La izquierda canaria: (y un nacionalismo pendiente)
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Rafael Álvarez Gil es doctor en Derecho, licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Autónoma de Madrid y diplomado por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales del Ministerio de la Presidencia. Técnico superior de la Diputación del Común (A1), es profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Realizó su tesis doctoral sobre el sistema electoral canario desde la óptica del principio de proporcionalidad y el derecho comparado.
Rafael Álvarez Gil
Doctor en Derecho, licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Autónoma de Madrid y diplomado por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales del Ministerio de la Presidencia. Realizó su tesis doctoral sobre el sistema electoral canario desde la óptica del principio de proporcionalidad y el Derecho comparado, con la que recibió un sobresaliente cum laude. Técnico Superior de la Diputación del Común (A1). Profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Es autor de El principio constitucional de proporcionalidad en el sistema electoral autonómico canario. Análisis de su experiencia histórica en el autogobierno (Aranzadi, 2015), El papel de la prensa. Reflexiones en transición (Mercurio, 2015) y La socialdemocracia en transición. Entre la globalización y la crisis de la España constitucional (Mercurio, 2016). Es columnista y colaborador en cadenas de radio y televisión.
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La izquierda canaria - Rafael Álvarez Gil
Índice
PRÓLOGO, por Antonio Morales Méndez, presidente del Cabildo de Gran Canaria
PARTIDOS POLÍTICOS
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO 1. CONNOTACIONES ESTRUCTURALES PARA EL NACIONALISMO CANARIO
CAPÍTULO 2. COALICIÓN CANARIA Y EL FALSO PARTIDO NACIONALISTA VASCO
CAPÍTULO 3. NUEVA CANARIAS Y LA PLURINACIONALIDAD
CAPÍTULO 4. CATALUÑA Y LA CONSTITUCIÓN TERRITORIAL INVOCAN A CANARIAS
A MODO DE EPÍLOGO
BIBLIOGRAFÍA
NOTAS
Rafael Álvarez Gil (Las Palmas de Gran Canaria, 1984)
Es doctor en Derecho; licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Autónoma de Madrid y diplomado por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales del Ministerio de la Presidencia. Realizó su tesis doctoral sobre el sistema electoral canario desde la óptica del principio de proporcionalidad y el derecho comparado, con la que recibió un sobresaliente cum laude. Técnico superior de la Diputación del Común (A1). Profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Es autor de El principio constitucional de proporcionalidad en el sistema electoral autonómico canario. Análisis de su experiencia histórica en el autogobierno (Aranzadi, 2015), El papel de la prensa. Reflexiones en transición (Mercurio, 2015) y La socialdemocracia en transición. Entre la globalización y la crisis de la España constitucional (Mercurio, 2016). Es columnista y colaborador en cadenas de radio y televisión.
Rafael Álvarez Gil
La izquierda canaria
(y un nacionalismo pendiente)
Colección Investigación y Debate
LUSTRACIÓN DE CUBIERTA: IMAGEN DE DOS TINAJAS REALIZADAS
POR LA ARTESANA INMACULADA NAVARRO (GÁLDAR)
© Rafael Álvarez Gil, 2023
© Los libros de la Catarata, 2023
Fuencarral, 70
28004 Madrid
Tel. 91 532 20 77
www.catarata.org
La izquierda canaria (y un nacionalismo pendiente)
isbne: 978-84-1352-712-3
ISBN: 978-84-1352-684-3
DEPÓSITO LEGAL: M-7.333-2023
thema: JPF/1DSE-ES-E
impreso por artes gráficas coyve
este libro ha sido editado para ser distribuido. La intención de los editores es que sea utilizado lo más ampliamente posible, que sean adquiridos originales para permitir la edición de otros nuevos y que, de reproducir partes, se haga constar el título y la autoría.
Prólogo
Nos encontramos ante un libro necesario y oportuno para quienes nos sentimos de izquierdas y nacionalistas canarios, pero también será útil para los demócratas que aspiran al progreso de nuestra tierra. Es verdad que últimamente el pragmatismo ha sustituido a la reflexión y el oportunismo al análisis cuando hablamos de proyectos políticos. Pero por eso precisamente es más necesaria esta voz que, sin las ataduras de doctrinarismos radicales o de obediencias militantes, aporta la elaboración de un observador informado y cualificado.
El libro de Rafael Álvarez Gil se sale de los patrones tradicionales para abordar estos temas, a pesar de su origen jurídico y de su historia personal de compromiso político. Incluye elementos antropológicos, culturales, históricos y hasta psicológicos y esta mirada multidimensional se agradece porque nos saca de una dialéctica racionalista o formalista que casi anticipa los resultados. En este caso, además de refrescar el estilo e incluir elementos muy descriptivos, aumenta las bases desde donde construir una argumentación que justifique sus conclusiones.
