EL ORO OCULTO del general Yamashita
A las diferentes “islas del tesoro” que pululan en crónicas, leyendas y mapas extraviados habría que añadir riquezas que aún están a la espera de un futuro dueño, enterradas por ladrones como Jesse James y Ma Barker y que nunca fueron recobradas, minas y yacimientos de oro cuyos propietarios murieron sin revelar dónde se encontraba su localización o cofres de piratas escondidos de costa a costa en el Caribe. Porque existen tesoros legendarios que se han convertido en auténticos sueños para historiadores y arqueólogos con ínfulas de Indiana Jones o Lara Croft. Casi todos ellos tienen un largo historial de muertes y su destino les ha dado una aureola de misterio. Entre ellos cabe recordar el del emperador Moctezuma, el tesoro inca de Atahualpa, los millones del emperador Maximiliano, el tesoro de Rennes le Château o los 5.000 pecios que siguen ahí, bajo las aguas marinas, repletos de ánforas, monedas, armas, sarcófagos y mil objetos más que algún día, en el momento preciso, saldrán a la luz. Ni antes ni después. Como dice el refrán: “El oro y los amores son imposibles de encubrir”, y solo es cuestión de tiempo que aparezcan, si es que existen.
EL ORO ROBADO POR EL TIGRE
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos