llegara y aterrorizarais a todos los demás con el más espantoso de los cuentos, en torno a una hoguera o simplemente apiñados en rededor de una linterna. O al salir de clase y sentados en un banco, relatabais a los compañeros aquella escalofriante leyenda que afirmabais que era cierta sin serlo y esperando que una vez finalizada, los demás se lanzaran a contar otra similar o más pavorosa si podía ser.

    O tal vez era vuestro abuelo el artífice de vuestros pánicos nocturnos, cuando os relataba aquellas temibles narraciones y cuentos de terror entre las penumbras de vuestro salón, que os hacía sentir tan bien y que llenaba vuestros sueños de temibles seres infernales y entes espectrales. O a lo mejor erais de los que se contentaban con un libro de bolsillo repleto de historietas y descripciones sobre el más allá, arrebujados bajo vuestras mantas y mirando de soslayo por encima de sus páginas de cuando en cuando para aseguraros de que nada horrible pudiera perturbar vuestra lectura.

    O revivís aquella visita a la casa que creíais encantada en el pueblo de vuestros tíos y de la que salíais espantados cuando un ruido extraño os aterraba, o al paso de cualquier gato nocturno que se os antojaba alma en pena. O igual ibais más lejos y os acercabais al cementerio de ese mismo pueblo al caer el sol y apostabais a ver quien duraba más tiempo al lado de la verja, o incluso algún temerario osaba traspasar sus rejas, convirtiéndose en el héroe de la noche. Y como esas vivencias os estimulaban para contar y narrar más historias que convertíais en pavorosas odiseas, mientras vuestros amigos esperaban el desenlace con las bocas abiertas y el corazón en un puño.

    Y quizás también rememoréis el cómo sentir miedo os gustaba y llenaba de pasión y cada historia os colmaba y deseabais que llegara el momento de conocer alguna nueva. Y cómo ese afán de disfrutar de diferentes narraciones, os llevó a querer escribirlas, sacándolas de lo más profundo de vuestro yo interior. Y ese momento mágico en que podíais transmitir ese escrito a alguien que, como vosotros, desesperaba ante la expectativa de escuchar una buena historia que les llenara de pavor.

    Pues eso es lo que vais a poder encontrar, si queréis, en el foro www.hacedores.foroactivo.com, dónde nos unimos con más amigos, enamorados como nadie de la literatura de terror, misterio, suspense, fantasía o ciencia ficción y, usando las pantallas de nuestros monitores como fuego fatuo y punto de reunión, nos lanzamos a la pasión de devorar historias con fruición, ansiando la familiar sensación del miedo y el pánico. No somos profesionales, no nos dedicamos a ello con intenciones económicas, ni pretendemos conseguir un solo euro si os decidierais a aventuraros entre nuestras páginas. Solo queremos que nos contéis historias, esas que harán que soñemos de nuevo y que nos hagan desear que el relato hubiera sido nuestro. Y esa es la intención de la recopilación de relatos que ahora mismo tenéis ante vuestros ojos, tan solo haceros partícipes de nuestra pasión, de nuestro común entusiasmo por lo diferente y lo irracional.

    A lo mejor esta noche, tras leer cualquiera de las historias que os hemos traído, miréis de nuevo bajo vuestra cama o escrutéis, temerosos, el interior de vuestros armarios, o quizás simplemente hayáis podido disfrutar de una buena historia que os haya llegado. Tan solo esa es nuestra intención, que os convirtáis en forjadores de sueños, al menos por una noche y si por una única vez lo hubiéramos conseguido, nos daríamos por satisfechos.

    Sin nada más que deciros, os dejamos con los relatos de los que verdad esperamos que disfrutéis, tanto o más que como lo hicimos sus autores cuando las redactamos y esperando que a lo mejor mañana, seáis vosotros los que presentéis estos escritos a otros nuevos amigos que deseamos se vayan sumando.

    Terroríficamente vuestros:

    El equipo de administración de Forjadores de Sueños.

