La fecha elegida para el primer contacto entre un terrícola y seres venidos del planeta Venus fue un jueves 20 de noviembre de 1952, a las 12,30 horas. Y el lugar, algún punto entre Desert Center al sur del desierto de Mojave en California, pasados unos quince kilómetros, y antes de llegar a la pequeña localidad de Parker, situada en el sudoeste del estado limítrofe de Arizona, en Estados Unidos. Aquel día, George Adamski estaba acompañado de otras seis personas que viajaban en dos coches: dos parejas de amigos suyos (los matrimonios Bailey y Williamson), Alice K. Wells, la propietaria del restaurante de Palomar que él dirigía, y su fiel secretaria Lucy McKinnis, que se turnaban al volante en un largo viaje por carretera, ya que Adamski no tenía carné de conducir. Se encontraban almorzando unos bocadillos acompañados de galletas cuando, de repente, desde detrás de las montañas situadas a un lado de la carretera, se dejó escuchar un extraño sonido… Era un simple avión.
Sin embargo, unos segundos más tarde, desde la misma cordillera y sin emitir ningún sonido, observaron una misteriosa nave plateada con forma de cigarro y sin ningún tipo de alerón o de apéndice, cuya parte superior brillaba emitiendo un color anaranjado. Entre los nervios, ninguno de los testigos fue capaz de mantener el pulso para realizar alguna fotografía del objeto. Solamente Adamski atinó a decir: “Esta nave ha venido a buscarme y yo no quiero hacerla esperar”.
El supuesto entre un terrícola y seres venidos del planeta Venus fue un jueves 20 de noviembre de 1952, a las 12.30 horas.