En algunas mujeres el suelo pélvico se encuentra poco tonificado, debido a la mala higiene postural, embarazos, partos, a la falta de movilidad, entre otros; en otras mujeres en cambio puede darse un exceso de tensión debido a ejercicios demasiado intensos, posición corporal muy rígida u otros motivos. Ni una situación ni la otra son las óptimas: un suelo pélvico saludable, debe ser una estructura que tenga la capacidad de contraerse y relajarse sin problemas, es decir, que sea fuerte y flexible a la vez.
La importancia de la postura
Como hemos comentado, el suelo pélvico no trabaja de forma aislada, sino conjuntamente con otras estructuras. Por su disposición en la base de la pelvis, sabemos que una pelvis en báscula anterior o posterior va a recibir la presión de la gravedad y peso visceral, en la parte anterior o posterior, y no en su centro o núcleo. Por eso