CONECTANDO CON EL ESPÍRITU DE LA MONTAÑA
uashan se ha convertido en sugerente polo de atracción para europeos y norteamericanos sedientos de trascendencia. Son los denominados , ejemplo de la globalización pagan altas sumas de dinero por residir varios días en alguno de los monasterios taoístas ubicados en Huashan y ascender a la cumbre. Esta corta estancia les procura una experiencia religiosa en la que prima la búsqueda de cierto estado de paz mental por encima de la conversación y adquisición de enseñanzas con los monjes taoístas. Como señala David A. Palmer, de la Universidad de Hong Kong y estudioso de este fenómeno, «la postura de los grupos norteamericanos, por lo tanto, no es efectuar una mera visita turística, ni venir desde lejos para buscar la sabiduría de los verdaderos maestros. Los no tratan sobre China o sobre el taoísmo chino, sino sobre cómo conectarse con un tipo de energía que es ignorada por los chinos e incluso por la mayoría de los taoístas (…) Los norteamericanos vienen a comunicarse con las energías de la montaña, pero no a aprender las lecciones impartidas por la escuela . Es más, afirman poseer el superior enfoque de la ciencia occidental». Dicha realidad está desvirtuando el mensaje ancestral autóctono del lugar y reemplazándolo por otro extranjero, más propio de la practicada en Europa y Norteamérica.
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