Quienes valoramos como decisiva la aportación de Manuel Alemán, nos satisface comprobar cómo el autor se inicia en la descripción de la realidad canaria de la mano de Psicología del hombre canario, descubriendo los arquetipos que caracterizan a una sociedad que vivió durante siglos entre la dependencia y el subdesarrollo y que dispone de claves suficientes para autodeterminarse y proyectarse en el mundo con libertad e identidad.
Coincido con el autor en que la elaboración teórica y política de los partidos canarios ha ido disminuyendo con el paso de la historia democrática. De aquel tiempo de la Transición donde las formaciones canarias, especialmente de izquierdas y sobre todo nacionalistas, aportaron reflexiones importantes sobre las condiciones en las que debíamos avanzar en democracia y los grandes temas que debían incluirse en una agenda canaria, pasamos a una sequía propositiva que ha quedado reducida a la nada en los últimos años, sobre todo en partidos estatales. La humillante adenda o suplemento canario que algunos partidos estatales añadían a sus programas centralistas suponía la constatación de ese vacío. Canarias estaba muy lejos, también para la elaboración de estrategias originales y adaptadas a nuestra realidad.
Pero la situación no puede esconderse y las condiciones geoestratégicas, sociales, económicas y políticas de Canarias no coinciden con las de la España continental y en ese desajuste surgen las frustraciones y la necesidad de una respuesta canaria que baje las soluciones al terreno de la realidad. Y digo respuesta canaria o nacionalista porque desde las formaciones estatales todo su empeño se centra en buscar la uniformidad y pretender que con las respuestas generales aparecen soluciones para nuestras singularidades.
Canarias está localizada junto al continente africano, alejada de las coordenadas en las que se mueve el Gobierno español para el conjunto del territorio peninsular, en un foco de intereses internacionales, económicos, territoriales, militares y políticos absolutamente distintos a los que sirven para el resto de comunidades españolas. La delimitación de las aguas territoriales canarias, la definición de la mediana respecto a Marruecos, el respeto a los derechos del pueblo saharaui, la situación de la inmigración, las prospecciones petrolíferas, la exploración de las tierras raras representan un conjunto de temas decisivos para la realidad política y económica de Canarias que se abordan con absoluta desconsideración por los poderes del Estado, sean de izquierdas o de derechas. No representan una prioridad ni suponen una política preferente desde los poderes centrales.
Pero junto a los temas geoestratégicos hay realidades canarias que requieren un tratamiento singularizado, como lo reconoce el tratado europeo o las disposiciones constitucionales españolas. La situación de desigualdad de ingresos, las tasas de pobreza o exclusión social en un porcentaje lacerante de nuestra población, las dificultades para diversificar nuestra economía, la dependencia energética que nos exige acelerar la transición a las energías limpias o el diferencial de costes a la hora de promover empresas o actividades económicas son elementos que necesitan de herramientas fiscales, económicas, pero también políticas para afrontarlas.
Y ante estas evidencias, la gran pregunta es por qué se ha retrasado desde Canarias una respuesta política estable y coherente que articule las necesidades canarias en un proyecto global, transversal y con vocación de gobierno. Porque intentos, balbuceos, ensayos ha habido desde los últimos tiempos del franquismo y se han mantenido con fuerza e influencia muy cambiantes y desiguales.
Son varias las razones que pueden explicar este retraso. En primer lugar, la falta de propuesta transversal que unificara necesidades sociales con dinamismo empresarial y económico. El intento más consistente fue el que protagonizó Coalición Canaria desde 1995 hasta 2003, pero las contradicciones sobre la hegemonía territorial insular despeñaron aquella iniciativa, que fue la que mayor apoyo social recibió en toda la etapa democrática. Esa ruptura tuvo que ver también con las contradicciones en la definición de prioridades sociales y medioambientales. Ciertos sectores de la burguesía insularista no entendieron la orientación socialdemócrata y ecologista que la formación fue adquiriendo con el paso del tiempo.
El segundo gran argumento está anticipado, en parte, en la explicación anterior. Canarias sigue desvertebrada territorial, social y políticamente. La democracia ha mejorado la conformación social y política de Canarias, pero no ha sido capaz de generar un sujeto colectivo que acuerde prioridades de acción, que garantice un progreso sostenible donde se incluyan las ocho islas y donde seamos capaces de compensar desigualdades y garantizar niveles de bienestar y desarrollo equiparables para todas y para todos.
Tenemos una grave carencia de propuestas sociopolíticas de orientación nacionalista y, además de los argumentos anteriores, lo justifico en la dedicación casi absoluta a la gestión en las instituciones de las formaciones que nos proclamamos nacionalistas canarias. La debilidad de sus cuadros o la falta de una estrategia de formación y debate han reducido el nivel de las aportaciones que surgen de la acción de gobiernos municipales o insulares. En algunos casos, tienen mucho valor porque están pegadas a la realidad de nuestra gente, pero necesitan complementarse con miradas estratégicas más integrales.
Los sectores más dinámicos de la sociedad, empresariales, universitarios, ecologistas, feministas, no han sentido la necesidad de relacionar sus propuestas con esta dimensión nacional canaria de