Poemas para Ramiro

Por Andrea Armesto y Juan Carlos Vejo

Desde siempre es sabido que el autor se muestra a sí mismo en sus escritos, cada uno más o
menos camuflado entre las pericias de su arte y los condicionamientos de sus propias
limitaciones expresivas, es así que de pronto descubrimos a esta mujer que no se niega a los
placeres del cuerpo, muy lejos de una monja reprimida como Sor Juana Inés; o de una Emily
Dickinson sojuzgada por la sociedad conservadora del “qué dirán”; o de una Alejandra Pizarnik
negada ella misma a la felicidad amorosa por sus problemas psiquiátricos.

• Idioma: Español
• Editorial: Tinta Violeta
• Fecha de lanzamiento: 3 jul 2025
• ISBN: 9789874114679

Andrea Armesto

Poeta argentina nacida en 1981 en San Antonio de Padua, Buenos Aires. Escribe desde su infancia, llegando a la juventud con un gran camino desarrollado como autodidacta; teniendo como principales referentes a Alejandra Pizarnik, Idea Vilariño y Silvina Ocampo. Combina la poesía clásica, la vanguardia, el pos surrealismo, caligramas y sentimientos fuertes. Armesto escribe poesías de notoria sensibilidad e inquietud, marcada por una insinuante imaginería y experiencia. Dirige la editorial Tinta Violeta, fundada por ella misma en 2015, que se dedica a la edición y difusión de autores/as independientes. Anteriormente, ha participado de las antologías poéticas Escritores en primera plana (con las poesías Vencida, La reina del espanto y El amor ha muerto), En el sendero de las letras (con las poesías Plegaria de un desconocido, Diálogos íntimos, Donde el espanto rige y Viaje al sur), El eco de las musas (con las poesías El oficio del poeta, Himno a la justicia y Despertares) y ha colaborado en la revista Bridal Time y en el suplemento Realidades y ficciones (con las poesías Déjà vu y Dictámenes de inconsciencia). En el año 2012, publicó su primera obra individual, titulada Alma violeta.

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Prólogo

Reflexiones incorrectas sobre escritos de una mujer doliente

En los límites difusos de la poesía se acomodan muchas versiones de lo que supuestamente debe ser o no ser un poema. Esa amplitud de espectro me permite elegir hoy el hablar de escritos en su forma más simple, para evitar molestas definiciones. Lo que me motiva es la constatación del carácter cuasi testimonial de lo que esta mujer deja por escrito, el tema parece a primera vista versar sobre el amor, pero ni siquiera en su acepción más caprichosamente amplia, este término sería abarcativo de lo que nuestra lectura nos