CORRE FUERTE DE POR VIDA
¿Ochenta y uno? Sacudí la cabeza y me incliné hacia el frente para ver mejor el número que tenía en la pantorrilla la alta, delgada y considerablemente mayor mujer que se colocaba sus tenis para correr en el área de transición junto a la mía. Sí, leí bien. Tenía 81 años. Yo 26, y era mi primer triatlón. Mi objetivo principal era sobrevivir. El siguiente: crecer para convertirme en esa mujer, que seguía anudándose los tenis en su novena década de vida.
Resulta que no es un objetivo tan descabellado. Las investigaciones en los corredores de edad muestran que no sólo te puedes mantener en el juego, sino que –contrario al pensamiento popular– también seguir corriendo a un alto nivel mucho más allá de
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