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Lovefulness
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Libro electrónico156 páginas1 hora

Lovefulness

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Este es un libro imprescindible para las mujeres que desean trabajar en sí mismas, y en diferentes aspectos, a través del mindfulness y diversas técnicas que, se ha demostrado, son de gran eficacia En Lovefulness, Valeria de La Espriella, la Soltera De Botas, nos brinda un paso a paso, detallado y sencillo, a través de ejercicios y reflexiones, para que la persona descubra lo que debe sanar y cómo hacerlo mediante una reconciliación muy íntima y personal Aprende con este sencillo, e interactivo manual, cómo construir una autoestima que te lleve a vivir de una manera más plena, llena de autocompasión, amor por ti y metas adecuadas al ser único que es cada persona.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 abr 2020
ISBN9786287642539
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    Lovefulness - Valeria Debotas

    ¿Qué es la autoestima?

    Mientras el amor propio es la suma de sentimientos de cariño, admiración y valía, la autoestima es la concientización y materialización de dichos sentimientos, son los pensamientos, palabras y acciones a través de las cuales manifestamos ese amor en nuestra cotidianidad.

    La autoestima es un concepto que tiene gran variedad de definiciones, pues innumerables autores y autoras han escrito sobre el tema y aportado diferentes perspectivas desde la filosofía, la psicología, el coaching, los métodos new age, entre otras.

    El psicólogo Nathaniel Branden, quien a mi parecer tiene los tratados más completos, la define como La confianza en nuestra capacidad de pensar, en nuestra capacidad de enfrentarnos a los desafíos básicos de la vida. La confianza en nuestro derecho a triunfar y a ser felices; el sentimiento de ser respetables, de ser dignos, y de tener derecho a afirmar nuestras necesidades y carencias, a alcanzar nuestros principios morales y a gozar del fruto de nuestros esfuerzos.

    Desde lo interno, la autoestima es una apreciación global, un conjunto de percepciones, ideas, creencias, conductas, sentimientos y valoraciones que cada persona expresa de sí misma. Lo externo también contribuye con su cuota en el desarrollo de la autoestima, te marca el lugar en donde creciste, tu cultura, costumbres, religión, padres, maestros, amigos y demás gente significativa. La autoestima es un constante fluir entre nuestros procesos internos, experiencias y el entorno.

    Gracias a la infoxicación que existe en internet y redes sociales, la definición de autoestima se ha trivializado y a veces la reducimos a un hashtag #Quiérete o #Ámate o se piensa que solo se trata de la aceptación del aspecto físico, cuando esto es solo una parte del gran entramado que la compone pues también permea nuestros pensamientos, valores, actitudes y comportamientos. La autoestima es holística.

    También tiene niveles, por eso hablamos de alta o baja, débil o sana. Esta no se reduce a una sola área por trabajar, ya que incluye: la autoconfianza, el autoconocimiento, la autoaceptación, la autorresponsabilidad, el autocuidado, entre otras, que a lo largo iré describiendo y que las he denominado: los autos que te llevan a un lugar mejor.

    Hay quienes la confunden con demostrar altivez y no dejársela montar de nadie, cuando por el contrario las personas con una sana autoestima poseen asertividad y habilidades comunicativas.

    Otras personas piensan que es una especie de egoísmo posmodernista, esto lo menciono porque cada vez que publico algo del tema en mis redes, no falta la gente que me dice que hago apología a la individualidad corrosiva, y que necesitamos más gente que piense en los demás y no tan enfocada en sí misma. Mi respuesta siempre es y será la misma, sencillamente no se puede dar lo que no se tiene, para que una persona pueda brindar amor tiene que tener amor por dentro. Una persona que cultiva sentimientos positivos en su interior, lo reflejará en su exterior y en sus relaciones con las demás personas.

    La autoestima viene de la abundancia y del crecimiento personal, en cambio, el egoísmo viene de una percepción de escasez. La diferencia entre un concepto y otro es bastante clara, al menos para mí.

    Una de las tantas cosas que gané en mi búsqueda por fortalecer mi autoestima fue encontrarme con la meditación, con ella aprendí un poco más de las filosofías orientales que han aportado a mi proceso espiritual y que además me ayudaron a construir otra posible definición de autoestima.

    En el budismo y el hinduismo existe la palabra ‘Gurú’ de origen sanscrito y se utiliza para llamar así a los guías espirituales, también traduce ‘robusto’ o ‘imperturbable’, como un árbol de raíces fuertes, que a pesar de los vendavales se mantiene aferrado a la tierra. Esta analogía me encanta porque representa una de las cualidades que debe poseer un verdadero maestro y es mantener la tranquilidad necesaria como para no engancharse en situaciones que por lo general nos desequilibrarían, un Gurú aprende a fluir con las circunstancias y ve un aprendizaje en todo ello. En conclusión, un Gurú es una persona que simboliza estabilidad.

    Y si analizamos detenidamente la ‘autoestima’ bien podría ser pariente cercana de la ‘estabilidad’, ya que ambas están relacionadas con priorizar en el bienestar y el equilibrio, ofrecen bases que te permiten tomar mejores decisiones, te incentivan a fortalecer el autocuidado y a evitar situaciones peligrosas o innecesarias; te llevan a sacar de tu vida aquello que no aporte. Y es por eso que una persona con autoestima alta en muchos aspectos será más estable que una persona con baja autoestima.

    Así que trabajar en ti, significa afianzarte, reconocer tu potencial y convertirte en tu propia gurú.

    Esto no quiere decir perfección, ausencia de problemas, o éxito permanente, recuerda que eres humana y cometes errores, y de igual forma el planeta seguirá con sus dinámicas.

    Una autoestima sana no te hace omnipotente, invencible o invulnerable, pero te da una especie de capa protectora que hará menos dura las circunstancias y contarás con excedente para salir mejor librada de momentos complejos.

    La autoestima es la estabilidad que tú misma te proporcionas en un mundo cada vez más loco y cambiante. Por eso está bien dedicar tiempo y energía en fortalecerla.

    El amor propio cura

    El amor propio y la autoestima son como el pan y la mantequilla, las empanadas y el ají, las fresas con chocolate... mmm tal vez tengo un poco de hambre por eso mis analogías parecen más bien antojos jajaja, pero bueno, la idea que quiero expresar es que se complementan. Cuando sientes un rechazo hacia ti misma, o hacia algún aspecto de ti, no existirá la motivación de mejorar o de cambiar, lo que sucederá es que habrá queja, negación o bloqueo. El amor nos impulsa a ver lo bueno y a convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos. Una persona que siente verdadero amor por sí misma tendrá el deseo de trabajar en su autoestima y podrá alcanzar niveles altos de autorrealización.

    Para algunas mujeres es difícil empezar a amarse de forma consciente debido a que las educaron para ser dadoras, a buscar al príncipe azul, o ser madres abnegadas, por eso se volvió más fácil cuidar de otras personas y hacer sacrificios por los demás. En ocasiones el amor propio se muestra como un lujo o un acto de egoísmo, por ejemplo, cuando una fémina decide sacar tiempo para sus actividades individuales excluyendo al marido o a los hijos.

    Al amor propio le pasa lo mismo que al sentido común, que es el menos común de los sentidos. Como es algo tácito, y que se supone que debemos tener, no le damos la importancia necesaria y nos acordamos de este cuando pasa algo tenaz que nos lleva a replantear nuestras prioridades.

    Un ejercicio que suelo hacer en mis talleres es que le pido a una de las participantes que me hable de alguien que sea muy importante en su vida, en la mayoría de los casos y a medida que se va desarrollando la dinámica, los resultados revelan muchas

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