ras la pizza, un plato aparentemente sencillo y miles de veces versionado, hay algo más que masas e ingredientes naturales. En este plato hay historia de la gastronomía, economía,, denostado hasta no hace mucho. En Chef's Table Pizza, la última temporada de la serie gastronómica que Netflix dedica exclusivamente a este plato italiano, se cuentan algunas de estas historias. Se habla de técnica, de producto, de recetas pero, sobre todo, se centran en las historias personales de seis pizzeros de todo el mundo. Como la de Chris Bianco en su pizzería de Phoenix; la de Gabriele Bonci, que revolucionó las recetas clásicas; Ann Kim, que “decepcionó” a su familia cuando dijo que quería ser pizzera y el caso similar al de ella de Yoshihiro Imai, que muy a pesar del disgusto inicial de sus padres, que tenían otros planes para él, hace pizzas en su restaurante gastronómi co; o Sarah Minnick, que hace pizzas en Portland usando flores y Franco Pepe, que creció en una pizzería, estudió magisterio y dejó la enseñanza para mantener vivo el negocio de sus padres, un camino que inició con sus hermanos para después tomar su propio rumbo en Pepe in Granny, no sin dramas familiares por el medio. En su capítulo, Franco Pepe dice que hacer pizza es para él algo más que una obsesión, es evocar emociones y dignificar la profesión. Algo que tanto desde ésta serie como desde las cocinas de sus protagonistas se consigue, a pesar de la épica a la que se recurre a veces.
