Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Nuevo campo
Nuevo campo
Nuevo campo
Libro electrónico135 páginas1 hora

Nuevo campo

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Para Tora, entender que existen paquetes de energía que subyacen a toda la materia y se comunican con el ADN, indicando que la estructura genética de los organismos vivos puede ser influenciada por factores externos, hace parte de lo que puede comprender, pero enfrentarse a visiones del futuro y otros estados de conciencia es absurdo.

Todo comienza con un presentimiento de ser perseguida, una nota en su bolso describiendo el día, el lugar y la forma en la que será asesinada, y un hombre misterioso que parece tener la respuesta a sus inquietudes.

Para esta mujer, que siempre ha creído en la ciencia y la razón, aventurarse a encontrar su posible asesino la lleva a descubrir un mundo donde lo místico y lo científico se unen para dar lugar a las infinitas posibilidades del universo.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento15 dic 2022
ISBN9788411445733
Nuevo campo

Relacionado con Nuevo campo

Libros electrónicos relacionados

Thrillers para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Nuevo campo

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Nuevo campo - Natalia Vélez Lopera

    1500.jpg

    © Derechos de edición reservados.

    Letrame Editorial.

    www.Letrame.com

    info@Letrame.com

    © Natalia Vélez Lopera

    Diseño de edición: Letrame Editorial.

    Maquetación: Juan Muñoz

    Diseño de portada: Rubén García

    Supervisión de corrección: Ana Castañeda

    ISBN: 978-84-1144-573-3

    Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o del autor.

    Letrame Editorial no tiene por qué estar de acuerdo con las opiniones del autor o con el texto de la publicación, recordando siempre que la obra que tiene en sus manos puede ser una novela de ficción o un ensayo en el que el autor haga valoraciones personales y subjetivas.

    «Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)».

    Prólogo

    «Para él, por alguna razón que desconocía, Tora era parte de su vida, a lo mejor el creer que iba a morir la hacía verla diferente».

    Natalia Vélez Lopera. Nuevo campo.

    La vida de una reconocida científica da un sorpresivo giro al verse envuelta en las intrigas de la industria farmacéutica y toparse con un extraño quien, en un momento de claridad, obtiene las respuestas que cambiarán definitivamente su futuro.

    Este es Nuevo Campo, la nueva novela de Natalia Vélez Lopera, una autora colombiana que se aventura a escribir en un género poco común en la literatura nacional, con una historia que a primera vista parece moverse en el mundo de la ciencia ficción, pero que al adentrarse en la trama, permite entrever notas del nuevo despertar de la conciencia, además de momentos de misterio y violencia que se ven alivianados con un toque de romance.

    «¿Será posible cambiar el futuro?» es la premisa fijada en la mente del lector a lo largo del relato. Los personajes se salen de lo que en apariencia está predeterminado y toman las riendas de su destino al construir su futuro según las decisiones que toman a cada paso, dejando de lado las posibles consecuencias de sus acciones.

    Y aunque la traición, el abandono, el desamor, los celos y la envidia también encuentran un espacio en las páginas de Nuevo Campo, la conexión mente-cuerpo-espíritu, el conocimiento y poder interior, además de la conexión de dos almas más allá del cuerpo físico, están entretejidas en las relaciones de los personajes, permitiéndoles desarrollar la historia en su propio mundo, bajo sus propias reglas.

    Por momentos, Nuevo Campo se convierte en una alegoría que invita al lector a vivir el presente y seguir únicamente las respuestas de su interior. Y eso mismo hay que hacer con su lectura, entregarse, dejarse ir y sorprenderse página tras página.

    Verónica Villa Agudelo • Escritora

    Capítulo 1

    La luz que menguaba por la ventana le indicó que estaba oscureciendo y era el momento de dar por terminada su jornada laboral. Cerró el computador y miró alrededor para comprobar que todo en el laboratorio estuviera en orden.

    Antes de levantarse de la silla pensó por un instante en los cuatro años que llevaba estudiando el comportamiento del ADN en diferentes seres vivos y los estímulos externos que podrían modificarlo. Ese pequeño centro de información genética de los organismos no dejaba de asombrarla, más cuando realizaba experimentos de cómo la radiación o el movimiento físico podían generar cambios significativos en su estructura.

    El edificio estaba en silencio y sintió el aire frío de la noche que recorría todo el lugar. Desde hacía algunos días estaba inquieta, sentía que alguien la observaba, y en ese momento, la sensación extraña en su pecho volvió, como un temor o presentimiento de que algo no estaba bien. Recorrió de un lado a otro con la mirada todo lo que estaba en su campo de visión.

    Tora creía en la ciencia, pero era consciente de que estaba llena de incógnitas y paradojas, ya que no todo lo que se demuestra desde la matemática puede comprobarse experimentalmente, y viceversa, no todo lo que se experimenta se puede explicar en términos admisibles por la ciencia.

