Vacas y mitos
¿Alguna vez te has planteado el dolor que deben sufrir nuestras hermanas vacas, al estar conectadas constantemente a ordeñadores industriales, con su consecuente mastitis y todas las enfermedades infecciosas que sufren en el aberrante desequilibrio de la producción masiva de lácteos?
Lo que es obtenido con dolor sigue la cadena kármica de causar dolor, y es justamente dolor y enfermedad lo que genera el consumo de lácteos. La leche de vaca es el «alimento perfecto» de la madre naturaleza para un ternero, hasta que está mamando.
No es natural que los humanos beban leche de vaca, ni de ningún mamífero; la leche humana es para humanos. La leche de vaca es para terneras. Igual que no necesitamos leche de rata, o de elefante, o de yegua, o de cabra.
La leche de vaca es un líquido alto en grasa exquisitamente diseñado para convertir un ternero de 30 kilos en una vaca de 200 kilos. Este es el mensaje energético de la leche de vaca, crece, crece, crece deprisa…..
Todo lo que sabes sobre la leche de vaca y los productos lácteos es probablemente parte de un mito de la industria láctea, que entre otras cosas se nos vendió como la solución al mito del calcio. Pero en realidad la leche de vaca es un líquido no saludable proveniente de animales –hoy enfermos– que contiene una amplia gama de sustancias peligrosas y causantes de enfermedades que tienen un efecto negativo acumulativo en todos los que lo consumen.
Combustible del cá ncer
De esas 59 hormonas, una