En opinión del arquitecto Antonio Mondragón, si bien el templo de Jesús Nazareno no posee una riqueza artísticaarquitectónica que lo destaque de otros conjuntos en la Ciudad de México, es dueño de una historia muy singular, no sólo la ligada al mural Apocalipsis de José Clemente Orozco:
Alberga la portada de la primera catedral del país, y