Al margen de su más celebérrima “Rimas y Leyendas”, Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) también fue autor de otras obras como “Les Morts pour rire: Bizarreareis” (1859), cuyo carácter cómico –pues se ríe de la muerte–, no es impedimento para ofrecer una particular visión de la conexión entre vivos y muertos, que con un carácter más dramático presentaría luego en sus Leyendas.
Resultaría osado plantear cuáles fueron las circunstancias que le llevaron a plasmar esta misma relación entre vivos y muertos en sus Leyendas, pero de manera mucho más dramática. Y si estas tienen que ver con su agitada vida sentimental o el conocimiento de su prematura cita con la muerte.
En primer lugar, las particularidades de sus relaciones amorosas: sintió un amor no correspondido (que algunos consideran platónico) por la cantante de ópera Julia Espín (1838-1906) –hija de Joaquín Espín, compositor musical con el que colaboraría en sus Zarzuelas–, a la que muchos consideran la musa de sus rimas. Aunque mantuviera, al mismo tiempo, un matrimonio infeliz, entre desencantados, con Casta Esteban (1841-1885) de la que se refiere un turbulento episodio amoroso que llevaría al poeta a abandonarla, aunque posteriormente volvería con ella hasta su muerte.
La otra circunstancia a considerar podría plantearse con una pregunta: ¿qué puede pasar por la cabeza de un joven al que, con apenas veintiún años, le es diagnosticada una enfermedad como la tuberculosis, incurable en la época, y que sabe que su dolencia suponía una sentencia de muerte? Muerte prematura que efectivamente se produjo a la temprana edad de treinta y cuatro años, como consecuencia de una dramática enfermedad, entonces paradójicamente idealizada al ser bautizada como la “enfermedad romántica”.
LEYENDAS EN CLAVE ESOTÉRICA
El desencanto amoroso y el constante planeo de la muerte sobre su alma sensible debió influir, sin duda, sobre el pensamiento del poeta posromántico, y en su particular visión de la existencia. Quizá su necesidad vital de encontrar una particular respuesta a que la muerte (su muerte) no sería el final, es lo que le llevaría a