Cuando el ser humano encontró un sistema que proveía de cada vez más estabilidad a la sociedad, esta se permitió evolucionar complicándose cada vez más, en el buen sentido, siendo una pasta de pensamientos e ideas más compleja con cada generación, la diferencia de ideas y la creación de ideologías fueron ramificándose al punto donde los mismos integrantes de una misma comunidad se sentían más diferentes entre ellos y había que generar un sistema donde estas ideas pudieran ser evaluadas y compartidas de manera que pudiera sacarse lo mejor de las propuestas para encausarlas en el progreso social, de ahí nació el debate.

El debate es una práctica cuyo propósito es exponer 2 sistemas que proponen una solución a algún problema social en común, cabe resaltar que la ciencia NO es debatible ya que esta es totalmente pragmática, durante el debate cada representante expone de manera ordenada las ideas y caminos por el cual su propuesta de solución potencialmente llegaría de manera más eficiente a la causa y resolver la problemática, el objetivo es que al final las dos propuestas ya expuestas y analizadas nutran alguna de las dos y así complementarla más o en su defecto generen una tercer propuesta que abarque lo mejor de las dos iniciales.

El debate era entre dos personas civilizadas ante un grupo civilizado, donde al final el resultado eran dos grupos con ideas diferentes encontrando la mejor solución unificándose en una sociedad con una dirección y un plan, hasta que ya no fue así.

Con la radicalización de las agendas sociales y políticas, las cuales manipulan de manera sobre exitosa a la sociedad actual, los debates se han convertido en solamente un ring de box intelectual, donde no importa llegar a un común acuerdo más que humillar al contrincante, dejando a dos grupos de personas aún más antipáticos y extremistas, el debate se ha resumido a solo un circo romano “civilizado” donde el único objetivo es la humillación y aplastamiento social de la parte cuya representación sea la menos preparada.

En esta platica con César Hernández, mejor conocido como Esquizofrenia Natural, Negas y yo exploramos con él ciertos temas actuales que nos afectan como agendas políticas y sociales y la peligrosa polarización que está derivando de estas, las cuales parece que su único propósito es poner en práctica la vieja estrategia de guerra “divide y vencerás”.

¿Vale la pena romper la sociedad con tal de obtener poder?

 

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