Según explican los biólogos y especialistas en nutrición australianos David Raubenheimer y Stephen J. Simpson en su reciente libro Eat Like the Animals («Come como los animales», Ed. Grijalbo), los humanos sí tienen el instinto para comer de forma equilibrada, que han ido desarrollando a lo largo de siglos de evolución. Pero el hambre es una cuestión más compleja de lo que se creía.
Diferentes apetitos que operan en conjunto
De acuerdo a Raubenheimer y Simpson, no tenemos un solo apetito sino cinco, que operan en conjunto.
Sus investigaciones son el resultado de más de 30 años estudiando los patrones de cómo se alimentan y regulan los apetitos en unas 50 especies animales y humanos tanto en la Universidad de Oxford (Reino Unido) como la Universidad de Sídney (Australia), donde actualmente trabajan como directores de investigación en el Centro Charles Perkins.
De estos trabajos han descubierto que los humanos tenemos sistemas de apetito que nos indican que comamos