    www.hacedores.foroactivo.com

    Prólogo

    PASEN Y VEAN

    Llevo una década dedicándome profesionalmente al mundo de la literatura. He sido escritor, guionista, jurado en certámenes, prologuista, profesor de escritura creativa, antólogo, y ahora también editor. He visto, en estos diez años, que las antologías se resisten a morir. ¿Qué quiero decir con esto? Me remitiré al año 2004, un año donde aún existían las revistas como Galaxia o multitud de fanzines tanto a nivel nacional, como provincial como regional. Fanzines como Miasma o Tierras de acero, antologías como Paura o Fabricante de sueños. Podría decirse que había una época dorada en cuanto a la salida en papel de relatos. Todos queríamos estar ahí y hacernos un nombre. Llegar a los lectores, recibir sus opiniones, seguir escalando. Pero poco se sospechaba aún que Internet devoraría a este tipo de publicaciones. Las más importantes fueron cayendo una a una. No eran rentables. Al lector ya no le hacía falta ir al kiosco o a la librería para hacerse con una revista donde publicasen relatos o un fanzine mal grapado o peor maquetado. No, teníamos este tipo de publicaciones a un clic de ratón. ¿Murieron entonces las antologías? No, de hecho siguen saliendo muchas, lo único que se abrió otro medio para llegar hasta ellas. Más fácil. Más rápido. Solo hacían falta unas gotitas de ilusión, talento, y alguien que supiera maquetar un documento PDF para subirlo a la red. Está claro que las antologías de relatos nunca morirán, y así debe de ser. El relato es necesario, son gotitas de un perfume muy condensado, pellizcos de irrealidades que nos teletransportan por unos minutos a otros mundos. Así que, pase el tiempo que pase, las antologías seguirán ahí. De hecho, tras el boom de las antologías en internet algunas grandes editoriales han vuelto a apostar por el formato papel. Ahí tenemos el ejemplo de Random House Mondadori con "Terranova, o Timun Mas con la antología REC: Los relatos perdidos".

    En fin, que me disperso. Me encanta ver que en los foros siguen gestándose una buena cantera de talentosos escritores. Hace un tiempo, una amiga me invitó a visitar el foro de Forjadores de sueños. Me entró la nostalgia de los tiempos de Cyberdark o de Sedice —este último aún sigue con vida—, cuando la vida social entre escritores y lectores se hacía allí y no en facebook. Había en el foro de Forjadores de sueños muy buen rollo, y gente muy ilusionada y dedicada de lleno a la escritura. Así que cuando me comentaron que estaban preparando una antología fantástica (en el más amplio sentido de la palabra) me alegré mucho. Poco más tengo que añadir, si acaso, que vayan pasando a esa carpa desvencijada del fondo donde aquel tipo desgarbado con chistera y sonrisa sádica les dice Pasen y vean, damas y caballeros. Pasen y vean nuestros monstruos. Son reales, sí, en verdad lo son, tan reales como todos ustedes. Así que pasen y vean.

    Felices pesadillas.

    Juan de Dios Garduño.

    Septiembre 2013.

    Algunos comentarios de buenos amigos

    Es para nosotros un placer y a la vez un honor, desplegaros a continuación las opiniones de algunos de nuestros amigos, consumados narradores, sobre lo que significa empezar a escribir, el deseo de exponer esa primera historia que sale de lo más profundo de tu interior. Esa que estará peor o mejor contada o escrita, pero que indudablemente es tuya y de nadie más. Y como sobran las palabras, dejamos que sean ellos quienes lo expliquen.

    "Cuando un día decides empezar a narrar historias mediante la escritura te conviertes en alguien especial y afortunado. Puedes aprender de manera fácil y pasándotelo en grande, leyendo a los clásicos y a los que no lo son tanto. Es posible escribir en cualquier parte, en cualquier momento, sin necesidad de parafernalia aparatosa: lápiz y papel son armas suficientes o, en estos tiempos que corren, un ordenador de la gama más barata te servirá como el mejor. No hay límite de edad, sino todo lo contrario. El horizonte es lejano, muy lejano. Cuanto más viejo te hagas más trucos habrás aprendido, ya que escribir es un oficio en el que, por muy expertos que nos consideremos, siempre habrá ocasión para que alguien nos enseñe algo nuevo, algo que nos haga crecer como escritores. A ti, contador de historias, tanto si estás empezando como si llevas tiempo en esto, te muestro mi afecto y respeto. Nunca desesperes. No tires la toalla jamás. Ármate de paciencia, prepárate para dar lo mejor de ti y comparte con el Mundo eso que bulle dentro de tu cabeza.

    Porque el Mundo te lo agradecerá".

    A.M. Caliani

    Autor de El secreto de Boca Verde.

    * * * * *

    "¿Cuándo empieza un escritor a escribir? ¿Cuando redacta la obra que será su primera novela publicada? ¿Cuando gana su primer certamen literario? Mucho, mucho antes... El escritor lo sabe desde pequeño, desde que le enseñan a trazar las primeras grafías y piensa que tiene que plasmar lo que bulle en su cabeza. El contador de historias ya disfruta con las redacciones del colegio.

    Muchos empiezan, pero pocos perseveran. La vida es una asesina de sueños: obligaciones, golpes morales, desánimo... Quien llega a adulto esforzándose, aprendiendo a narrar, merece el respeto de todos aquellos que abandonaron.

    Por eso me enorgullece estar junto a este grupo de amigos, porque no solo son luchadores, además, muchos de ellos son maestros en el arte de contar historias; varios, ni siquiera lo saben.

    Juzgad vosotros mismos y disfrutad de sus letras".

    Eduardo Casas Herrer.

    Autor de Cristal Traslúcido.

    * * * * *

    "Contar una historia, vivir una historia. Supongo que la palabra mágica para cualquier escritor es, y debe ser, IMAGINACIÓN. Fíjate sólo cómo suena, qué te evoca cuando la lees o la oyes. Imaginar significa para el contador de historias lo mismo que AGUA para el nadador o AIRE para un atleta. Es la pintura del artista, la música del bailarín o las cuerdas del guitarrista. No podemos escribir sin imaginación, no podemos soñar sin el aliento que anima los sueños.

    La imaginación, además, puede y debe entrenarse. La entrenamos leyendo, la entrenamos viendo y escuchando, y si acertamos con la práctica correcta no dejara de crecer, de expandirse y de multiplicarse. Caray, ¡la imaginación de un escritor puede resultar incontrolable!

    La imaginación nos supera a menudo, es cierto, y ese es el momento en el que debemos pensar en sentarnos en un escritorio a escucharla. Quizá, si no lo dejamos escapar, ese momento cambie nuestra vida y nos lleve del rincón del lector al rincón del escritor, como esa Alicia pasando al otro lado del espejo, como ese actor que decide dejar de actuar y atreverse a dirigir su propia obra.

    Y escribir, dejar tus dedos volar empujados por la imaginación, es insuflar vida a sueños y a voces, a caras y nombres, a actos y reacciones que bullen en nuestro pecho. Escribir es soñar despierto, es aunar todo lo que has leído, todo lo que has aprendido, y crear un monstruo de Frankenstein con pedazos de recuerdos y de experiencias, con emociones y aventuras vividas o que hubieras deseado vivir.

    Hay pocas cosas más grandes que pintar tus propios cuadros, que componer tu propia melodía o que escribir tus propios cuentos. Crear, entregar un pedazo de ti al mundo, es el soplo que hace latir el corazón del artista. No hay palabra mágica ni truco de prestidigitador que te haga escribir mejor o más rápido, no hay receta que convierta tu guiso de letras en igual de sabroso para todos y cada uno de tus lectores. Pero no debe haber, tampoco, miedo a equivocarse.

    Porque escribir no es recibir el calor del público, claro que no. Escribir es poner en papel, o en tinta electrónica, esos sueños y aventuras que no quieres que se te olviden. Darles forma, darles calor, cocinarlas a tu gusto y, si quieres, compartirlos con quien pueda aceptar leerlas.

    Escribir es soñar despierto. Si ya has hecho eso, ya eres escritor".

    Miguel Aguerralde.

    Autor de Caminarán sobre la tierra.

    * * * * *

    Esta es la primera antología de los miembros del foro Forjadores de Sueños, una pequeña comunidad de aficionados a la escritura de relatos. Para unos estos serán sus primeros pasos en el mundillo de las letras, otros llevan ya un tiempo aporreando teclas, e incluso hay quienes cuentan con alguna publicación a sus espaldas. Pero lo más importante, es que todos han encontrado la ilusión y las ganas de dedicar su tiempo y sus neuronas a contar una historia, lo que para mí es el motor principal a la hora de escribir relatos. Como en cualquier arte, incluidas las marciales, la técnica puede pulirse con tiempo y trabajo, pero la ilusión por crear personajes y situaciones, sea de la temática que sean, es el combustible que impulsa al escritor.

    Santiago Sánchez Pérez

    Autor de El Camino de la Cabra I, II y III.

    * * * * *

    "El oficio de escribir es la historia de una emoción, una imagen que nos hace viajar a nuestros primeros encuentros con la literatura y con los libros.

    Sentir las primeras palabras, los primeros bocetos de algo que todavía no tiene forma y que necesitas dar a conocer, expresar y narrar. Es la magia que se desliza sobre el espíritu del escritor y que te anima a sentarte frente a una página en blanco y empezar a contar tu relato.

    En esos primeros momentos surgen miles de ideas, tramas, finales y comienzos, un universo complejo de sentimientos que quieren ser recordados en un trozo de papel. Es aquí donde la magia del escritor aparece, donde tienes que escoger con pasión e inteligencia las palabras que darán vida a tu obra. No es sencillo, es tremendamente complicado, y a veces frustrante, pero con esfuerzo, dedicación y paciencia, poco a poco, podrás ver cómo todos los retales comienzan a encajar en ese lienzo que has pintado en tu imaginación.

