EL AÑO PASADO DECIDÍ
ue quería aprender a comer más sano (¡Sorpresa! En no todos somos culturistas que cuentan macros), así que empecé a buscar en Google, TikTok, Instagram, YouTube... Y todo lo que encontraba en mi búsqueda era el mismo tipo de consejo: directrices generalistas de la boca de famosos de las redes sociales e influencers seguros de sí mismos y muy atractivos, todos ellos vendiendo cursos en vídeo, libros electrónicos, canales de YouTube, pódcast y vitaminas con formulas especiales. ¿Su reclamo? Asegurar que solo ellos tienen el conocimiento secreto que me impulsará a conseguir mis metas. Por un módico precio,