UNA BOMBA PARA HITLER
esde que en 1938 los científicos Otto Hahn y Fritz Strassmann constataran la enorme cantidad de energía liberada durante una fisión nuclear, la comunidad científica se halló ante un grave dilema: su utilización con fines civiles o su aplicación al terreno militar. En septiembre de 1939, Adolf Hitler despejó lideró la construcción de una bomba atómica. La teoría manejada por el físico germano mantenía que la utilización de uranio enriquecido produciría un explosivo “de un poder destructivo desconocido hasta hoy en día”. Por aquel entonces, Alemania extraía dicho mineral de las minas checoslovacas, pero necesitaba tratarlo para la obtención de uranio-235, el núcleo crítico del artefacto. Este proceso de enriquecimiento precisaba de agua pesada, un componente elaborado en las instalaciones noruegas de Telemark. Los aliados, conscientes de su importancia, atacaron el complejo hasta interrumpir la producción por completo.
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