Se acerca septiembre… y la profecía. La primera semana de julio comenté con mi compañero Alberto Prieto que vienen tiempos muy duros. Que ni siquiera nos imaginamos lo duros que pueden ser, pero que en Alemania ya hablaban de la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial, y eso que las consecuencias para Alemania tras su derrota no fueron precisamente anecdóticas, como todo el mundo sabe. A los problemas para el suministro de gas y la producción de energía se une el pesimismo previo a la caída. Macron encontró una definición: el fin de la abundancia. ¿Cuál es la previsión para los próximos meses? ¿Estamos a las puertas de una larga caída? ¿Se salvará algo de la quema?