Una vez la reforma sea aprobada en el Parlamento, los trabajadores podrán llevar a sus jefes a la Comisión de Trabajo Justo para que no les exijan estar en contacto fuera del horario laboral y los empleadores podrían incluso incurrir en multas o sanciones penales si continúan haciendo contactos irrazonables. Los grupos empresariales dicen que legislar el derecho a desconectarse es innecesario y podría provocar la pérdida de puestos de trabajo. Escucha el análisis con el investigador en psicología del trabajo, Cristian Criado Pérez.