SALUD Y ESBELTEZ
CÉLULAS GRASAS
Lo que ocurre a las células grasas cuando aumentamos de peso
Si usted tiene sobrepeso o bien lo que se denomina una “barriga panzuda”, probablemente sea víctima, como decimos, deuna inflamación crónica del tejido adiposo. Este proceso patológico siempre acaba por expresarse cuando es demasiado tarde, así que lo mejor es conocer bien lo que hoy se sabe y actuar rápidamente.
Y bien, ¿qué sucede cuando se aumenta de peso? Engordar es un proceso totalmente natural para nuestro organismo. Es una astucia que permite reservar la energía que no se necesita inmediatamente. Así, nunca hay despilfarro y el organismo puede sobrevivir fácilmente a los periodos de hambruna. Desgraciadamente, lo que era una bendición para nuestros antepasados se ha convertido en una auténtica maldición en nuestras sociedades de opulencia. El descenso de la actividad física, la abundancia de los productos alimenticios y su alta densidad calórica han parasitado el mecanismo y provocado epidemias de sobrepeso espectaculares.
En estas personas, los aportes calóricos han sido mayores que los gastos durante un tiempo: por tanto, ha sido necesario almacenar la energía excesiva en células especializadas, los adipocitos: células que constituyen la esencia del tejido adiposo, el tejido blando responsable de formas poco agraciadas.
Se almacenan
Las reservas se almacenan en forma de lípidos: éstas penetran en los adipocitos, que se inflan como globos conforme se acumulan las grasas. Si el desequilibrio calórico continúa, el tejido sigue extendiéndose, obligando al organismo a reclutar cada vez más células grasas y a reorganizar las vías de circulación sanguínea para alimentarlas correctamente. Pero si los adipocitos son excesivamente grandes, acaban por asfixiarse y quedarse sin oxígeno: los vasos sanguíneos ya no logran llegar hasta ellos y puede haberse sobrepasado la distancia de difusión del oxígeno (2-3).
Esta falta de oxigeno, que se conoce con el nombre de hipoxia, siembra el caos en el tejido adiposo:
La hipoxia provoca una inflamación crónica del tejido adiposo
Esta misma inflamación se propaga a continuación hacia la circulación sanguínea, donde por otra parte se puede medir con una prueba específica. Los científicos nos explican que la inflamación va acompañada de una infiltración masiva de macrófagos, estas células inmunitarias primitivas atraídas por algunas citocinas (especialmente el MCP-1 -del inglés Monocyte chemotactic protein— proteína quimio atrayente de monocitos secretadas por los adipocitos sofocantes.
Esta provoca la formación de un depósito de colágeno que atrapa a los adipocitos.