La traducción de SaaS es Software como un servicio.
Es decir pagas por lo que usas.
Si quieres transitar por una carretera, no necesitas construirla ni que sea de tu propiedad, sólo pagas el peaje por lo que usas.
Así es un modelo SaaS.
Hace sólo algunos años, contar con un software implicaba una inversión muy alta y se consideraba como Capex ya que tenías que invertir muchos recursos en ese desarrollo, único y a la medida de las necesidades de tu empresa.
Con el uso más intensivo de la tecnología, la nube y la globalización, algunos desarrolladores se dieron cuenta que podían ofrecer soluciones estándar para sus clientes y que los clientes  estaban dispuestos a pagar sólo por el uso de la herramienta y no por la fabricación o la propiedad de esa herramienta, transformando un Capex en un Opex, o sea gastos operativos.
Algunos ejemplos de estas plataformas SaaS son:

ERP (contabilidad)
CRM (ventas)
zoom
plataformas de envíos de correos masivos
Software administrativos
Software de diseño
Software de edición

En esencia, las plataformas SaaS, están disponibles para el usuario solo a un click de distancia, ya que su uso es bastante intuitivo, por lo que la metodología de ventas es en dos pasos: generación de demanda y un buen llamado a la acción.
Este cliducto (cliente- producto) de rotación es una excelente forma de escalar para aquellos que vienen del mundo del desarrollo de soluciones a la medida o cliductos de margen, ya que se pueden escalar, tienen un alto margen, el ticket promedio es menor, permiten predecir los ingresos, etc.
No te pierdas este Episodio 143 del Podcast Ventas B2B donde profundizamos acerca del modelo de negocios SaaS