    Se tranquilizó pensando que posiblemente era la hora y la oscuridad, en ese punto era la única persona allí junto con los guardias de seguridad. Cuando salió dejó escapar un suspiro de alivio, ya solo quedaba atravesar el parque y caminar una pequeña distancia hasta llegar a la estación del metro y en 15 minutos estaría en su casa sana y salva. Por instinto iba mirando a lado y lado intentando detectar algún signo de alarma, pero no pudo ver nada más que la gente regular que transitaba la ciudad a esa hora.

    Estaba molesta por su paranoia, en algunas ocasiones le pasaba que sus miedos, irracionales y producto de su imaginación, la superaban y le hacían creer en cosas que no estaban allí. Sin darse cuenta comenzó a caminar más rápidamente.

    Sin embargo, sus intentos por ser precavida fueron insuficientes. Ni sus ojos o su instinto pudieron detectar al hombre vestido de negro que la había esperado durante horas fuera y que llevaba días siguiéndola. Ya conocía la calle por la que siempre caminaba para llegar a su trabajo, el café donde entraba todas las mañanas por un chocolate caliente y un croissant, la hora a la que salía a almorzar y cuáles eran sus lugares favoritos. Sabía que, aunque trabajaba casi todo el tiempo, algunas noches a la semana salía con sus amigos, al igual de que estaba enterado que ella nunca dejaba el laboratorio antes de las 8 de la noche. Aquel hombre ya se había hecho una idea de lo predecible o impredecible que podían ser sus rutinas.

    A medida que aceleraba sus pasos, el misterioso hombre también lo hacía. Dentro de sus labores de reconocimiento había identificado el lugar perfecto para interceptarla sin que nadie se diera cuenta. Los pasos se convirtieron en una carrera que Tora ya tenía perdida. El hombre tomó un desvío por la carrera Quinta y llegó al final del bulevar unos segundos antes que ella. Ella estaba tan concentrada en la puerta de ingreso al metro y en mirar hacia atrás que no vio al hombre que se escondía en la penumbra.

    Solo sintió el golpe en su hombro que hizo que su bolso cayera al suelo y escuchó la voz del hombre que le pedía que lo disculpara, que no la había visto. La ayudó a recoger todo y por un segundo pudo ver sus ojos color miel y un tatuaje en el interior de su muñeca izquierda con el signo infinito. Cuando ya le había regresado todo, volvió a lamentarse por lo ocurrido y se fue lo más rápido que pudo.

    Tora llegó a pensar que se trataba de un robo, pero se tranquilizó al ver al hombre de frente, parecía una buena persona y que de verdad sentía mucho el incidente. La amenaza que la había acompañado desde el momento que salió del laboratorio desapareció y su cuerpo se relajó al sentarse en la banca del metro.

    Cerró los ojos y tomó una respiración profunda intentando no pensar en lo sucedido, parecía algo extraño encontrarse con otra persona exactamente en el lugar que lo había hecho, pero nada malo había sucedido. Antes de bajarse del metro buscó las llaves de su apartamento y se encontró con un sobre blanco, cuadrado y liso, que antes no estaba entre sus cosas. Lo miró una y otra vez intentando recordar si lo había guardado allí en algún momento del día, pero estaba segura de que no.

    Cuando llegó a su apartamento dejó todo sobre la mesa y tomó el sobre con curiosidad. Tenía una nota en el respaldo que decía:

    Para Tora

    Lo destapó lentamente y sacó la nota que había en su interior:

    Usted no me conoce y lo mejor es que siga siendo de esa manera. Se supone que no puedo decirle nada porque posiblemente no entendería las razones por las cuales sé lo que sé, pero después de mucho pensarlo creo que no podría vivir conmigo mismo si no intento hacer algo para ayudarla. He visto el futuro y en un mes, exactamente el 13 de marzo, alguien intentará asesinarla, y lo conseguirá si no hace algo para impedirlo. Lo único que pude ver era que usted se encontraba en un campo abierto al finalizar la tarde y tenía varias heridas ocasionadas por un arma blanca. Espero que esta información sea suficiente para que pueda vivir.

    Capítulo 2

    A la mañana siguiente, Tora dio vueltas en su cama, como si pensar en lo sucedido le ayudara a entenderlo. Toda esta historia parecía salida de una película de terror mal contada. No creía que el encuentro de la noche anterior fuera casualidad. Repasó en su memoria los movimientos que hizo antes de salir del laboratorio y recordó que había buscado las llaves en su bolso y allí no había ninguna nota, lo que confirmaba su sospecha de que fue ese hombre quien la puso ahí, pero no entendía cómo alguien podía ver

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1