DOS TIPOS DE DIABETES
La diabetes de tipo I, llamada también Diabetes Mellitus insulina-dependiente (DMID), se desarrolla cuando el organismo deja de producir insulina debido a la destrucción de las células del páncreas que la fabrican. Se cree que es una enfermedad genética; suele manifestarse antes de los 40 años y debe controlarse con inyecciones de insulina y una dieta específica.
La diabetes de tipo II, llamada también diabetes Mellitus no insulina-dependiente (DMNID), o diabetes del adulto. Puede aparecer como resultado de una dieta demasiado alta en alimentos refinados o azúcares, que fuerce al páncreas a producir tanta insulina que pueda llegar a agotarse o a producirla en menor cantidad o mostrarse incapaz de utilizar la poca insulina producida, lo que provoca diversos síntomas. Este tipo de diabetes se relaciona con el aumento de peso, por tanto, una dieta que ayude a regular el nivel de glucosa en la sangre también es efectiva para adelgazar. Para ambos tipos de diabetes se recomienda la misma dieta, pero cualquier persona puede beneficiarse de la alimentación que proponemos en la revista, ya que sus objetivos son perder peso, proteger el corazón y bajar el nivel de colesterol para reducir el riesgo de enfermedades asociadas a estos factores.
En el segundo tipo de diabetes, si la dieta se hace bajo control médico se puede llegar a reducir la medicación diaria usual en estos casos.
El Síndrome X, que padecen bastantes personas, es un estado potencialmente pre-diabético en el que el organismo se hace insensible a la insulina, y en consecuencia no puede usarla adecuadamente, lo que conlleva un aumento de peso. Los síntomas de la diabetes sin tratar incluyen sed exagerada, micción frecuente y muy abundante, fatiga, pérdida de peso y prurito genital.
Si usted tiene algunos de estos síntomas tras un consumo elevado de azúcar, consulte a su médico. Si no los tiene pero hay diabéticos en su familia, piense que la dieta puede ayudarle a prevenir el riesgo de desarrollar la enfermedad.
DIABETES II
En la diabetes de tipo II hay que ser consciente de la falta de producción de insulina y de la necesidad de consumir carbohidratos a lo largo del día. También en este caso tendrá que consultarlo con su médico, sobre todo si toma algún medicamento.
El objetivo de las recetas que os ofrecemos es mantener el nivel de glucosa en la sangre tan correcto como sea posible. Para ello es muy importante tener en cuenta cuándo comemos. Asimismo, si comemos poco, pero a menudo, mantendremos una lenta pero constante aportación de glucosa. Un buen desayuno establece un nivel adecuado de glucosa para el resto del día, lo que implica tener menos deseos de picar entre horas y poder controlar así los alimentos que ingerimos.
Si no se controla adecuadamente el nivel de glucosa se pueden originar alteraciones
