THE CLASH

El segundo ocurrió una vuelta más tarde, y aunque todavía me duraban las carcajadas, la razón fue que no hice el suficiente contravolante, o no lo suficientemente rápido. Pero entonces me tocó conducir una réplica del Aston Martin DB5 que contiene una gran cantidad de BMW M3 E46 en él. Un coche de carreras histórico que ha requerido algunos ajustes para adaptarse a una carga tecnológica impropia de su época.

Y antes de que preguntes no, no puedes comprarlo. Es posible que esa pregunta sobrevuele esta especie de campamento, o que ya se haya hecho con anterioridad. Pero no. Y con gusto me levantaré