STEVE-O REVIVE
Por ANNA PEELE
UN CÓMICO sale al escenario planteando un problema. “Me encuentro en una situación horrible”, dice. “Soy un Steve-O cuarentón”. Como siempre, Steve-O da de qué hablar. El actor, de 47 años, está de gira con su show cómico The Bucket List (Lista de asuntos pendientes). Puede parecer un milagro, pero este peculiar personaje no murió tras saltar desde un balcón, mientras yacía inconsciente en un charco de su propia sangre al intentar impresionar a una chica como un “puto egocéntrico”, un término que utiliza a menudo durante sus delirantes diatribas. Tampoco murió de septicemia tras graparse el escroto al muslo en su vídeo Don’t Try This at Home (No hagáis esto en casa), ni tras volar por los aires al lanzar fuegos artificiales desde el culo en Jackass. Ni tras inhalar 600 cápsulas de óxido de nitrógeno al día (y grabarlo todo), durante un periodo en el que su consumo de drogas era tan ingente que pasó el tiempo compartiendo piso con amigos imaginarios y enviando correos electrónicos amenazantes a amigos que sí eran de carne y hueso. Finalmente, en 2008 lo internaron contra su voluntad en un psiquiátrico, después de mandar un mensaje a toda la lista de distribución del movimiento Rights and Democracy (Derechos y Democracia) diciendo que tenía pensado lanzarse desde la ventana de su dormitorio, situado en un tercer piso.
“La mayoría de la gente estaría encantada de saber que no va a morir a los 30”, dice ahora Steve-O, tras casi 14 años de sobriedad conquistada a lo que él considera una predisposición familiar a la adicción. “Pasé una grave crisis. Me enfrentaba a la peor situación: solo había vivido la mitad de mi vida”. Nuestro protagonista no tenía mucho dinero ni ideas para ganarlo, tras haberse distanciado de su entorno personal y profesional, y poseía escasas habilidades prácticas, más allá de inspirar a la gente a gritar: “¡Joder, es Steve-O!” cuando lo veían por la calle. “Mi mayor miedo es ser una persona conocida y estar totalmente arruinado”, añade.
Gracias a una serie de circunstancias tan improbables como sobrevivir a sus intentos de autodestruirseque vendieron más de 170.000 ejemplares. Y ha escrito una segunda parte, un libro de autoayuda titulado que se publicará en septiembre.
