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Be Yourself
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Libro electrónico106 páginas42 minutos

Be Yourself

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Información de este libro electrónico

UNA AVENTURA DESTERNILLANTE BASADA EN LAS LOCURAS DE NIL OJEDA.
Lo que empieza como un día normal en la vida de Nil Ojeda de pronto se vuelve extraño, MUY EXTRAÑO. Cuando va a grabar un vídeo sobre su último challenge se da cuenta de que ya está subido en su perfil. Pero, un momento, él no ha sido, eso seguro, ni si quiera lleva la misma ropa... Entonces, ¿quién es ese otro Nil?, ¿es que ahora resulta que tiene un doble?
Eso es imposible... ¿no?
IdiomaEspañol
EditorialMONTENA
Fecha de lanzamiento18 jun 2020
ISBN9788418038402
Be Yourself
Autor

Nil Ojeda

Nil Ojeda es uno de los youtubers con más seguimiento de las redes ahora mismo, su Youtube acumula más de 3,4 millones de seguidores y su instagram ha superado ya el millón.

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    Be Yourself - Nil Ojeda

    imagen

    No estoy loco, ¿vale? Que lo puede parecer viendo mis vídeos, pues sí. Que lo parecerá aún más después de leer esto, pues también. A ver, si hasta yo lo pienso cuando recuerdo las cosas raras que me pasaron en aquellos pocos días.

    Pero no estoy loco.

    Si estuviera loco, lo sabría, eso está claro. Ya. Igual no. Los chalados del manicomio que se creen Harry Potter parecen muy convencidos de que pueden hacer cosas mágicas con un palo...

    Además, Marc y Cristina también lo vieron.

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    Es decir, nos vieron a los dos juntos, y que yo sepa, no tengo ningún gemelo. Lo del espejo no lo vieron, que fue lo más chungo, pero eso igual sí que fue una alucinación (ya sabéis, por la falta de sueño) y por una sola alucinación no te ingresan en el manicomio, digo yo. La cuestión es que ellos vieron a Nailas, bueno, no es que él use ese nombre, él se hace llamar como yo, pero nosotros lo llamamos Nailas. Ni idea de por qué. Se le ocurrió a Marc. A Marc siempre se le ocurren cosas así.

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    No os estáis enterando de nada, ¿verdad? Es que no se puede empezar a escribir así, a la buena de Dios, ya lo decía mi profesora Ángeles (la de lengua, que se teñía el mostacho y creía que así no se veía):

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    Que digo yo que lo que querría decir es que hay que empezar por el principio en vez de por la mitad y luego ir contando hacia delante. Suena bien.

    imagen Así que empecemos por el principio.

    Eso sería la noche del 15 de octubre, sobre las cuatro de la mañana. Pero si empiezo por ahí no vais a conocer a Marc y Cristina, que, ya os lo digo ahora, van a tener un papel muy importante en esta historia. Pues un poquito antes, a la hora de cenar. Debían de ser las 21.30 del día anterior, 14 de octubre. Estábamos en la hamburguesería de siempre...

    —Estás colgado, Nil —soltó Cristina, mientras achuchaba la gigantesca hamburguesa para que lograra caber entre sus manos—. No acabo de pillar lo de los challenges esos. ¿Para qué sirven? ¿Para demostrar que eres muy duro o algo así?

    —Para tener más suscriptores —respondió Marc, librándome del peso de la respuesta—. Además, son divertidos. Bueno, a mí me gustan. —Hizo una pausa y me miró con una repentina cara de preocupación, como de madre angustiada—. Bueno, cuando no los haces tú. Tienes mala cara, tío, ¿estás bien?

    Mala cara, dijo. Tenía tantas ojeras que ya me había tropezado con ellas tres veces en lo que llevaba de tarde.

    —Hace treinta y seis horas que estoy despierto —dije con voz de extra de The Walking Dead—. Es normal que tenga mala cara.

    Tengo sueño. Mucho.

    —¿Ves? Si es que eso no puede ser bueno. —Cristina ya había dominado a la hamburguesa que, sin embargo, parecía querer escapar de la prisión de pan blandengue—. «Te aseguro que si no depones esa actitud tendré que llamar a tus padres.»

    Cristina imitaba la voz estridente de su madre para hacerme reír. Pero era verdad: si quería, podía llamar a mis padres. Nos conocemos desde párvulos.

    Conoce a mis padres, a mis abuelos, a mis tíos e incluso a mi abuela Angustias, la que vive en el pueblo. Y a mí, claro, a mí

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