Por el contrario, en la actualidad y como consecuencia de la contaminación lumínica por la noche, es posible que la única Vía Láctea que vean nuestros hijos sea la que aparece en los libros. La iluminación eléctrica permite que sigamos siendo productivos bien entrada la noche, pero ¿podría ser que esta exposición a la luz durante las horas nocturnas tuviera efectos adversos sobre la salud?
DEL SOL A LA BOMBILLA
En filosofía existe lo que llamamos falacia naturalista, una argumentación errónea en la que alguien postula que algo es bueno sencillamente porque es natural. Sin embargo, en biología este argumento no es necesariamente falaz. Las condiciones bajo las que nuestro organismo evolucionó cuidadosamente durante millones de años pueden aportar información sobre cuál es nuestra manera óptima de funcionar. Por ejemplo, evolucionamos corriendo desnudos en África ecuatorial. Por lo tanto, no es de extrañar que muchos de los seres humanos modernos tengamos un déficit de vitamina D (la «vitamina del sol») si vivimos en regiones nórdicas o en países donde la cultura dicta que las mujeres deben ir cubiertas de la cabeza a los pies.
¿Podría algo tan omnipresente como la bombilla ser una bendición envenenada? La glándula pineal descansa justo en el