Karla, “oficialmente” revictimizada
GUADALAJARA, JAL.– Trasladada junto con sus dos hijos de un albergue en La Paz, Baja California Sur, al centro de atención a las mujeres y sus hijos e hijas en estancia temporal en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, Karla huía de la violencia física que ejerció sobre ella su marido, pero en lugar de ayuda encontró un sistema negligente que la revictimizó hasta llevarla al umbral del suicidio.
Ahora, la titular de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescente (PPNNA) del estado, Eurídice Paredes Jara-millo, pretende dar en adopción a sus dos hijos, mediante presiones y con la complacencia del Consejo Estatal para la Prevención y Atención de la Violencia Intrafamiliar (CEPAVI), a pesar de antecedentes de denuncias previas contra la funcionaria por presuntos delitos.
Como otras mujeres atendidas por estas instituciones, Karla (nombre ficticio para proteger su identidad) ha padecido de violencia sexual –por su padre y después por su marido–, así como psicológica, física, emocional y económica –de su madre– e institucional. Así llegó al centro de atención en Tlajomulco, el CAMHET.
En el sitio web del DIF Jalisco se dice que el CAMHET es “un refugio que atiende a mujeres, sus hijos e hijas, que son víctimas de violencia extrema”. Además, que “en ese espacio se da protección institucional, ayuda psicológica, asesoría jurídica”.
Pero la joven relata que no encontró nada de eso. Al contrario, fue acosada sexualmente por la directora del CAMHET, Andrea Delgado, y lo que vivió en el lugar la orilló a un intento de suicidio.
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