n otro magnífico ensayo publicado por Atalanta, Símbolo -, la citada especialista Jules Cashford aborda la figura capital del satélite en los mitos y creencias de los pueblos, siendo objeto, señala que: «Los antiguos consideraban los astros deidades y ritualizaban en su honor. Conocían sus fases, vivían a través de sus ritmos». E incide, en la misma línea que Ashford, en que: «En la actualidad, esto sigue sucediendo, nos sigue maravillando la conexión con la Luna y cada vez somos más conscientes de que la ciclicidad lunar nos habita». La autora insiste en que el principio lunar como dador de vida es cierto, pero el arquetipo no es uno solo, sino que integra diversos aspectos de la Diosa, y pone como ejemplo a Artemisa, que era diosa lunar, pero su energía es intrépida y cazadora, (lo mismo podría decirse de Ishtar y Hécate). Por ello, para comprender la magnitud de las energías lunares debemos tener en cuenta, una vez más, la ambivalencia de la diosa: «Lo lunar no es necesariamente sumiso, suave o armonioso, también puede ser devorador. Simbólicamente, hay un momento para salir del útero, si nos quedamos allí sin salir, habremos de morir atrapados».
LA INFLUENCIA DE LA LUNA EN LA CULTURA
Apr 26, 2024
1 minuto
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