    Sentir que has escrito una novela, un relato o un poema, es sentir que te has comunicado con los demás, más allá del éxito de los números y las ventas, lo realmente importante es que consigas transmitir todo aquello que te has propuesto, que algo tuyo forme parte de un mensaje que viajará a lo largo del tiempo y las personas.

    Finalmente, tu libro terminará saliendo a la luz, ya sea editado por ti mismo, por una editorial o que lo distribuyas directamente en otros medios, y sentirás la sensación de haberle contado algo a todo el mundo, que aquello en lo que has trabajado durante meses ahora está en manos de personas anónimas que están leyendo algo que tú has creado para ellos.

    Las críticas también llegarán, serán buenas o malas, gustarán más o menos, aquí será el momento en el que el lector te dará su confianza y el momento en el que asumas tus glorias y también tus defectos.

    Es un camino que puede resultar duro e incierto, pero sin duda, sentir el reconocimiento de tu libro y verlo impreso en tus manos, es una sensación de orgullo que merece la pena.

    Ánimo, escritor".

    Segundo Miguens

    Autor de La niña que despertó en un campo de girasoles.

    * * * * *

    Para empezar a escribir, lo más importante es tener ilusión. El esfuerzo y las buenas ideas son accesorios que deben acompañar cuando uno quiere ser escritor, pero nadie empieza en este oficio sin lo primero: la ilusión. En Forjadores de sueños tienen. Y mucha. Es un gusto inmenso ver surgir proyectos como este, leer nuevas voces y descubrir que existe talento naciente, con ganas de hacer cosas y mostrarlas al mundo. Y vienen equipados con los accesorios también. Pero dejad de leerme a mí y adentraos en lo que ellos tienen que contaros. Abrid la puerta y escuchadles. Dejad que os cojan de la mano y os guíen. Creo que disfrutaréis del paseo.

    Víctor Blázquez.

    Autor de El Cuarto Jinete I y II.

    ¿Qué conduce a un hombre libre a la desesperación? ¿Cuál es el límite de nuestras fuerzas? ¿Cuánto horror se encierra en nuestro día a día sin que seamos capaces de verlo? Descubridlo en este relato de Aguilaken, no por fugaz y efímero, carente de fascinación.

    La Residencia

    Aguilaken

    —Que no quiero y no quiero, coñe. Y no se hable más.

    Se llamaba José Enríquez y tenía noventa y dos años. Se había quedado viudo hacía diez y, desde entonces, había vivido lo que cuidar de su esposa, enferma de Alzheimer, no le había permitido antes. No tenía la agilidad de los cincuenta, claro, pero distaba de ser un impedido.

    —Pero papá —le intentaba convencer Arturo, su hijo mayor, con voz condescendiente—, ¿dónde vas a estar mejor que aquí? Te van a cuidar.

    Había viajado con el IMSERSO y también por libre. Ya no conducía, porque no tenía la vista como para renovarse el carnet, así que vendió el viejo Mercedes a un simpático marroquí y empleó el dinero en billetes de tren. Conoció los sitios que antes nunca había podido: Zaragoza, Tarragona, San Sebastián, Gijón…, casi todo el norte de España. Y así, poco a poco, los ahorros fueron menguando. Había suficiente para permitirle llevar una vida desahogada, pero quizá la herencia fuera un poco más escueta. Eso fue lo que los chicos no podían permitir.

    —Ya lo habéis intentado otras veces y no ha funcionado —respondía gruñón, el anciano—. ¡Dejadme en paz, leñe!

    Un día de verano, después de que su padre saliera para pasar quince días en el Golfo de Rosas, los tres se reunieron y decidieron que la cosa debía cambiar. Lo mejor para todos —se convencieron y justificaron—, era que se internara en una residencia. Allí lo cuidarían como era debido y evitarían esos excesos que podrían costarle la vida a tan avanzada edad.

    Así que dicho y hecho: a la vuelta se encontró con la maleta en el coche del primogénito y un breve traslado a un centro regentado por unas aparentemente simpáticas, pero duramente estrictas, monjas clarisas.

    La estancia allí no le satisfacía. No tardó en fugarse y volver a viajar, esta vez a la preciosa isla de Ibiza, donde disfrutaría de alguno de los mayores espectáculos de la naturaleza… y todo sin moverse del pequeño chalet que alquiló, desde el que se dominaba una encantadora cala.

    A la vuelta, encontró muy preocupados a sus vástagos en la puerta de su domicilio. Le abroncaron, lo cual le ofendió sobremanera, dado que sabía valerse por sí mismo y lo demostraba cada día. Las monjas clarisas, muy disgustadas, ya no lo quisieron, así que le buscaron otra residencia, un poco más lejos. Cuando volvió a irse, lo metieron en una tercera.

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