Grido nació en 2000, pero algunos años antes Lucas Santiago y su padre habían fundado la heladería Marvic, ubicada en una plaza muy tradicional de Córdoba. En esa heladería, la familia Santiago aprendió todo sobre este negocio. “Ese fue el antecedente para que años después mi papá, Lucas, mis hermanos y yo imagináramos trasladar esa experiencia a la mayor cantidad de lugares posibles. Así fue que adoptamos el sistema de franquicias, con la idea de llegar a los barrios con un producto de calidad y que se pudiera consumir la mayor cantidad de veces”, recuerda Sebastián Santiago, socio y director de Grido.
Anécdotas y recuerdos hay muchos en estos 22 años, pero una de los más interesantes es el origen del nombre. El elegido era, en realidad, Criko, pero los emprendedores vieron una publicidad y se enteraron de que ya existían helados con esa marca. “Tuvimos que cambiar urgente el nombre, pero como ya estaba el cartel en algunas franquicias