Tos seca, tos productiva, laringitis, faringitis… Cada problema de salud vinculado a las vías respiratorias altas —y en particular la garganta—presenta unas señales muy concretas, aunque a veces puedan confundirse. Esta vez no nos fijaremos tanto en su origen, sino en cómo tratarlos con las plantas medicinales que mejor se adaptan a cada necesidad: emolientes, astringentes, antiinflamatorias, mucolíticas. ¡Vamos a verlas!
ALGO MÁS QUE AFONÍA: LA FARINGITIS
La faringitis es un proceso infeccioso de la faringe que generalmente provoca inflamación, dolor y afonía. Pueden darse más o menos dificultades para tragar y entre las causas finales aparece una gran variedad de microorganismos, tanto virus como bacterias. Entre los primeros, los más comunes son los causantes de los resfriados (rinovirus) y la gripe (influenza), pero también los adenovirus (además del SARS-CoV-2, que también suele dar esos síntomas). Pero en un 30% de los casos de faringitis no se identifica ningún germen que la cause. Entonces decimos que es una irritación causada por el frío. Sea por una u otra causa su incidencia es sobre todo estacional, en los meses de invierno.
Cuando la causante es una infección viral, la faringitis se maneja simplemente con medidas de soporte como unas gárgaras con agua caliente y sal, hidratación y administración de preparados emolientes mucilaginosos (ver al final las plantas) que ayudan a calmar la irritación. También antisépticos, como los aceites esenciales para combatir la acción vírica; antiinflamatorios (aceites esenciales y extractos hidroalcohólicos) para aliviar la zona y astringentes (a través de plantas ricas en taninos) que se recomiendan tanto en caso de faringitis crónicas como agudas, para reducir la hinchazón.
Cuando hay dolor de garganta, utilizaremos remedios