ALIMENTACIÓN COMO MECANISMO DE DEFENSA
«LA ALIMENTACIÓN DE LAS PERSONAS CAMBIA dependiendo de los ritmos de vida, de las rutinas, de los hábitos, del tiempo que le dedicamos a ella, del acceso y elección de los distintos alimentos, del trabajo, entre muchos otros factores», explica Gabriela Lagos, nutricionista de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Es por esto que, cuando las condiciones cambian en nuestras rutinas, los hábitos alimenticios también deben mutar para ajustarse a nuestras nuevas actividades diarias.
«Lo ideal es poder ajustar nuestro consumo según las propias necesidades energéticas. Como mencionamos, durante este período estaremos sin las actividades comunes, es decir, con un menor gasto de energía. Por eso resulta muy importante asegurar una actividad física dentro de la casa para evitar desbalances de energía que se traduzcan en un incremento de peso. Si logramos regular la ingesta, es
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