La procrastinación es un problema muy grave, porque tiene que ver con la pérdida del tiempo y la distracción de la conciencia. Dos faltas de respeto enormes hacia tu persona.
Una de las causas fundamentales de postergar las cosas es que parecen tareas que se escapan de tu capacidad. Lo ves como un reto demasiado grande. Esa distancia entre lo que tienes que hacer y tu capacidad es lo que te genera frustración, e incluso te paraliza.
La solución aquí es más bien sencilla, porque tratamos la procrastinación cotidiana, la de las tareas ya sean más o menos importantes. Es un error de juicio; tienes que darte cuenta que ninguna de las tareas exceden tu capacidad. No te estás enfrentando a nada que otra persona no se haya enfrentado antes, seguro que tú mismo has superado ya algo similar.
Marco Aurelio decía
Si personalmente encuentras algo difícil de lograr, no debes suponer que no es humanamente posible. Piensa más bien que, si algo es humanamente posible y propio de un ser humano, es alcanzable por ti también
Y puedes enfrentar todo reto si lo dividas en acciones pequeñas y organizadas. Puedes paralizarte al imaginar todo el camino hacia la cima de la montaña, pero no te puedes desanimar al pensar en dar solo un paso hacia esa dirección.
Si haces, esto, si divides tu tarea hasta los detalles, te va intimidar muchísimo menos. Porque temes la incertidumbre de la tarea, no la conoces. Al organizar cada acción y distinguir cada paso se desvanece la incertidumbre, y con ello el estrés y la parálisis.
Hay un fragmento de las Meditaciones de Marco Aurelio que me encanta, dice
No busques añadir mentalmente, en su intensidad y su número, todas las dificultades que probablemente te esperan. Por el contrario, en cada una, cuando se presente, pregúntate a ti mismo: «¿Qué hay de insoportable e intolerable en este asunto?». Porque te avergonzarás al confesarlo.
Aunque la idea de ese fragmento va más por combatir la ansiedad. También podemos aplicarla en este caso.
Deja de imaginar todo el proceso que tengas que hacer. Concéntrate únicamente en la acción siguiente. Ya está, no necesitas más. La niebla de la ansiedad se disipa cuando empiezas a actuar.
Y es muy importante que empieces que actuar, y que lo hagas lo más pronto posible.
Mientras más evites algo más poder va a tener sobre ti.
Séneca decía
En realidad las personas son capaces de hacer estas cosas, pero no quieren hacerlo. ¿Alguien que realmente hizo el esfuerzo alguna vez encontró que la tarea estaba más allá de sus capacidades? ¿A quien no le ha parecido más fácil una vez puesto a la obra? No es la dificultad de las cosas lo que mina nuestra confianza, sino nuestra falta de confianza la que crea la dificultad.
Si algo es importante para ti y lo estás evitando estás creando un monstruo a largo plazo. Debes mucho cuidado con ello o aquello que evitas acabará por devorarte el espíritu y te quitará toda la confianza en ti mismo, y con ello tu fuerza.
Así que, ya sabes. Divide la tarea, pon tus recursos únicamente en el próximo paso, y deja de huir de lo que es importante para ti. Consérvate bueno.
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