n 2004, el arquitecto estadounidense de origen persa Robert Sarmast hizo pública la teoría de que la Atlántida coincidía con el Jardín del Edén bíblico y que se situaría en un punto próximo al sur de Chipre. Pero la localización de esa isla (o continente,, identificó la Atlántida con la península ibérica, asociando a sus antiguos habitantes, los atlantes, con los misteriosos tartesios, de plena actualidad tras el hallazgo por investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de dos rostros que podrían pertenecer a aquel reino mítico en el yacimiento de Casas del Turuñuelo, en Guareña, Badajoz, idea que retomó y popularizó en 1922 el arqueólogo alemán Adolf Schulten. También en España, el investigador estadounidense Richard Freund señaló en 2011 que el parque nacional de Doñana, hoy objeto de controversia política, coincidía con la ubicación de esta mítica isla perdida. Y en 2005, el geólogo marino del Instituto Europeo del Mar, Marc-Andre Gutscher, publicó un artículo en la revista donde analizaba una isla sumergida al oeste del Estrecho de Gibraltar, Espartel, como un posible origen de la leyenda platónica: fue destruida por un fuerte terremoto seguido de un tsunami hace unos 12.000 años. En 1913, el británico Kingdon Tregosse Frost, profesor de Historia en la Universidad de Queen, en Belfast, publicó que el imperio cretense (o minoico) había sido el antecedente de hecho de la leyenda atlántica, mientras que en 1938 el arqueólogo griego Spyridon Marinatos sugirió que el fin de la civilización cretense pudo servir de fondo histórico del mito. En 1981, los buzos italianos Pippo Cappellano, Salvatore Braca y Walter de Waldenstein afirmaron haber encontrado los restos de una isla ciclópea bajo las aguas de Lanzarote que muchos relacionaban con vestigios de la Atlántida. En 1999, el investigador británico Jim Allen ubicó la llamada «Atlántida de los Andes» en una isla perdida en el altiplano de Bolivia, en Pampa Aullagas, en el departamento de Oruro, afirmando que la leyenda platónica tenía su origen en la leyenda del Desaguadero, un mito boliviano que habla de una ciudad castigada por los dioses y sumergida bajo un lago. Allen siguió las teorías que afirmaban que la enigmática ciudad de Tiahuanaco fue parte de la Atlántida, hipótesis que décadas atrás mantenía de forma casi similar el arqueólogo alemán Edmund Kiss.
LAS OTRAS ATLÁNTIDAS
Jun 23, 2023
2 minutos
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos