En busca de autoestima
El sonido de la risa de mi hermana se mezcla con la música. Es el sonido de una fiesta que me estoy perdiendo. Estoy en la puerta, llorando lágrimas con máscara de pestañas en el hombro de mi novio, ensuciando su playera blanca de una de sus bandas favoritas. Tengo 15 años. He tomado suficiente Malibu con jugo de piña para que no me importe que la gente pase casi por encima de nosotros para entrar; sin embargo, no hay suficiente alcohol en esta fiesta, en ninguna fiesta, para disipar el dolor que siento. “Soy fea, soy repugnante, no soy nada”, tartamudeo entre sollozos. No es la primera vez que digo estas palabras, y no será la última. Dejaré marcas de máscara de pestañas en muchas playeras más y me perderé más fiestas, oportunidades de trabajo y reuniones escolares por temor a no verme ‘bien’. Tengo la sospecha de que esta historia podría ser la tuya también.
Una encuesta realizada por una marca de cosméticos
